Implicación de los Glúteos en las Acciones Técnicas de Karate

Manuel Ortega Fernández CN-5ºDan

Tesína para 5º Dan

Índice general

1.- Introducción.

2.- Breve descripción anatómica y funcional de los glúteos.

3.- Función biomecánica de los glúteos en la vida normal

3.1.- Marcha.

3.2.- Carrera.

4.- Intervención muscular de los glúteos en el desplazamiento en zenkutsu-dachi

5.- Intervención muscular de los glúteos en un giro de 90º por la espalda.

6.- Intervención muscular de los glúteos en las patadas mae-geri y yoko-geri

6.1.- Mae-geri

6.1.1.- Mae-geri desde hachiji-dachi

6.1.2.- Mae-geri desde zenkutsu-dachi

6.2.- Yoko-geri

6.2.1.- Yoko-geri desde hachiji-dachi

6.2.2.- Yoko-geri desde zenkutsu-dachi

7.- Conclusiones.

8.- Bibliografía.

1.- Introducción

Tras muchos años de práctica, y en mis últimos años como profesor, he constatado la importancia que tiene el conocimiento de la anatomía y fisiología muscular (miología) para la correcta ejecución técnica de los movimientos de kárate. Además, me ha llamado la atención el papel que desempeñan los glúteos en cualquier técnica de kárate debido a su localización y los problemas que acarrea una mala utilización de los mismos. Siendo su dominio uno de los errores técnicos más habituales dentro de las clases de kárate, sirve de motivación para desarrollar el análisis detallado que aquí se presenta como trabajo para la obtención del 5º dan de kárate.

La importancia de la cadera dentro de la vida diaria depende de su estabilidad y movilidad, ya que ambos factores pueden limitar el desempeño cotidiano tanto del tren inferior como superior del cuerpo. Ambas extremidades inferiores están conectadas entre sí, además de con el tronco, mediante las articulaciones coxo-femorales de la cadera. Esto implica que cualquier movimiento en una de sus partes puede influir sobre el resto, formando de esta manera, una cadena cinética cerrada por la que viajan las fuerzas desde el suelo por la cadera hacia el tronco, o hacia el suelo desde el tronco por la pelvis, la rodilla y el pie. Debido a la conexión de los distintos grupos musculares que conforman dicha cadena cinética hay que tener presente que la acción muscular de los glúteos estará siempre acompañada por la acción muscular de sus músculos antagonistas, tanto de forma estática como dinámica, para dominar cada uno de sus movimientos. Esto significa que siempre existe un par de fuerzas contrarias que provocarán el desplazamiento del cuerpo o de alguna de sus extremidades.

Los gestos técnicos que se explican en el presente trabajo están divididos en fases para su mayor comprensión, aunque hay que tener presente que cada gesto técnico forma parte de una cadena cinética que se ejecuta de manera continua y fluida. De esta manera, el presente estudio comenzará describiendo los lugares de origen e inserción de los glúteos y los movimientos que provoca su contracción dependiendo del punto fijo que se tome. El siguiente capítulo resaltará la importancia que tienen los glúteos en actividades de la vida diaria como son la marcha y la carrera, para luego exponer su implicación en los desplazamientos, giros y patadas característicos del kárate shotokan.

2.- Breve descripción anatómica y funcional de los glúteos

Antes de estudiar la localización anatómica de los glúteos y su función hay que mencionar que la región glútea, o de la pelvis, está formada por nueve músculos, como son: glúteo mayor, glúteo mediano, glúteo menor, piramidal, obturador interno, obturador externo, géminos y cuadrado crural. Todos estos músculos tienen como origen la cara externa de la pelvis, a excepción del piramidal y el obturador interno que nacen en la cara interna, y tienen como zona de inserción el trocánter mayor o sus inmediaciones. Debido a su localización, estos músculos también suelen denominarse, aparte el glúteo mayor, los músculos pelvitrocantéreos cuya acción muscular principal, excluyendo a los glúteos, es la rotación externa de la pierna. Las acciones musculares de los glúteos son más complejas debido a sus puntos de origen e inserción además de por los distintos fascículos musculares que los integran pero tienen como objetivos principales la estabilización y movilización de la articulación coxo-femoral o cadera. A continuación se expone, con más detalle, la descripción anatómica y funcional de cada uno de ellos:

