Los niños necesitan ser felices, no ser los mejores
Jun27

Los niños necesitan ser felices, no ser los mejores

  Vivimos en una sociedad altamente competitiva en la que parece que nada es suficiente y tenemos la sensación de que si no nos ponemos las pilas, nos quedaremos rápidamente atrás, siendo barridos por los nuevos adelantos.  Por eso, no es extraño que en las últimas décadas muchos padres hayan asumido un modelo de educación sustentado en la hiperpaternidad. Se trata de padres que desean que sus hijos estén preparados para la vida, pero no en el sentido más amplio del término sino en el más restringido: quieren que sus hijos tengan los conocimientos y las habilidades necesarias para hacerse de una buena profesión, obtener un buen trabajo y ganar lo suficiente.  Estos padres se han planteado una meta: quieren que sus hijos sean los mejores. Para lograrlo, no dudan en apuntarles en disímiles actividades extraescolares, allanarles el camino hasta límites inverosímiles y, por supuesto, empujarles al éxito a cualquier costo. Y lo peor de todo es que creen que lo hacen «por su bien». El principal problema de este modelo educativo es que añade una presión innecesaria sobre los pequeños, una presión que termina arrebatándoles su infancia y crea a adultos emocionalmente rotos.   Los peligros de empujar a los niños al éxito Bajo presión, la mayoría de los niños son obedientes y pueden llegar a alcanzar los resultados que sus padres les piden pero, a la larga, de esta forma solo se consigue limitar su pensamiento autónomo y las habilidades que le pueden conducir al éxito real. Si no le damos espacio y libertad para encontrar su propio camino porque le colmamos de expectativas, el niño no podrá tomar sus propias decisiones, experimentar y desarrollar su identidad.  Por eso, pretender que los niños sean los mejores encierra graves peligros:   – Genera una presión innecesaria que les arrebata su infancia. La infancia es un periodo de aprendizaje, pero también de alegría y diversión. Los niños deben aprender de manera divertida, deben equivocarse, perder el tiempo, dejar volar su imaginación y pasar tiempo con otros niños. Esperar que los niños sean “los mejores” en determinado campo, poniendo sobre ellos expectativas demasiado elevadas, solo hará que sus frágiles rodillas se dobleguen ante el peso de una presión que no necesitan. Esta forma de educar termina arrebatándoles su infancia.   – Provoca una pérdida de la motivación intrínseca y el placer. Cuando los padres se centran más en los resultados que en el esfuerzo, el niño perderá la motivación intrínseca porque comprenderá que cuenta más el resultado que el camino que ha seguido. Por tanto, aumentan las probabilidades de que cometa fraude en el colegio, por ejemplo, ya que no es tan importante...

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Estrategias para enseñar a un niño a defenderse sin violencia
May21

Estrategias para enseñar a un niño a defenderse sin violencia

El acoso escolar se está convirtiendo en un problema cada vez más alarmante. Solo en España se estima que uno de cada diez estudiantes ha sido víctima del bullying y que el 70% de los menores de 17 años han estado involucrados en un episodio de este tipo en algún momento. Si bien los más vulnerables suelen ser los niños con una personalidad introvertida y con pocos amigos, en realidad todos están en riesgo de convertirse en víctimas del bullying. Por eso es importante que los padres les enseñen a sus hijos estrategias para defenderse de un acosador.   Estas herramientas no solo les ayudarán a no caer en la trampa de los acosadores sino que también les convertirá en personas más seguras de sí mismas. Sin embargo, no debemos confundir defensa con violencia. Al enseñar a un niño a defenderse recurriendo a la violencia le estaremos inculcando que ese es el camino correcto para solucionar los problemas, estaremos formando a un niño violento. En cambio, al enseñarle herramientas asertivas de resolución de problemas y algunas habilidades sociales le ayudamos a lidiar con los acosadores, pero también le preparamos para su vida futura. 5 herramientas para que un niño aprenda a defenderse sin recurrir a la violencia 1. Enséñale a responder a las agresiones con un lenguaje directo Una estrategia muy efectiva para neutralizar las amenazas de un acosador consiste en hablarle utilizando un lenguaje simple, directo y neutro desde el punto de vista emocional. De esta manera, el niño transmite la idea de que no tiene la intención de convertirse en su víctima. Sin embargo, a los pequeños les resulta muy complicado ya que les cuesta gestionar sus emociones y dar la impresión de que están tranquilos cuando en realidad se sienten asustados. Por eso, un ejercicio excelente consiste en practicar el juego de roles en casa. Puedes asumir el papel de acosador y pedirle a tu hijo que entrene sus respuestas contigo. 2. Ayúdalo a desarrollar el lenguaje no verbal Enseñar al niño a desarrollar la comunicación no verbal no solo le ayudará a reforzar su discurso frente a los acosadores sino que también le permitirá fortalecer sus relaciones interpersonales. Algunas estrategias sencillas que pueden ser útiles en este tipo de circunstancia es aprender a mantener el contacto visual, regular el tono de su voz, mantener una distancia prudencial del acosador y usar su nombre al hablarle. En cambio, debe evitar retroceder mientras interactúa con el agresor, mirar hacia otro lado o levantar demasiado la voz ya que estas señales transmiten miedo. 3. Muéstrale cómo evadir los insultos Todo acto de bullying comienza con un insulto. Este suele...

