Reflexiones sobre el método de artes marciales VIII
Abr11

Reflexiones sobre el método de artes marciales VIII

Kenji Tokitsu CN-9ºDan Cadenas musculares dinámicas En la obra citada anteriormente, el Maestro Sagawa dice repetidas veces: «No hay que colocar la fuerza en los hombros… Los que entrenan con la fuerza de los hombros no tienen esperanza de llegar más lejos… » En la mayoría de sus ejercicios de refuerzo muscular, este maestro utilizaba objetos pesados tales como la barra de hierro para la técnica de la lanza, el palo pesado, el tsuchi (peso con mango)… Pero es imposible manejar estos objetos pesados sin contraer los músculos de los hombros, aunque sólo sea para levantarlos.El maestro afirma que levanta el palo pesado cien mil veces al año.Yo me he fabricado un palo de 1,70 metros que pesa 3,5 kilos, y unos tsuchi de 7 kilos, de 9 kilos y de 11,50 kilos. He entrenado con ellos todos los días durante varios años y he comprobado que es imposible hacer estos ejercicios con los músculos de los hombros relajados. Entonces, ¿qué quiere decir esta advertencia en la que insiste el Maestro Sagawa: «no hay que colocar la fuerza en los hombros»? Mi experiencia me indica que significa lo siguiente: «utilizar lo menos posible la fuerza de los hombros con el fin de que los esfuerzos se repartan equitativamente por todo el cuerpo ». Un día, uno de mis alumnos, especialista en kinesiterapia, me habló del concepto terapéutico de las cadenas musculares. Asociando este concepto con el método de zhan zhuang (ritsu-zen), esta explicación de pronto me dio una inspiración. En el yi chuan, con el método de ritsu-zen (zhan zhuang), se busca un estado corporal en el que todos los músculos del cuerpo parezcan formar un solo bloque. Es decir, un estado en el que el cuerpo esté recubierto de una serie de músculos que forman una larga cadena. No se trata del mismo concepto que el de las cadenas musculares mencionado por el kinesiterapeuta, pero sí de una cadena. Pensé entonces en otro concepto, el de las cadenas musculares dinámicas o una cadena dinámica de los músculos. Asociando este concepto con el método de ritsu-zen, creo comprender por qué el Maestro Sagawa tenía que trabajar de 24 modos diferentes cada día. Por ejemplo, si entrenas con el palo pesado, de cerca de 3 kilos, hacer cien repeticiones resulta difícil al principio. Si este ejercicio se efectuara con un tsuchi de 9 kilos, pocas personas llegarían a hacer una decena de repeticiones. (Si lo dudas, haz la prueba. Yo, sobre todo, no quisiera hablar de este fenómeno en un vacío.) Los músculos de tus brazos y de tus hombros van a comenzar por cansarse. Dos o tres días después,...

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Desde la Ignorancia a la Sabiduría

Gustavo A. Reque CN-6ºDan Para alcanzar el estado mental de sabiduría, que no es otro que -un estado mental en el que se vive muy bien- sólo hacen falta dos ingredientes: la voluntad y el aprendizaje. El primero tiene que ver con el deseo y el segundo con la pereza. El aprendizaje nace en un deseo que nos conduce al conocimiento y de ahí a la sabiduría, pero no confundamos el conocimiento con la sabiduría. El conocimiento te ayudará a ganarte la vida, mientras que la sabiduría, a construirla. No obstante, ambos tienen un denominador común: el proceso de aprendizaje., Cuando comienzas a preocuparte por algo, maravillosa preocupación, comienzas a darte cuenta de la ignorancia en la que vives. Este «darse cuenta», implica un grado de reconocimiento y de humildad que te llevará hacia el desarrollo de tu conciencia. Después entrarás en la fase de la recolecta de información sobre el tema que te preocupa y más tarde conocerás sobre el tema y te harás un experto en ello. El ego estará siempre al acecho y fácilmente caerás en la soberbia del erudito -una pesadez insufrible para el que te escuche de la que solo podrás librarte con la humildad del que muestra, pero no inculca o presume. Por fin, llegarás a la fase de sabiduría que es premio más valioso al que puedas llegar con tu mente humana. Al iniciarte, en la fase de la ignorancia, no sabes cuánto sabes (nacemos sabiendo todo, pero creemos que lo hemos olvidado), irás reconociendo todo lo que te enseñen y lo percibirás con una sensación de «ya lo sabía, pero no sabía como reconocerlo». El ego tiene una capacidad inmensa para convencer a ti mismo de que «lo sabes todo, sin saber de nada». Opina sin saber y juzga sin conocer. Así, se infiltra en lo más puro de tu vida que es aprender. Cuando comienzas a informarte, lo cual implica un gran esfuerzo, descubres cuánto no sabes, es el «solo sé que no sé nada» del filosofo griego. Una vez que conoces del tema descubres cuánto sabes y si el ego sigue dominándote, entonces entrarás en la vertiginosa espiral de las comparaciones con otros que «saben menos o quizá, más que tú». Todos conocemos lo insufrible que es estar un rato hablando con un pedante; un erudito con ego que habla desde el púlpito de la soberbia. Por fin, si llegas a la sabiduría con consciencia y por lo tanto sin ego, descubrirás que, ya no sabes cuánto sabes. Desde ese estado, la vida se transforma en una sucesión de acontecimientos vividos con total plenitud. Es el conocido vivir «aquí...

