¿Debe ser el Suki la primera técnica a enseñar en el Karate-do?
Jul20

¿Debe ser el Suki la primera técnica a enseñar en el Karate-do?

El Suki constituye la técnica de ataque de brazos por excelencia en el karatedo, y eso resulta indudable. Lo que sí resulta muy dudable es que, mayormente, sea el Suki la primera técnica de ataque que se enseñe a los practicantes. Al preguntar a múltiples maestros de diversas partes del mundo acerca del porqué de ese orden de enseñanza, hemos recibido cuatro respuestas fundamentales: primero, porque es la más importante; segundo, porque así lo aprendieron; tercero, porque así lo hace todo el mundo; y cuarto, porque es la más simple. Al analizar esas respuestas, y contrastarlas con la realidad, se pudo concluir que, en primer lugar, no por el hecho de ser la más importante tiene que ser necesariamente la primera en enseñarse, siempre y cuando se enseñe bien; en segundo lugar, no por el hecho que lo haya aprendido así tiene que enseñarlo igual, ya que las metodologías mejoran con el tiempo; en tercer lugar, no por el hecho que todos lo hagan es necesariamente correcto, debido a que la mayoría puede estar equivocada cuando el nuevo conocimiento aún no se ha masificado; y en cuarto lugar, que sea la más simple….¡Veamos! Para analizar la “simpleza” del Suki, nos basamos en dos puntos de vista fundamentales: el neurofisiológico, y el biomecánico. Desde el punto de vista neurofisiológico, la ejecución del Suki demanda la realización de diversas acciones complejas como la flexo-extensión y la rotación de los brazos, y el armado del puño. A eso se suma que todas esas acciones deben realizarse en simultáneo, además de combinar la psicomotricidad gruesa (flexo-extensión y rotación) con psicomotricidad fina (armado del puño (flexion de los dedos). Por lo anteriormente explicado, para un principiante esa es una de las técnicas más difíciles de todas, por cuanto presupone que tenga que pensar, y ejecutar, diversas acciones complejas al mismo tiempo. Desde el punto de vista biomecánico se observa que, para realizar suki (en este caso el Seiken que es el clásico) primero, y con carácter obligatorio aunque sea de manera inconsciente e involuntaria, durante su trayectoria de ejecución se realizan otras cuatro técnicas (que incomprensiblemente en casi todos los programas de grado se enseñan a grados superiores, debido a la supuesta complejidad que se les adjudica). En ese caso, antes de realizar el Suki, primero hay que realizar Ushiro empi – Ushiro hiji ate (cuando se lleva la mano al Hikite); segundo, durante la primera fase del movimiento hacia adelante, aparece el Gyaku ken – Ura suki; tercero, cuando se completa la extension del brazo (pero sin rotación), aparece el Shita suki; cuarto, cuando se realiza la media rotación del brazo, se concreta...

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El RI, Costo y valor.
Jun23

El RI, Costo y valor.

Las artes marciales cuentan con un sistema de grados que estructura el desarrollo evolutivo integral de sus practicantes, hasta que éstos se convierten en maestros, y algunos hasta maestros de maestros. Dicho desarrollo, en el caso de las artes japonesas (aunque sus homólogas chinas, coreanas y otras cuentan con postulados relativamente similares); se sustenta en el eje transversal del milenario postulado del SHU (aprender la reglas – obedecer), HA (romper las reglas – rebelarse) y finalmente RI (hacer las reglas – separarse). Partiendo de la lógica interna del referido postulado, en la formación de los artistas marciales debería promoverse que la mayoría llegue al nivel RI. Eso garantizaría que, cual retroalimentación, ellos mediante sus aportes puedan beneficiar tanto a los practicantes como al arte en sí misma. No obstante, debido a la concepción estática con que mayormente se asume al arte marcial (fundamentalmente basada en la premisa de mantener la tradición), y contradiciendo en pensamiento y acción a su propio postulado, se presenta mayormente una realidad completamente opuesta. Esa realidad de la comunidad marcial induce a que, tanto el costo como el valor del RI, se afecten exponencialmente, como a continuación se explica. EL COSTO.La situación más común en una clase de artes marciales es que se promueva la formación de personas que, si bien es cierto que alcanzan un alto desarrollo integral, tiene como “techo” filosófico el SHU, y derivado de ese techo se limita el conocimiento y experiencia a trasmitir (y permitir). Esa situación obliga a aquellas personas que deseen saber más (como para transgredir el nivel SHU), a que busquen información y experiencia en fuentes ajenas al dojo (donde habitualmente no pueden recibirlas). Ello induce inevitablemente a que la persona dedique una considerable parte de su tiempo, esfuerzo y recursos, para poder satisfacer sus expectativas. Esa situación se agrava cuando la información necesaria pertenece a ciencias ajenas al arte marcial, y consecuentemente no está enfocadas en ellas, por lo cual la persona debe aprenderla lo suficiente como para poder abstraerse, y encontrar el adecuado vínculo entre ambas ramas del saber, para posteriormente poder darle un adecuado uso. En ese caso, además de las ansias de saber infinito, resulta de vital importancia el pensamiento estratégico, la creatividad, la paciencia, el desprendimiento, y los valores morales entre otras cualidades psicosociales de la persona; que no solo se preocupa por acceder a un más amplio y profundo conocimiento que permita perfeccionar los paradigmas vigentes, sino a darle un adecuado uso, poniéndolo al servicio de todos. Como puede apreciarse, el esfuerzo por comprender a plenitud todo lo directa o indirectamente relacionado con el arte marcial, así como de darle el...

