Benefícios Emocionales de la Práctica de las KATAS-DO

“Si puedes definirte porque te conoces, valoras lo que eres y pones todo ese conocimiento a tu servicio para conseguir tus objetivos, tus acciones se alinean con el sentido de tu vida”.

Cuando consigues cumplir con tus objetivos la persona se siente realizada. La práctica continuada de las katas-do precisan de una sucesión de pequeños objetivos encerrados en el aprendizaje: la técnica; la respiración; el equilibrio; la potencia, etc., sumado y mantenido en el tiempo, acaba por transformar al practicante acercándole a la sensación de “sentirse realizado”. Estas percepciones fertilizan la vida social mejorando las relaciones con los demás.

¿Qué nos aporta la práctica de las katas-do?

1º. Satisface las necesidades psicomotrices que el cuerpo necesita. 
Cuando la persona abandona el ejercicio que el cuerpo demanda diariamente, aparece una sensación negativa que comienza haciendo que el cuerpo pese cada vez más y más. Con el tiempo esa sensación se proyecta en la mente provocando “malestar” psicológico, es un estado de desazón que la persona no puede identificar con claridad y si lo consigue lo hace con decepción se si misma. Podemos decir que, 
“LAS KATAS-DO SON DOSIS PSICO-FÍSICAS DE AUTORREALIZACIÓN”.

2º. Cuando practicas un kata, tomas conciencia de ti mismo.
Te reconoces a través de los movimientos, SIENTES TU CUERPO y comprendes el sentido del movimiento. Esto es un gran entrenamiento de autorrealización.

3º. La complejidad que implica la realización de un kata induce en cada acción a que el practicante tenga una percepción clara de la realidad. 
Cada instante es único e irrepetible, las técnicas y combinaciones obligan a sentir cada “aquí y ahora” produciendo una HUMILDE SENSACIÓN DE PLENITUD. Este proceso acaba por proyectarse en cualquier campo de la vida: relaciones interpersonales, con la naturaleza, con la familia, en el trabajo, estudios, etc. Uno acaba sintiendo “qué es lo realmente importante en la vida”.

4º. Cuando se realiza un kata-do: lo que se piensa, cómo se procede y lo que expresas verbalmente, debe coincidir. 
PENSAMIENTO, ACCIÓN Y PALABRA se aúnan. Decimos que tu comportamiento ha sido auténtico. Extrapola este procedimiento a tu actuación en la vida y verás que tu vida será “auténtica” si sigues este CAMINO del DO.

5º. ¿Qué quiero expresar? 
Cada kata presenta innumerables problemas: preparación física, memorización, técnica, pero en la practica del kata-do, a parte de todo lo anterior, se busca la parte abstracta. Cuando se realizan las katas de una manera mecánica y perfecta para ajustarse a un reglamento moda, el practicante parece un estereotipo que sigue una programación digital, pero cuando se realiza con el concepto “–DO”, es el fallo lo que produce la mayor estimulación y concienciación. Ser consciente de esto nos proporciona un infinito campo de percepciones pues el movimiento perfecto no existe. El único movimiento perfecto es la muerte, y mejor, por ahora ¡no! EL KATA-DO ES UNA EXPRESIÓN DE VIDA y la vida es imperfecta.

6º. Las relaciones con los demás mejoran.
La palabra “Dojo”, quiere decir “lugar donde se alcanza la iluminación”. 
Esta grandilocuente frase se ha malinterpretado en occidente habiéndose relacionado con poderes superiores mezclados con capacidades beatíficas. “Iluminación” tampoco debe interpretarse con, “encender la luz del Dojo”… Iluminación debe relacionarse con “ser consciente” y en nuestro humilde campo de las Artes Marciales esta circunstancia se produce constantemente en cada movimiento. Por eso decimos: “lugar (Dojo) donde se alcanza (se entrena) la iluminación (la conciencia de uno mismo)”. 
Como consecuencia: amabilidad, dar las gracias, ayudar y dejarse ayudar (concepto de Sempai), dar cariño, paciencia, saludar (Rei), alegría, etc. Es decir: el DOJO es el lugar donde el alumno se ilumina respetándose y respetando (conciencia).

7º. El que está en la búsqueda de la autorrealización, disfruta durante el entrenamiento de las katas-do y este disfrute acaba por manifestarse en la forma de ver la vida. La vida acaba percibiéndose como un kata-do.