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7 consejos para educar a los niños en el respeto
Abr10

7 consejos para educar a los niños en el respeto

El respeto es uno de los valores más importantes que debemos enseñar a los niños, y no solo el respeto por los adultos y las figuras de autoridad sino también por el resto de los niños y hacia sí mismos. De hecho, la base de una buena convivencia radica en el respeto mutuo, además de ser el terreno donde florece una autoestima sólida. ¿Cómo enseñarles a los niños el valor del respeto? 1. Da el ejemplo Cuando los niños son pequeños aprenden, fundamentalmente, por imitación. Eso significa que, si ven que en casa los adultos se respetan entre sí, aprenderán a respetar a los demás. Es casi imposible evitar los desacuerdos y las discusiones, pero también es fundamental hablar desde una actitud de respeto mutuo. Un hogar donde imperan los gritos y cada quien campa por su respeto, se convertirá en el caldo de cultivo ideal para la intolerancia y la agresividad. 2. Sé amable con tu hijo Palabras como “por favor”, “gracias” y “lo siento” no te harán perder el respeto de tu hijo, todo lo contrario. Los niños son personitas pequeñas que también merecen ser tratadas con amabilidad. Por tanto, si te equivocas, pide disculpas, así le enseñarás a reconocer sus errores y ser humilde. Y si te ayuda, reconoce su esfuerzo y dale las gracias, así aprenderá a valorar el esfuerzo de los demás. 3. Pide su opinión y respeta sus decisiones Cuando tu hijo empiece a crecer, es importante que tengas en cuenta sus opiniones.Siempre que sea posible, pregúntale qué piensa sobre las decisiones que le atañen directamente. También es importante que tenga claro que, aunque en determinados momentos no compartas su decisión, siempre puede contar contigo.   4. Abraza la sinceridad Para respetar a alguien, es necesario confiar en esa persona. Por eso, si quieres que tu hijo te respete, es fundamental que confíe en ti. No le mientas ni le engañes porque se sentirá defraudado y traicionado. Si cree que no puede confiar en ti, no te respetará. Cuando las verdades sean difíciles, intenta buscar las mejores palabras para que tu hijo pueda comprenderlas, pero no se las escondas porque en tu intento de protegerle podrías perder su confianza. 5. Establece normas de convivencia claras En el hogar, es importante que todos los miembros se respeten y tengan su espacio personal, incluidos los niños y las mascotas. Tu hijo debe aprender que no debe molestar a la mascota mientras come y que debe respetar el espacio de su hermano, de la misma forma en que los demás deben respetar su espacio. Establecer normas básicas de convivencia garantiza el respeto común, además de permitir...

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5 enseñanzas taoístas para frenar a las personas tóxicas
Mar14