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Karate-Do: La escuela
Abr29

Karate-Do: La escuela

Un aspecto que divide a los maestros y practicantes de karate (al igual que del resto de las artes marciales) del mundo, es que algunos lo asumen como arte un marcial tradicional, reconociéndose como de la “vieja escuela”; y otros un como deporte de combate moderno, identificándose como de la “nueva escuela”. Al analizar cada una de esas “escuelas” se observa que, como toda obra humana, ambas cuentan con sus respectivos aciertos y errores. En el caso de la “vieja escuela”, desde el punto de vista de los aciertos, se constata (de manera general) un marcado énfasis en la educación en valores y desarrollo de la personalidad de sus practicantes, así como una mayor orientación hacia los aspectos internos de su vida como ser social. Desde otro punto de vista, relacionado con los errores, se constatan deficiencias teórico-metodológicas en la selección y dosificación de las cargas de trabajo, que además de limitar los beneficios esperados en ese sentido, pueden llegar a ser perjudiciales para la salud psico-fisiológica de los practicantes. En el caso de la “nueva escuela”, desde el punto de vista de sus aciertos, se constata que (de manera general) existe un mayor bagaje de conocimientos teórico-metodológicos que propician una adecuada selección y dosificación de las cargas de trabajo a aplicar, y consecuentemente aportan un mayor beneficio en ese sentido, así como una mayor garantía a los efectos de la salud; pero, en lo referido a sus errores, muchas veces se eliminan (o minimizan) diversos aspectos dentro de la preparación. Sin embargo, al analizar las concepciones de la preparación del karate emitida por múltiples autores pertenecientes a diversas partes del mundo, y comprendiendo un intervalo de tiempo desde 1836 hasta 2009, se pudo constatar que, de un modo u otro, todos los autores consultados coincidían en plantear que el entrenamiento se compone de la dimensión física, técnica, táctica y teórico-psicológica (shutai undo). En el caso de la preparación teórico-psicológica, a su vez, se incluye el trabajo educativo, orientado a fomentar una personalidad adecuada de los practicantes, tanto dentro como fuera del ámbito competitivo. Asimismo, dentro de los factores complementarios del entrenamiento (hojo undo) se incluye los procedimientos para promover la salud y potenciar el funcionamiento del organismo. Sobre la base del análisis anterior puede concluirse que los aciertos (o aspectos positivos-fortalezas) de cada una de esas “escuelas”, existen por coincidir con parte de los postulados que determinan el proceso de preparación de los karatekas. En el caso de los errores (o aspectos negativos-debilidades) de cada una de esas “escuelas”, existen porque discrepan con parte de los postulados que determinan el proceso de preparación de los karatekas, lo cual...

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Los maestros de las artes marciales: Maestros del arte o maestros de la enseñanza?
Abr10

Los maestros de las artes marciales: Maestros del arte o maestros de la enseñanza?

