Hidratación en la Práctica Deportiva

Dr. Rafael Marín Zurdo Aquellos deportistas o personas que realizan ejercicio físico y defienden que antes, durante o después del esfuerzo físico no debe aportar líquidos pueden y deben guardar dicha teoría en el baúl de los recuerdos. No sólo es necesario hidratarse sino hacerlo de una forma adecuada tanto desde el punto de vista de cantidad como de calidad. La contracción muscular constante produce calor. Cuanto más intenso es el trabajo muscular, más  cantidad de calor se produce; durante una actividad intensa es posible aumentar la producción del mismo en más de 20 veces respecto a una situación normal. La forma más efectiva de disminuir este aumento en la producción de calor es por la refrigeración que produce la evaporación del sudor. Es por ello que un deportista, con un adecuado mecanismo termorregulador, desarrollara el mecanismo de sudoración con la forma más óptima de disminuir la temperatura corporal. El aumento de la cantidad del sudor (pérdidas de líquidos corporales y otros componentes) depende de la intensidad y duración del ejercicio, de la temperatura medio ambiental y del grado de humedad. El factor humedad ambiental es un factor de mucha importancia dado que, asociado a los otros mecanismos mencionados con anterioridad, puede aumentar enormemente la cuantía de pérdida de agua y minerales a través  de la sudoración y, por tanto, aumentar el peligro de deshidratación. El cuerpo humano está constituido por alrededor de 65 % de agua (en su mayoría agua salada). Durante la actividad corporal, se pueden perder líquidos por la sudoración existiendo el riesgo de deshidratación. La deshidratación, pérdidas de líquido corporal y, consecuentemente, de peso corporal, puede limitar de forma importante el rendimiento físico y psíquico del deportista. Hay que tener en cuenta que una pérdida, a través del sudor, de un 2% del agua reduce la capacidad física en un 20%. Se ha calculado que se puede perder 1,5 a 3 litros por hora a través de la sudoración. Una pérdida de agua por encima del 4% del peso corporal (3.2 kg. en una persona de 80 kg.) altera sensiblemente el rendimiento y la potencia aeróbica máxima; si la pérdida llega al 6% (4,8 kg. en una persona de 80 kg.) se pueden presentar calambres musculares, debilidad e imposibilidad para continuar en la actividad física. En casos extremos se puede llegar al colapso circulatorio y al fallecimiento. La reposición de líquido eliminado por la sudoración tiene el fin de restablecer el balance de agua del organismo y es en la actualidad un importante problema con el que se enfrentan los médicos y nutricionistas que cuidan de la forma física de los atletas. En el aporte...

Read More
Mujer y Actividad Física
Jul26

Mujer y Actividad Física

Dr.Rafael Marín Zurdo La mujer biológicamente está constituida de una forma diferente a la del hombre, está bajo control hormonal de tipo femenino por lo que puede presentar unas alteraciones que no están presentes en el sexo masculino. El aumento de la intensidad del entrenamiento físico en las deportistas y la incorporación de la mujer en determinados ámbitos laborales le obliga a mantener un nivel óptimo de preparación física que la puede llevar a modificaciones en la fisiología del aparato reproductor (irregularidades menstruales, etc.) y a modificaciones en el ámbito de la masa ósea con aumento potencial en la incidencia de fracturas por estrés. En la infancia, el desarrollo del niño va muy paralelo al de la niña. Ambos pueden realizar las actividades de igual forma, aunque suele destacar una mayor coordinación en las niñas. Es fundamental iniciar una actividad física en donde esté presente un aprendizaje correcto en el ámbito de la psicomotricidad, así como un hábito dietético y una alimentación adecuada. En la adolescencia, los cambios son significativos en ambos sexos. En las niñas se manifiesta un cambio físico más pronto, centrado en la menarquía (fecha de la primera regla). Es aquí cuando pueden aparecer trastornos como el retraso de la menarquía (ausencia de periodos menstruales a los 14 años). En mujeres deportistas, se ha observado un retraso en la edad de la primera regla, variando según las modalidades y el nivel de competición. Así, las mujeres que realizan entrenamientos de tipo aeróbico, en asociación con bajo peso corporal, son las que suelen tener los mayores retrasos en loa menarquía. Los estudios realizados demuestran que la edad del inicio de la menarquía se retrasaba 5 meses por cada año previo de entrenamiento intenso realizado antes de la primera menstruación. Hay otros factores que pueden desempeñar un papel importante en el retraso de la menarquía, como son factores genéticos, la raza, el nivel socioeconómico, el ambiente, la nutrición, el clima o la incidencia de enfermedades. Un segundo aspecto de interés versa sobre las irregularidades menstruales en deportistas. Se refieren al tipo de amenorrea (ausencia de menstruaciones o reglas) asociado a un balance energético negativo (insuficiente aporte calórico) e hipoestrogenismo hipogonadotrófico. Hay otros factores también relacionados como son la madurez reproductora. Podemos decir que la pérdida de masa corporal y un reducido porcentaje de grasa corporal son factores que se han relacionado con las irregularidades del ciclo menstrual, existiendo un “umbral crítico de grasa corporal”, por debajo del cual existe una predisposición a la amenorrea secundaria. Apuntar además, ciertos trastornos de la alimentación o deficiencia de nutrientes (anorexia nerviosa). Y por último, comentar las características del entrenamiento y rendimiento...