8º. Las katas-do tienen la posibilidad de estimular una gran variedad de emociones, movimientos, combinaciones y debido a la infinita complejidad del movimiento humano, la capacidad de crear movimientos es también infinita. Nunca logramos hacer una kata idéntica, ser conscientes de las variables es lo que nos hace Artista Marciales.

9º. En el Dojo el alumno se siente querido por el Sensei y protegido por el grupo. A diferencia con otros deportes, es el carisma, la personalidad, el afecto del Maestro lo que se proyecta en el alumno. No hay Karate-do sin Maestro. Si no se produce este proceso de transferencia, sin el alma del Sensei, estamos en la práctica propia del deporte. Cuando un Dojo se centra en la técnica o en los resultados deportivos, lo cual es muy lícito, hablamos de instructores, monitores o técnicos, pero no de KARATE-DO. Este punto siempre ha tenido controversia, pero el simple análisis de la frase “Arte Marcial” contra “Deporte Marcial” lo aclara con firmeza.

10º. La EMPATÍA es ponerse en el lugar del otro y tener la capacidad de experimentar sus emociones. “La Autorrealización desarrolla como efecto sustancial de la capacidad empática”. La lucha contra el kata es una lucha contra ti mismo y por medio del entrenamiento acabas por comprender que esta lucha es igual para todos…”lo que yo siento es lo mismo que siente el otro”.

11º. Durante la practica de las katas-do siempre estamos buscando algo que mejorar, las posibilidades son múltiples. No he conocido a ningún karateka que después de realizar un kata diga que la ha hecho perfecta. Esta circunstancia nos hace sentir que siempre estamos en la búsqueda de experiencias cumbre, es decir en entrenamiento de la AUTORREALIZACION. Es un trabajo para toda la vida porque la kata no cambia nunca, nosotros envejecemos, estamos sujetos a cambios emocionales, vivimos diferentes paradigmas, avatares múltiples y debemos adaptarnos constantemente, por eso la enigmática e inmutable kata siempre está ahí para ayudarnos a encontrarnos a través de ella.

Artículo 3º de tres y final.

Gustavo A. Reque Cereijo

Author: Gustavo A. Reque Cereijo

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2 Comments

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    Gracias, Maestro.
    Cuando alguien llega primero, un Budokausurra en su Kokoro: “ ¿ Ves? Se puede llegar”
    Hacer Kata es como dibujar sobre lienzo en blanco. Cada ocasión de hacer Kata es un nuevo retrato sobre El. Vacío, Ku… de donde “Todo Lo Que Es” emerge…. El Cuerpo como pincel, Ki , la intención,como color.

    Porque en un Universo de naturaleza mental, o acaso qué es La Materia sino una infinita interacción de partículas, todo, entonces, es una suerte de ritual, de símbolo vivo de ese que llaman “Yo Soy”.

    Gracias siempre.
    Á. Ponte

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  2. Avatar

    Disculpen, Maestros.
    Si me permiten, no quisiera dejar dejar de puntualizar, en pro de una comprensión más “contemporánea” occidental, que ciertos términos, expresiones de esos que llevan ciertos tintes de sonoridad “mística”, son, en su concepto, idénticos términos que podemos encontrar en contextos de índole científica. Conceptos/términos tales como “Materia oscura”; “Materia ordinaria” o “partículas elementale”:::

    Esa “última realidad”, independientemente de ser asumida o aún menos entendida, es la que sosriene todo lo demás, todo lo que se viene llamando Universo. Y así también, creo humildemente que no se puede olvidar (por aquellos aue buscan profundidad), que El Universo no es algo más o menos exotico; más o menos romántico donde brillan algunas estrellas y pululan un puñado de planetas… Universo es, también, lo que en este nivel de existencia llamamos “Vida en La Tierra”.
    No se debe olvidar, tampoco, que el cerebro está hecho de átomos… o sea, de partículas ele-mentales.

    De modo que poetizar con un lenguaje “místico”, quizás no tenga más objetivo que el de estimular una visión colorida de una informaación, de unos hechos… otra cosa será que guste o no, dado que posicionarse “al fondo de todo”, acarrea el emfrentarse a otro nivel de responsabilidad de uno consigo mismo y, por tanto, hacia los demás.

    Gracias de nuevo por su tiempo y vocación.
    Á. Ponte

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