Banpen Fugyō 万変不驚

Literalmente se traduce como: “Diez mil cambios, sin sorpresas”. 

Veamos los significados de los Kanji:

万: significa 10.000, que a su vez simboliza “todas las cosas”.

変: significa “cambios”, pero también “extraño” o “inusual”.

不: a menudo se usa como prefijo para significar “negación”, pero también se refiere a “infelicidad” o “desdicha”.

驚: significa “asombro” o “sorpresa”, pero también relaciona con “extraño” y “susto”.

Todo es cambiante. Cualquier cosa puede ocurrir en cualquier momento de la vida. Estos cambios son espontáneos y no deben ir nunca contra la naturaleza. Debe mantenerse mente tranquila, que no sorprende y está libre de conflictos.

No sabemos lo que ocurrirá mañana, así que no sabemos cuándo moriremos, lo que sí es seguro es que lo haremos… 

Esto nos alerta sobre el cuidado de la propia vida, incluyendo la salud física y espiritual.

Si ocurre un cambio en el proceso divino, como que aparezca un adversario e intente una acción de ataque, no debe sentirse sorpresa ni ninguna alteración emocional porque ésto es el espíritu de Banpen Fugyô.

Banpen significa: “cambio” y Fugyô: “nunca sorpresa”.

Para lograr este estado “sin sorpresas” debe entrenarse la percepción, la intuición y la capacidad de predicción, así como el espíritu de alerta. 

Se ha de ejercitar la neuroplasticidad (la flexibilidad del cerebro en cuanto a la capacidad de adaptar a los cambios a través de las diferentes redes neuronales) y, en esta forma, se conectan las neuronas, logrando la sinapsis por transmisión. Esto se consigue sin ningún esfuerzo, de forma mecánica; es a través de la práctica de repetición que se puede lograr el ideal de vivir enfrentando a la inseguridad de lo que está por venir, sin sorpresas ni miedos.

“La única certeza que se puede confirmar es el cambio”.

Por “diez mil cambios”, se entiende a “todas las cosas”, “cualquier adversidad, improvisto o espontaneidad”. En esencia, se construye constantemente el hábito de esperar un cambio, para estar así preparados ante esa adversidad espontánea que se presente en nuestra vida, sin previo aviso.

Aceptar los cambios como una parte natural de la vida, por inusuales o extraños que parezcan, es Banpen Fugyô.  Uno no debe sorprenderse o asustarse, simplemente debe adaptarse a la nueva situación porque, en medio de este proceso de cambio constante, es necesario ver con claridad la esencia natural de las cosas que suceden. 

En la vida, ya sea: en el amor, las amistades, la familia o el trabajo… siempre estamos preparados, de forma innata, para recibir sorpresas positivas: más amor, más apreciación, más respeto, en definitiva: “más felicidad”. Todas las “sorpresas positivas” son acogidas y recibidas con alegría; es reacción espontánea que no necesita preparación. Pero cuando esas sorpresas son negativas, debe haber habido un entrenamiento anterior para “no ser sorprendidos”.

Comprender que lo que hoy existe, lo que hoy está al alcance, lo que hoy y ahora mismo se tiene entre las manos, es posible que mañana no lo esté: se ha volatizado, disipado o desaparecido…  Sólo a través de la aceptación de los cambios se puede superar lo imparable, renunciar a aquello que deseamos y queremos, sin apego, sin dependencia, sin necesitar… 

Pero cuando no es posible esa aceptación, por los motivos que sean, siempre hay salida; siempre permanecerá: el espíritu Fudōshin  不動心 (contiene 不 “fu”: negación, como en fugyô; seguido de 動 “do”: movimiento y de 心»shin» o “kokoro”: espíritu, mente o corazón). Literalmente significa: mente/espíritu o corazón inmóvil. Este estado inmutable o inalterable carece de la mente que lo “analiza todo” y del “surgir de los miedos”, por lo que es capaz de controlar todo aquello que le perturba o causa sorpresa negativa o desdicha, porque “nadie es insensible” (hombre o mujer) y porque se tiene la capacidad de “redirigirlo todo”. Se puede mantener la calma de espíritu, mente y corazón inmóvil para manejar y manipular  todas las situaciones, todos los cambios: ante lo que se ama o se desea, ante lo que es realmente importante para uno mismo, ante aquello que quiere sorprendernos negativamente o ante aquello a lo que no se está dispuesto a renunciar… 

—Pero, ¿cómo lograr ésto? 

—Adaptando sin importar las consecuencias, apostando por la victoria de todo lo que merece la pena luchar, dejando fluir, siguiendo la corriente hasta el infinito mar… en la forma natural hacia adelante… lo que concede libertad y aporta felicidad; sin sorpresa, sin tristeza, sin miedos: ¡Banpen Fugyō 万変不驚!

Junto a este concepto tenemos también: Shizen gyoun ryusui 自然行雲流水, que viene a decir “los movimientos naturales de las nubes flotantes y el agua fluyen”.

Este espíritu/estado es aplicable en el Budô, las Artes Marciales, y en la vida cotidiana de todos los seres humanos.

¡La vida es cambio!

吉田春 HARU YOSHIDA

Haru Yoshida

Author: Haru Yoshida

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