Glúteo mayor. Tiene como origen la cresta y superficie posterior del hueso ilíaco, la cara posterior del sacro y cóccix y el ligamento sacrociático mayor. Se inserta en la cresta del glúteo mayor del fémur y el tracto iliotibial (Ver Imagen 1). Sus acciones musculares son, tomando como punto fijo la pelvis, la extensión y rotación externa del muslo; y tomando como punto fijo el fémur, levanta la pelvis sobre los fémures y ejerce un papel de los más importantes en la estación bípeda. Si actúan ambos glúteos mayores a la vez, provocan la retroversión de la cadera.

Glúteo mediano. Tiene como origen la cara externa del hueso ilíaco y se inserta en el trocánter mayor del fémur (Ver Imagen 1). Su acción principal cuando se toma como punto fijo la pelvis, es la abducción del muslo, mientras que produce la rotación externa de la pelvis cuando está fijo el fémur además de estabilizar lateralmente la pelvis cuando nos apoyamos sobre un solo pie.

Glúteo menor. Tiene como origen la cara externa del hueso ilíaco por delante del glúteo mediano y se inserta en el trocánter mayor del fémur (Ver Imagen 1). Debido a dicha localización, tiene la misma acción que el glúteo mediano; siendo abductor cuando toma por punto fijo la pelvis, mientras que si toma por punto fijo el fémur endereza e inclina lateralmente la pelvis. También produce la anteversión de la cadera cuando se contraen ambos lados. En compañía de los otros dos glúteos desempeña un importante papel en la estática del tronco al inmovilizar la pelvis (Sobotta, 2001: 321; Testut y Latarjet, 1987: 1096-1103; Thibodeau, 2001: 302).

M.Ortega1

Imagen 1. Origen e inserción del glúteo mayor (i), menor (j) y mediano (k).

1.- Función biomecánica de los glúteos en la vida normal

La importancia de los glúteos dentro de cualquier actividad de la vida diaria queda justificada debido a su localización y función como estabilizadores e impulsores de la cadera. Pero su principal contribución es observable cuando se necesita una extensión vigorosa de la cadera, aparte de los músculos isquiotibiales. Esto sucede en las carreras cuesta arriba, subir escaleras, levantarse de una sentadilla profunda, esprints, o levantarse de una silla. El glúteo mayor parece estabilizar la pelvis durante la marcha en vez de contribuir significativamente a la generación de fuerzas de extensión. Ya que el muslo esta casi extendido durante la marcha, la función del glúteo mayor es más de extensión del tronco e inclinación posterior de la pelvis. En el apoyo del pie con el suelo cuando el tronco se flexiona, el glúteo mayor evita que el tronco se incline hacia delante.

El principal abductor del muslo en la articulación de la cadera es el glúteo mediano. Este músculo se contrae durante la postura en la marcha, la carrera, o el salto para estabilizar la pelvis para que no caiga del lado del miembro que no está apoyado. El glúteo menor, el tensor de la fascia lata y el piriforme también contribuyen a la abducción del muslo, siendo el glúteo menor el más efectivo de los tres. Los músculos responsables principalmente de la rotación externa son el glúteo mayor, el obturador externo y el cuadriceps femoral. El obturador interno, el gemelo inferior y superior y el piriforme contribuyen a la rotación externa cuando el muslo esta extendido. Los dos músculos más involucrados en la creación del movimiento de rotación interna son el glúteo mediano y menor, pero dependiendo de la posición inicial de la pierna (Hamill y Knutzen, 1995: 213-214).

1.1.- Marcha.

Lo primero que hay que destacar durante la marcha es que los músculos alrededor de la pelvis y la articulación de la cadera contribuyen mínimamente a la verdadera propulsión durante la marcha y están más implicados en el control de la pelvis.