Este es un tema de vital importancia pero que no siempre se asume de la manera adecuada, afectando las acciones que de su comprensión se derivan. Por ese motivo, se analizan por separado y luego se establecen su semejanzas y diferencias. MAESTRO DEL ARTE:En el contexto profesional, desde el punto de vista de la evaluación de las competencias que deben desarrollarse para cumplir con las exigencias que demanda el perfil ideal al que aspira la persona en relación con su desempeño, la maestría fue establecida por Rudik (1989) como la última fase del dominio del contenido a aprender, definiéndola como el: “estado más cercano al perfeccionamiento, en el cual las acciones puedes ser modificadas a conveniencia en cada momento, lugar y situación”. En el mismo contexto profesional, pero desde el punto de vista de la certificación de competencias, el término más relacionado es el de Master en Ciencias (MsC), que constituye un título concedido por universidades en todo el mundo tras la finalización del estudio de postgrado en un campo específico. En cualquiera de los casos antes mencionados se deduce que, ya sea en la evaluación como en la certificación de las competencias; una persona que llega al nivel de maestría es aquella que sobrepasa los estándares promedios alcanzados por sus similares, poniéndolos en ventaja jerárquica. En ese sentido, de manera general, en el contexto de las artes marciales pudiera reconocerse como maestro del arte (además de aquel que culmina el grado de maestría en una universidad); a aquellas personas que, debido al nivel de sus ejecuciones, demuestra ser muy superior al promedio de sus homólogos. Esa tendencia, de manera general, comenzó en Europa a inicios del siglo XX, fundamentalmente Rusia, España, Alemania; y posteriormente Cuba la introdujo en el continente americano. En ese caso se propone una categorización en la cual los deportistas se certifican como Experto, Maestro y Gran Maestro del Deporte; de acuerdo a los resultados competitivos alcanzados. Bajo esos postulados, entre los grandes maestros del deporte pueden incluirse (entre otros) a los multimedallistas olímpicos y/o mundiales Sandra Sánchez, Kiyou Shimitzu, Ryo Kyuna, Rafael Aghayev, José Manuel Egea y Josepa Dudley de Karate; a Teddy Riner, Toshihiko Koga, Ilias Illiadis, Tadahiro Nomura y Yasuiro Yamahita de Judo; a Hwang Kyung Seon, Jingyu Wu, Chu Mu Yen y Servet Tazegul de Taekwondo; a Benny Urquidez de Kick Boxing; etc. En los casos anteriores, y muchos otros que no se incluyen pero que seguramente igualmente lo merecen, han demostrado inobjetablemente que son maestros de su arte, o sea, por el dominio que han alcanzado, son “maestros del hacer”. Pero, sin desmerecer la brillante trayectoria que han logrado (y como...

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Competencias metodológicas y pedagógicas en el perfil profesional del sensei de artes marciales.
Mar23

Competencias metodológicas y pedagógicas en el perfil profesional del sensei de artes marciales.

“Hacer el pollo el arroz con pollo, y olvidar el pollo”. Esa es una frase criolla de mi Cuba natal, utilizada para referirse cuando alguien hace algo y olvida lo fundamental…. Y eso sucede en las artes marciales.Todo proceso de formación profesional parte del perfil de persona que se desea formar, específicamente en lo referido a las competencias y capacidades que tiene que desarrollar para poder cumplir eficazmente la función que de ella se espera. La importancia de ese perfil consiste en que del mismo se deriva el plan de estudios (conjunto de temas a aprender, y evaluar, dentro del proceso de formación profesional).En el caso de las artes marciales, increíblemente, esa lógica tan simple y básica, no se cumple. Luego de haber estado durante los últimos 20 años investigando, y trabajando, en lo referido al perfil profesional del maestro de artes marciales, así como de los requisitos para su evaluación y categorización mediante el otorgamiento de licencias para enseñar en cada una de las especialidades como el karate, judo, taekwondo, wushyu, muay thai, etc. (Sensei, Renshi, Kysohi, Hanshi; Kru, Ajarn, Brahm Ajarn; Jiaolian, Laoshi, Shifu, Dashi; Kyosa, Seon Saeng Nim, Sabon Nim, Kwan Jang Nim; etc.)La información recopilada de ese trabajo se incluye en mi libro próximo a publicar “sistema de categorización docente de los maestros de artes marciales, partiendo del nivel de cumplimiento de las competencias que componen su perfil profesional ideal”. El mismo incluye la revisión de 218 fuentes bibliográficas de autores provenientes de casi todas partes del mundo, y abarca el período de tiempo comprendido desde 1615 hasta 2004.La alarmante conclusión que se pudo extraer de ese estudio fue que, si bien es cierto que en todos los criterios consultados se coincide en indicar como requisitos determinantes en la formación de un maestro de artes marciales los componentes (a modo de competencias profesionales) físicos, técnicos, tácticos y educativos (fundamentalmente éste ultimo); por otro lado, igualmente a manera de coincidencia casi total (salvo un escaso 2%), no hace alusión alguna a los aspectos metodológicos o pedagógicos, ni mucho menos menciona las formas en que esos aspectos deben ser evaluados (como contrariamente sí hacen con el resto de los aspectos)Esa conclusión indica claramente una limitada comprensión de la función a realizar por el maestro de artes marciales, por cuanto, lógicamente, aún cuando se dominen los aspectos propios de la especialidad (físicos, técnicos y tácticos), y se sea una buena persona; sin la herramientas (procesos y metodologías) de trabajo adecuados, será imposible cumplir adecuadamente su función, o sea, enseñar. Esa limitación de comprensión se acentúa cuando, las categorías docentes que mayormente se otorgan bajo el incompleto perfil antes...

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