Read More
Lesiones Neurológicas en las Artes Marciales: Su Prevención
Jul23

Lesiones Neurológicas en las Artes Marciales: Su Prevención

Dr. Rafael Marín Zurdo Desde un punto de vista epidemiológico, se puede afirmar que el 60% de las lesiones tienen lugar en torneos o en competiciones, ocurriendo el 40% de las restantes en situaciones de no-competición o durante  los entrenamientos. En el primer supuesto (la competición) la mayoría de las lesiones se caracterizan por el mayor número y gravedad de las mismas. Tanto los varones como las mujeres sufren la misma cantidad y tipo de lesiones de las consideradas graves. Las lesiones craneoencefálicas en la práctica de las artes marciales se deben, en la mayoría de los casos, a golpes incontrolados tanto con el pie como con el puño y también como consecuencia de caídas sobre la cabeza o el cuello. Se ha observado, que las patadas circulares proyectadas sobre la espalda y a ciegas, o las patadas frontales o circulares inapropiadas, son las responsables de lesiones a dichos niveles. Se puede decir, en general, que el riesgo de lesiones neurológicas es pequeño en la práctica de dichos deportes. No obstante, el 50% de lesiones graves registradas en la práctica de las artes marciales son debidas a lesiones de tipo neurológico. Por consiguiente, la prevención de estas lesiones, potencialmente peligrosas, es de suma importancia. Como hemos referido con anterioridad la mayoría de las lesiones que se producen como consecuencia de golpes directos e indirectos a la cabeza y médula cervical, han tenido lugar la mayoría de ellos en escenarios escasamente o nada supervisados. Ello nos lleva a considerar que la prevención primaria consiste en un instrumento de primer orden en la seguridad de los deportistas. Dentro de la prevención primaria tenemos que destacar, en primer lugar, la necesidad de un entrenador cualificado, es decir, que dé una instrucción segura y adecuada. Al analizar este aspecto nos encontramos con la dificultad de determinar el grado de preparación de los entrenadores y esto es debido a las diferencias existentes entre federaciones, asociaciones, cursos de monitor, etc., así como las diferentes artes marciales, sus reglamentos y su regulación. Eso se puede paliar, desde el punto de vista médico-preventivo, teniendo entrevistas y contactos con los entrenadores y técnicos. También es conveniente charlas informativas con técnicos y deportistas con el fin de marcar una serie de guías y recomendaciones que se hagan respetar. Estas recomendaciones y encuentros se realizan, por desgracia, en muy escasas federaciones y delegaciones. Dentro de la prevención secundaria hay que destacar la necesidad de una sala de entrenamiento con equipamiento funcional adecuado, materiales limpios, vestuarios higiénicos y una conservación adecuada del material de que se dispone. El incumplimiento de estos aspectos indica una escasa preocupación por la seguridad de los...

Read More