En el contacto del talón en la fase de frenado de la marcha, hay una actividad moderada en el glúteo mediano de la extremidad que mantiene el peso corporal para mantener la pelvis equilibrada (Ver Imagen 2). Se observa una actividad similar en el glúteo menor, que se contrae para ayudar al glúteo mediano en la estabilización de la pelvis. También trabajan los aductores para ayudar a estos músculos en el control de la extremidad durante el apoyo y el glúteo mayor está activo durante el contacto del talón para ayudar al movimiento de avance del cuerpo sobre la pierna (Ver Imagen 2).

M.Ortega2

Imagen 2. Fases de propulsión (1), apoyo medio (2), despegue del pie (3), balanceo de la pierna hacia delante (4) y de frenado (5), de la marcha.

Más tarde, en la fase de propulsión, el muslo comienza a separarse y hay un aumento de la actividad en el glúteo mediano con ayuda de los aductores de la extremidad contraria. Tanto el glúteo mayor como los isquiotibiales también están activos al final de la fase de propulsión para realizar su contribución a la propulsión de la marcha. Al final de la fase de balanceo de la pierna, la extremidad se frena por la acción de los isquiotibiales y el glúteo mayor (Ver Imagen 2) (Hamill y Knutzen, 1995: 216-218).

1.2.- Carrera.

En la fase de apoyo de la carrera, el glúteo mediano y el tensor de la fascia lata están activos justo antes del contacto y al comienzo de la fase de frenado durante la fase de apoyo del pie en el suelo ya que controlan la pelvis respecto al suelo para evitar que se incline hacia el lado contrario. También están activos durante esta primera fase el glúteo mayor y los isquiotibiales, que controlan excéntricamente la extremidad en flexión. Cuando aumenta la velocidad de la carrera disminuye ligeramente la actividad de los glúteos mayor, mediano y menor; mientras que aumentará la actividad de los isquiotibiales.

Durante la fase de propulsión de la carrera, los isquiotibiales están muy activos durante la extensión del muslo. El glúteo mayor también contribuye a dicha extensión durante la parte final de esta fase, mientras que producen la rotación externa hasta el despegue del pie del suelo.

Al final de la fase de balanceo de la pierna, existe una mayor solicitación muscular del glúteo mayor y los isquiotibiales para decelerar el muslo flexionado que avanza con rapidez. A medida que aumenta la velocidad de la carrera también aumenta la actividad del glúteo mayor ya que asume más responsabilidad para decelerar el muslo en la preparación para el apoyo del pie (Hamill y Knutzen, 1995: 218-220).

2.- Intervención muscular de los glúteos en el desplazamiento en zenkutsu-dachi

Para estudiar la implicación muscular de los glúteos en la posición zenkutsu-dachi y el desplazamiento en esta posición, vamos a dividir el movimiento de avance en 5 etapas (Ver Imagen 3): posición inicial de zenkutsu-dachi, medio paso de la pierna atrasada, piernas juntas, avance medio paso de la pierna derecha, posición final de zenkutsu-dachi.

Fase 1: en esta posición, ambos glúteos mayores están trabajando aunque de manera diferente. El glúteo mayor derecho se encuentra en una contracción concéntrica debido al impulso de extensión de la pierna, mientras que el izquierdo realiza una contracción estática para estabilizar la cadera.

Fase 2: el cuerpo avanza ligeramente mediante la extensión de la cadera al frente. El glúteo mayor de la pierna izquierda se contrae para mantener la altura y extender la cadera hacia delante. El glúteo mediano derecho estabiliza la cadera, mediante su contracción estática, para evitar la oscilación o inclinación lateral de la cadera mientras que el glúteo menor se contrae ligeramente para ayudar a los aductores en la aproximación y rotación interna de la pierna derecha hacia la izquierda.

Fase 3: ambas piernas se encuentran a la misma altura, soportando la pierna izquierda todo el peso del cuerpo. La contracción estática de los glúteos de dicha pierna, junto con el trabajo estático de los extensores de la cadera, la rodilla y el tobillo, estabiliza la cadera, manteniéndola al frente y evitando su inclinación. La contracción de los glúteos de la pierna derecha es ligera para mantener la cadera estabiliza y sin inclinaciones.