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Niveles de Goshin
Mar26

Niveles de Goshin

José Luis Prieto Méndez CN-7ºDan Defensa Personal, Autodefensa y Seguridad Personal Con frecuencia los diálogos y conversaciones en el ámbito marcial acaban por derivar en discusiones acerca de la capacidad de nuestros respectivos sistemas, para afrontar situaciones de agresión. Como no puede ser de otra manera, siempre intentamos llevar el ascua a nuestra sardina. En el mejor de los casos, creo que tenemos algo más claro lo que es nuestro arte marcial, que lo que es la defensa personal; pues cada cual le da la interpretación que mas se ajusta a lo que hace, y así puede dotar de mayor “empaque marcial” a su sistema. Cada una de las interpretaciones es perfectamente valida, en la medida que se ajusta a nuestras necesidades y capacidades, y cumple los objetivos que pretendemos. Lo que creo interesante es abordar las diferencias para que tengamos una visión global que nos permita ubicarnos y saber con certeza donde estamos situados, y a donde queremos llegar en esta faceta de la protección personal. Pienso que las distintas interpretaciones pueden ser jerarquizadas en tres grupos o niveles, según el grado de complejidad; y que van, desde una visión muy elemental que responde a una necesidad de autoprotección física básica, a otra mas elaborada en las que se abordan no solo agresiones físicas, sino también situaciones violentas, y llegando por último a la más sutil, en donde se buscan soluciones tanto a los conflictos con los demás (inter-personales) como las relacionadas con uno mismo (intra-personales). Aunque puedan parecer cuestiones semánticas, creo importante distinguir entre estos conceptos, para conocer nuestro posicionamiento respecto de los demás. Me ha parecido oportuno denominar a cada uno de estos tres niveles de forma distinta para hacer mas evidentes las diferencias entre unas y otras formas de entender los conceptos. Defensa Personal Tenemos por un lado la idea de defensa personal que nos viene desde la visión de las artes marciales “duras” en las que se considera como defensa personal todo elemento técnico capaz de derribar o dejar fuera de combate a un supuesto agresor y que generalmente se realiza mediante técnicas de golpeo de lo más contundente. Estos sistemas buscan la eficacia a cualquier precio (tal es así, que comúnmente lo consiguen) Es un tipo de reacción que nace de la idea de entender al agresor como al enemigo; alguien cuya voluntad es la de causarnos un daño físico o moral importante, y por tanto tenemos la necesidad imperiosa de reaccionar de igual manera ante tal agresión. La eficacia es su premisa y los fines suelen justificar los medios para conseguirlos. Considero que es la propuesta del todo o nada, del tu o...

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Siete actividades (más una) para un cerebro sano
Mar20