5 enseñanzas taoístas para frenar a las personas tóxicas

  Todos podemos llegar a ser tóxicos en alguna ocasión. Sin embargo, existen personas particularmente difíciles que intentan manipular, dominar o incluso humillar a los demás. Estas personas nos hacen sentir mal, contagiándonos su negatividad. Dado que no siempre podemos alejarnos de ellas, a veces no nos queda más remedio que levantar un escudo protector para protegernos de su influjo.   En esos casos, el taoísmo nos brinda valiosas enseñanzas para llenar nuestra mochila de herramientas para la vida. El taoísmo es un sistema filosófico que nos anima a deshacernos de los patrones de pensamiento convencionales para aprender a vivir de manera más equilibrada y serena, consiguiendo nuestras metas con el menor esfuerzo.   Protegerse de las personas difíciles usando la sabiduría de Lao Tzu  1. Fluye sin resistirte  En el taoísmo se recurre a menudo al símil del río para explicar cómo podemos vivir con menos estrés y conflictos. La idea es simple: aprender a fluir como el río, de manera natural y sin oponer resistencia. La idea del enfrentamiento, la lucha y la resistencia son opuestas a esa armonía.   Una frase de Lao Tzu resume a la perfección ese concepto: “si no le das a tu enemigo nada a qué oponerse, desaparecerá solo”. Esto significa que no vale la pena enzarzarse en discusiones que solo servirán como combustible para la persona que pretende desestabilizarnos. De hecho, en Psicología existe lo que se conoce como «principio de la extinción», según el cual, aquellos comportamientos a los que no les prestemos atención, tendrán la tendencia a desaparecer.  Eso no significa que debemos permitir que nos avasallen, solo nos anima a ser lo suficientemente sabios como para no alimentar la tormenta, dejando que las aguas vuelvan a su nivel de manera natural. A veces ignorar a alguien es la mejor manera para evitar nuevos conflictos.   2. Mantén la serenidad  “El universo entero se rinde a la mente que permanece quieta”, dijo Lao Tzu. Es importante ser conscientes de que en muchas ocasiones las personas tóxicas nos dañan porque le damos el poder para ello, dejamos que sus palabras y actitudes hagan resonancia emocional en nuestro interior.   Estas personas nos afectan porque reaccionamos de manera automática a sus comentarios desagradables, dejando que aprieten nuestros “botones rojos”. En cambio, si aprendemos a mantenernos serenos y respiramos profundamente, dejaremos ir esas primeras reacciones emocionales, vaciándonos de emociones como el enojo, el rencor y el mal humor.  Puede ayudarte imaginar que tu mente es como una casa. Es importante que dejes abiertas las ventanas para que el aire circule. Si cerramos las ventanas, el aire se enrarecerá y no podrá seguir su corriente natural. Los pensamientos...

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Enseña a las niñas a ser valientes, no perfectas
Feb02

Enseña a las niñas a ser valientes, no perfectas

A lo largo de los siglos la sociedad occidental se ha encargado de acentuar las diferencias entre niños y niñas. A los niños se les enseña a mantenerse fuertes ante la adversidad, a no mostrar sus emociones y a desafiar los peligros mientras que a las niñas se les ha inculcado la idea de que son el “sexo débil”, se les permite ser más emocionales y se les repite que su tarea es convertirse en mujeres perfectas. Afortunadamente, en los últimos años hemos dado pasos agigantados en materia de igualdad de género, pero es difícil borrar de un plumazo las ideas sexistas que hemos arrastrado durante diferentes generaciones y que, aunque no siempre somos conscientes de ello, pueden representar un lastre para el desarrollo infantil. Eso explica por qué aún hoy algunos padres les siguen diciendo a sus hijos a que “los hombres no lloran” y que no deben tener miedo, mientras que a las niñas las educan para que luzcan perfectas en todo momento, como si fueran princesas. Niñas más vulnerables y menos seguras de sí En un estudio llevado a cabo en la Universidad de Columbia, los investigadores evaluaron las estrategias de afrontamiento que ponían en práctica un grupo de niños y niñas que cursaban el quinto grado ante una serie de problemas nuevos y complejos. Al presentarles los problemas, los investigadores comprobaron que los niños más inteligentes asumían las tareas como un reto, el cual les motivaba a esforzarse por encontrar una solución. En cambio, las niñas más inteligentes no se comportaban de la misma manera sino que eran más propensas a abandonar la tarea rápidamente. ¿A qué se debe esa diferencia de actitud? Los investigadores creen que las niñas eran víctimas de lo que se conoce como “indefensión aprendida”, un concepto que hace referencia a los comportamientos pasivos que se generan como resultado de no haber alcanzado los resultados previstos en el pasado después de varios intentos. En el caso de las niñas, la indefensión aprendida proviene de un estilo educativo demasiado sobreprotector, que incluso llega a ser discapacitante pues hace que las pequeñas pierdan la confianza en sus capacidades y, por ende, se den por vencidas más rápido. De esta manera, mientras los niños asumían que no podían solucionar los problemas porque eran demasiado complicados, las niñas dudaban de sus habilidades para conseguirlo y rápidamente perdían la confianza. Se trata de una diferencia sustancial en la manera de pensar sobre sí mismos que puede llevarles por caminos muy diferentes en la vida. Por una educación centrada en la autoconfianza Por desgracia, los resultados de este experimento no representan casos aislados. Esto sucede cuando las...

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