Fase 4: los roles se invierten, la pierna izquierda que ha permanecido en contracción estática va a realizar la propulsión del cuerpo en avance gracias a la contracción de los músculos extensores (glúteos e isquiotibiales). Los músculos de la pierna derecha preparan los movimientos de flexión de la cadera, la rodilla y el tobillo que ahora trabajan en estático. Como se dijo anteriormente, el aumento de la velocidad de avance de la cadera, y con ella de la pierna, requerirá una mayor contracción del glúteo mayor.

Fase 5: se produce la extensión de la cadera y la pierna debido a la contracción dinámica del glúteo mayor. La abducción de la pierna derecha, para colocar el pie que avanza en su anchura correcta, se debe a la contracción dinámica de los glúteos mediano y menor. (Courtonne, 1996a: 133-137; Courtonne, 1996b: 28-32).

M.Ortega3

Imagen 3. Fases del avance en zenkutsu-dachi.

La implicación de los glúteos en el desplazamiento en zenkutsu-dachi en retroceso aunque no difiere significativamente respecto al desplazamiento en avance, sí se observan al menos dos diferencias que merecen la pena ser comentadas. En primer lugar, el glúteo mayor tanto de la pierna de apoyo como de la pierna en retroceso se contraen de manera estática para estabilizar el tronco respecto a la cadera y el tren inferior, y evitar así las oscilaciones antero-posteriores y laterales. Dicha acción mantendrá la posición erguida del tronco y su equilibrio a lo largo de todo el movimiento, convirtiéndose en una acción fundamental para la correcta ejecución de las acciones musculares posteriores. Y en segundo lugar, se aprecia una contracción dinámica del glúteo mediano de la pierna en retroceso, y del glúteo menor como ayudante, durante las últimas dos etapas del movimiento, para producir una rotación externa de la pierna y facilitar el apoyo completo del pie en el suelo. Esta acción permitirá el trabajo posterior de las caderas en la aplicación de cualquier técnica.

3.- Intervención muscular de los glúteos en un giro de 90º por la espalda

Los músculos que ayudan a los glúteos en cualquier giro son los aductores para aproximar la pierna que avanza y facilitar de esa manera el giro del cuerpo sobre su eje longitudinal. Además, los abdominales actuarán de forma accesoria junto a los glúteos para mantener la posición erguida del tronco.

La acción muscular de los glúteos durante cualquier giro se refiere a su participación como músculos extensores y estabilizadores de la cadera, apareciendo las diferencias dependiendo de la posición inicial y final del giro. Aquí se explicará el giro de 90º por la espalda desde zenkutsu-dachi con la pierna derecha adelantada hasta zenkutsu-dachi con la pierna izquierda adelantada, debido a su frecuente aparición en las katas del estilo shotokan. El movimiento de giro puede dividirse, al igual que el zenkutsu-dachi, en 5 etapas, que de forma genérica son: posición inicial, medio paso, piernas juntas, medio paso de avance y posición final.

Fase 1: como se explicó en la etapa 1 del zenkutsu dachi, pero con la pierna derecha adelantada, el glúteo mayor de la pierna izquierda esta contraído de manera concéntrica debido a la extensión de la pierna, mientras que el glúteo mayor de la pierna derecha realiza una contracción estática para estabilizar la cadera al frente.

Fase 2: en esta etapa la pierna izquierda avanza medio paso. El glúteo mayor de la pierna de apoyo aumenta su contracción estática para estabilizar la cadera y soportar mayor parte del peso corporal, además de comenzar su extensión hacia delante. Al mismo tiempo, el glúteo mediano estabiliza la cadera lateralmente, mientras que el glúteo menor de la pierna izquierda se contrae ligeramente, como ayuda de los aductores, para aproximar y rotar hacia dentro la pierna.

Fase 3: en esta etapa se produce el giro propiamente dicho. La acción de los glúteos de la pierna de apoyo (derecha) es máxima para evitar la oscilación lateral de la cadera (glúteo mediano y menor) y la oscilación antero-posterior y la inclinación del tronco (glúteo mayor). Además, el glúteo mayor de dicha pierna se contrae de forma concéntrica, en coordinación con los aductores, para producir la rotación externa de la cadera en la dirección deseada. La contracción de los glúteos de la pierna que avanza (izquierda) es ligera para mantener la cadera estabilizada. También hay que mencionar que cuanto mayor sea la velocidad de giro, mayor será la implicación de los glúteos de la pierna de apoyo para estabilizar la cadera y el tronco.

