Posted By Rincondeldo on Sep 7, 2017 | 0 comments
Un día el maestro FUNANKOSHI paseaba por el internado de los estudiantes de la universidad cuando un alumno de Karate hizo aguas menores desde la ventana del primer piso, cayendo los orines en la cabeza del maestro. EGAMI y sus otros alumnos que acompañaban al maestro, indignados y encolerizados golpearon violentamente la cabeza del que había hecho semejante agravio. A lo que respondió el maestro, » no es necesario encolerizarse por este acto simplemente seria suficiente con lavarse la cabeza» el maestro EGAMI que se disponía a tomar cartas en el asunto se quedo impasible ante la respuesta del maestro. Creo que esta anécdota ilustra muy bien la personalidad del maestro FUNANKOSHI y su categoría como maestro.(*)
En los santuarios shintoístas de Japón trabajan unas sacerdotisas conocidas como Miko (巫女), quienes se encargan básicamente deasistir a los sacerdotes en los rituales, vender amuletos, o bien de colaborar en el mantenimiento del mismo. Estas jóvenes ayudantes proceden en la mayoría de los casos de familias de sacerdotes, y su tradición comenzó a principios del lejano periodo Sengoku. Desde la antigüedad hasta ahora las Miko siempre fueron un apoyo importante para los santuarios, y continuamente se dedicaron a ayudar en deberes religiosos. En la época feudal de Japón servían también como chamanes, y eran convocadas particularmente para realizar adivinaciones o plegarías. Hoy en día su labor se centra principalmente dentro de los santuarios, pero sus conocimientos siguen siendo un misterio para muchos.(*)
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