Fase 4: la pierna derecha realizará la propulsión del cuerpo en avance gracias a la contracción de los músculos extensores. El glúteo mayor, junto con los isquiotibiales, extienden la cadera hacia delante, manteniendo el tronco erguido, mientras que el glúteo mediano y menor se contraen de forma concéntrica para dirigir el cuerpo hacia delante mediante la abducción de la pierna derecha respecto al tronco. Los músculos de la pierna izquierda se contraen de manera estática preparándose para la flexión de la cadera, la rodilla y el tobillo.

Fase 5: se produce la extensión completa de la cadera y la pierna debido a la contracción dinámica del glúteo mayor. La abducción de la pierna izquierda, para colocar el pie que avanza en su anchura correcta, se debe a la contracción dinámica de los glúteos mediano y menor. El glúteo mayor de la pierna izquierda se contrae ligeramente, en coordinación con el otro glúteo mayor, para estabilizar la cadera al frente en retroversión.

Cuando las posiciones iniciales y finales o el grado de giro son distintos a los explicados con anterioridad, las acciones musculares de los glúteos serán diferentes tanto en intensidad como en dirección. Así por ejemplo, si pasamos de un zenkutsu-dachi a un kokutsu-dachi con un giro de 90º por la espalda, la intervención de los glúteos a partir de la 3ª etapa será completamente distinta, ya que el peso corporal descansa en su mayor parte sobre la pierna atrasada, necesitando una contracción estática de dichos glúteos para estabilizar y no para extender la pierna como en el caso arriba descrito. Por eso, habrá que estudiar cada caso de forma particular para comprender la intervención de los glúteos en cada uno de ellos.

4.- Intervención muscular de los glúteos en las patadas mae-geri y yoko-geri

En este apartado se analiza la acción muscular de los glúteos en la realización de las patadas mae-geri y yoko-geri, desde una posición natural (hachiji-dachi) y desde la posición de zenkutsu-dachi. Los gestos técnicos serán analizados en distintas fases o etapas con el objeto de describir minuciosamente la intervención muscular de los glúteos en cada una de ellas.

4.1.- Mae-geri

El papel de los glúteos es fundamental durante la ejecución del mae-geri debido al impulso que provocan en las caderas y la estabilización lateral que mantienen durante el movimiento, pero el equilibrio muscular entre los extensores y los flexores de la cadera es igualmente importante ara evitar ser rechazado durante el impacto de la patada. Al ser el mae-geri una patada frontal, es probable que las fuerzas de reacción provocadas por el impacto contra el objetivo produzcan inclinaciones o alteraciones en el plano frontal, lo que significa que deberán ser contrarrestadas por los flexores de la cadera, principalmente los abdominales y el psoas-ilíaco. Por ello, el desarrollo muscular y armónico de la musculatura antagonista de la articulación coxo-femoral será un factor determinante en la eficacia de esta técnica.

4.1.1.- Mae-geri desde hachiji-dachi

Fase 1: en esta etapa, los glúteos de ambas piernas están contraídos ligeramente para mantener la cadera estabilizada en todos sus ejes.

Fase 2: el glúteo mediano y menor de la pierna de apoyo se contraen estáticamente para estabilizar lateralmente la cadera y el glúteo mayor se contrae ligeramente para estabilizar el tronco, mientras que los glúteos de la pierna flexionada que realizará el mae-geri permanecen relajados.

Fase 3: el glúteo mayor de la pierna de golpeo se contrae dinámicamente para extender la pierna y colocar la cadera en retroversión y extender la cadera en dirección a la patada, junto con la acción combinada de los glúteos de la pierna de apoyo. El impacto del mae-geri contra el objetivo produce el reclutamiento en contracción estática de los glúteos de ambas piernas para evitar ser rechazados hacia atrás.

Fase 4: la intervención muscular de los glúteos en esta etapa es similar a la explicada en la etapa 2, aunque pueden existir ciertas diferencias dependiendo de la estabilidad conseguida en la etapa anterior. Si el impacto del mae-geri contra su objetivo ha producido algún movimiento de oscilación o inestabilidad en la articulación de la cadera deberá recuperarse el equilibrio mediante la acción muscular de los glúteos mediano y menor si dicha inestabilidad es lateral, o mediante el glúteo mayor si la oscilación se produce en el planeo antero-posterior. No hay que olvidar que la recuperación del equilibrio también dependerá de la musculatura antagonista que rodea la cintura pélvica, como son los aductores y los abdominales.

Fase 5: al igual que en la etapa 1, los glúteos de ambas piernas permanecen contraídos a la espera de realizar otra acción. Si no se recuperó la estabilidad del tronco en la fase anterior, este es el momento para hacerlo (Ver Imagen 4) (Courtonne, 1996a: 100-102; Courtonne, 1996b: 72-74).

M.Ortega4

Imagen 4. Fases del mae-geri desde hachiji-dachi.

4.1.2.- Mae-geri desde zenkutsu-dachi

Las diferencias técnicas y musculares respecto al mae-geri realizado desde la posición hachiji-dachi se encuentran en la transición entre la 1ª-2ª etapa y la 4ª-5ª etapa. Esto significa que la acción muscular de los glúteos desde la 2ª hasta la 4ª posición es idéntica a la descrita en el párrafo anterior (Ver Imagen 5). También hay que señalar que las acciones musculares en la posición inicial y final de estos movimientos son similares a las anteriormente comentadas para la posición zenkutsu-dachi, por lo que la explicación del trabajo muscular de los glúteos durante su realización es la combinación de ambos trabajos.

M.Ortega5

Imagen 5. Fases del mae-geri desde zenkutsu-dachi.

4.2.- Yoko-geri

En este apartado se explicará la implicación de los glúteos en la patada yoko-geri kekomi, por ser otra de las patadas más significativas dentro del estilo shotokan y de las más representadas en sus katas. Este análisis puede fundamentar la explicación de la patada yoko-geri keage debido a sus múltiples similitudes aunque hay que señalar algunas diferencias técnicas que supondrán una implicación distinta de los glúteos. Estas diferencias son dos: en primer lugar, la flexión de la pierna de golpeo se realizará también en abducción y rotación externa para dirigir la rodilla en la futura dirección del yoko-geri; y en segundo lugar, el recorrido del pie de golpeo, que describirá un semicírculo alrededor de la rodilla en dirección al objetivo.

4.2.1.- Yoko-geri desde hachiji-dachi

La descripción del trabajo muscular de los glúteos durante esta acción técnica se dividirá en 7 etapas (Ver Imagen 6):

Fase 1: posición inicial en hachiji-dachi. La acción muscular de los glúteos ya fue descrita en el capítulo dedicado al mae-geri desde hachiji-dachi.

Fase 2: en esta etapa se eleva la rodilla derecha en dirección al pecho mientras que se flexiona ligeramente la pierna de apoyo. El glúteo mediano, con la ayuda del glúteo menor, se contrae de forma estática para estabilizar la cadera lateralmente mientras que el glúteo mayor está contraído para evitar la anteversión de la cadera. Los glúteos de la pierna flexionada se encuentran relajados.

Fase 3: en esta fase comienza a lanzarse la pierna derecha hacia el objetivo. El glúteo mediano y menor de la pierna de apoyo se contraen de forma dinámica ligeramente para producir la abducción del tronco respecto a la pierna de apoyo y dirigir la cadera hacia el objetivo. Del mismo modo, los glúteos mediano y menor de la pierna que realizará el yoko-geri se contraen dinámicamente para abducir y extender dicha pierna.

Fase 4: esta es la fase de impacto de la patada, donde se produce una contracción estática de los glúteos mediano y menor de la pierna de apoyo para estabilizar la cadera en la posición alcanzada y soportar las fuerzas de reacción originadas en el choque. Además, el glúteo mayor de la pierna de apoyo se contrae ligeramente para rotar la pierna y el pie hacia el exterior, y dirigir el cuerpo hacia el objetivo. El glúteo mayor y mediano de la pierna estirada se contraen para extender la pierna y estabilizar la cadera respectivamente.

Fase 5: en esta etapa comienza la recogida de la pierna. El glúteo mediano de la pierna de apoyo debe contraerse de forma dinámica ligeramente para soportar todo el peso del cuerpo y recuperar la posición inicial. El glúteo mayor y mediano de la pierna que se recoge se han relajado totalmente para facilitar su recuperación a la posición inicial.

Fase 6: esta posición es la misma que la descrita en la etapa 2, por lo que las acciones musculares de los glúteos son idénticas. Tan sólo hay que matizar que si las fuerzas de reacción producidas en el impacto de la pierna contra su objetivo han comprometido el equilibrio del karateka se deberán contraer los glúteos (mayor, mediano y menor) para estabilizar la cadera lateralmente y alcanzar la posición erguida del tronco.

Fase 7: posición final en hachiji-dachi. El trabajo muscular de los glúteos es similar a la posición final del mae-geri desde hachiji-dachi, por lo que no volverá a ser descrito (Courtonne, 1996b: 88-90).

M.Ortega6

Imagen 6. Fases 2-6 en la ejecución de yoko-geri desde hachiji-dachi.

4.2.2.- Yoko-geri desde zenkutsu-dachi

Las acciones musculares de los glúteos durante la ejecución de esta técnica suponen la combinación de las acciones musculares explicadas para el avance en la posición zenkutsu-dachi y las descritas en el apartado anterior para la ejecución del yoko-geri desde la posición hachiji-dachi.

5.- Conclusiones.

La importancia de los glúteos en la vida diaria es máxima debido tanto a sus funciones estabilizadoras como impulsoras de la cadera y el tronco, además de formar parte de cualquier cadena cinética que implique a las extremidades inferiores y superiores del cuerpo.

Debido a las posturas flexionadas, la coordinación de los miembros inferiores y superiores en el movimiento, la posición erguida del tronco y el carácter explosivo de las acciones técnicas del kárate, la intervención de los glúteos es imprescindible para desarrollar una técnica correcta.

Las principales funciones de los glúteos en cualquier técnica de kárate son la estabilización lateral y la impulsión antero-posterior de la cadera, señalando que su acción estará complementada por la intervención de la musculatura antagonista al movimiento.

El conocimiento anatómico y funcional de la musculatura del cuerpo humano debería orientar tanto al profesorado como al alumnado en la enseñanza y aprendizaje de los fundamentos técnicos de kárate. Dicho conocimiento posibilitará la evaluación y corrección técnica a través de todo el proceso de enseñanza/aprendizaje de las técnicas de kárate.

Para finalizar, quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado a descubrir los secretos del kárate y que han hecho posible la realización de este trabajo, y de forma especial, a mi Maestro.

1.- Bibliografía.

Calais-Germain, B. (2004). Anatomía para el movimiento. Tomo I. Barcelona: La liebre de marzo.

Courtonne, C. (1996a). Anatomie du karaté: le connaissance du corps. Paris: Chiron.

Courtonne, C. (1996b). Physique et karaté: le secret de la puissance. Paris: Chiron.

Hamill, J. y Knutzen, K.M. (1995). Biomechanical bases of human movement. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins.

Hochmuth, G. (1973). Biomecánica de los movimientos deportivos. Madrid: Doncel.

Kapandji, I.A. (1999). Fisiología articular. T. II, miembro inferior: esquemas comentados de mecánica humana. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Sobotta, J. (2001). Atlas de anatomía humana. T. 2, Tronco, vísceras y miembro inferior. Madrid: Editorial Médica Panamericana.

Testut, L. y Latarjet, A. (1987). Anatomía humana. Barcelona: Salvat.

Thibodeau, G.A. (2000). Anatomía y fisiología. Madrid: Harcourt.

Manuel Ortega Fernández

C.N. 5º Dan

Manuel Ortega Fernandez

Author: Manuel Ortega Fernandez

Share This Post On

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.