Siete actividades (más una) para un cerebro sano

Yolanda Calvo Gómez – Psicóloga . Tras el “parón de las fiestas” (y un poquito más) vamos a empezar el año con el propósito de ocho actividades que permitirán que nuestro cerebro esté más sano y equilibrado. Estas ocho actividades serían una alimentación sana y equilibrada más siete actividades que nos proponen Siegel y Rock en su tabla mental (Mind Platter). El Dr. Dan Siegel (del que ya he hablado en este blog) y David Rock han desarrollado lo que ellos llaman una “tabla” mental, algo así como un cuadro de actividades que podemos realizar para mantener nuestro cerebro y nuestra mente más sanas y equilibradas. La pirámide alimenticia ha sido revisada recientemente, y ellos pensaron que además de una alimentación equilibrada el cerebro necesita de otras actividades fundamentales para su salud y funcionamiento. Desde luego una alimentación adecuada es fundamental. Mucha gente cree que el cerebro necesita y consume glucosa (azúcar), la verdad es que el cerebro es un gran ‘glotón’ de los principales nutrientes de nuestra dieta, aminoácidos (proteínas), ácidos grasos (especialmente el omega 3, habitualmente deficitario en nuestra dieta), minerales, agua… Esa masa blandita entre las orejas pesa sólo entre 1200 y 1400 gr., (aproximandamente el 2% del peso de nuestro cuerpo), pero se lleva ¡el 20% de todo lo que comemos! Pero el cerebro no consume sólo alimentos, agua y oxígeno. El cerebro necesita sueño, aprendizaje, ejercicio, comunicación con los demás, juego… ¿Que el cerebro necesita comunicación? Sí, somos seres sociales, y nuestro cerebro se desarrolla con los demás, y cambia en las relaciones con los demás. Curiosamente, en un mundo abrumado de información se vive paradójicamente cada vez más aislados de verdaderas comunicaciones y contactos. Son las nuevas soledades de un mundo cada vez más poblado. Dan Siegel y David Rock proponen siete actividades diarias que son los nutrientes mentales para que el cerebro y las relaciones funcionen lo mejor posible. ¿Cuánto tiempo deberíamos dedicar a cada actividad? Eso va a depender de la persona pero también, lógicamente, del día. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que la base es el equilibrio. Un exceso de tiempo centrado, en que nuestra mente está centrada y focalizada en un objetivo o trabajo o estudio, con poco tiempo de sueño o con poco tiempo de relaciones producirá inevitablemente un desequilibrio. Igualmente demasiado tiempo de juego y relaciones, sin tiempo interior o sin tiempo centrado traerá otro desequilibrio, diferente, pero desequilibrio también. Nuestro mundo mental, interior y de relaciones estará más equilibrado si dedicamos a cada una de estas actividades un tiempo adecuado. Daremos a nuestro cerebro más oportunidades para desarrollarse y estaremos mejor conectados con nuestro...

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Significado de los Cinturones
Mar18

Significado de los Cinturones

Fernando Martín Millana CN-8ºDan Conoce el significado de los cinturones con Fernando Martín Millana , 8ºDan de la Real Federación Española de Karate . . Más videos en www.sapeando.com, el mayor portal de videoaprendizaje de alta calidad. Volver a la sección...

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Karate y Autodefensa
Mar06

Karate y Autodefensa

José Luis Prieto Méndez CN-7º Dan “No todo el Karate es autodefensa y no toda la autodefensa es Karate” Que el Karate sirve para defenderse es una obviedad. La pregunta que surge es ¿defenderse de qué, de quién y cómo lo hacemos? Si tras unos años de entrenamiento, hubiéramos conseguido adquirir la habilidad de poder derribar a un adversario de un solo golpe (kime-waza), o mas aún; la capacidad de martarlo (ikken hissatsu) ¿habríamos cumplido nuestro objetivo? ¿Es ese el objetivo marcial último? De ser así, deberíamos conceder altos grados a delincuentes habituales, a sicarios sin escrúpulos o a asesinos en serie, pues habrían demostrado su capacidad de hacer daño sin ningún género de duda. Si ya eres cinturón negro de karate, o posees varios danes, enhorabuena, lo has conseguido. ¿Y ahora qué? Si aspiras a algo más, enhorabuena también; pues ello te permitirá seguir aprendiendo y mejorando. Creo que es importante establecer cuales son los objetivos marciales (propios o de nuestro sistema) para saber dónde nos encontramos, a dónde queremos ir y qué tenemos que hacer para conseguirlo. Con frecuencia nos conformamos con divulgar las virtudes de nuestro estilo (que siempre ha de ser mejor que todos los demás) en la creencia de que si nosotros practicamos ese estilo, que es el mejor, estaremos en disposición de ser los mejores (si es que ya no lo somos) Aunque eso fuera cierto, una cosa son las posibilidades y otra bien distinta las habilidades. Una cosa es que tengamos el teléfono móvil de última generación, con todos los adelantos técnicos habidos y por haber (el karate); y otra cosa bien distinta es que sepamos sacarle partido a toda esa tecnología (nuestra capacidad). Es fácil comprobar que la mayoría solo realizan llamadas y envían mensajes de texto, independientemente de las posibilidades del aparato. El Karate es sin duda un arte marcial extraordinariamente versátil. Los Kata están llenos (sobre todo los de Naha-Te) no solo de atemi, sino también de derribos, luxaciones y un sinfín de técnicas mas allá de las utilizadas en Ju-Kumite o Shiai-Kumite. No debemos preguntarnos cuántas cosas es capaz de hacer el Karate, sino, cuántas cosas somos capaces de hacer nosotros. ¿De veras sabemos golpear? O sabemos hacer Gyaku-Zuki y Mawashi-Geri. ¿Que pasa con los Ate-Waza (codazos, rodillazos, cabezazos)? Sabemos que existen, pero ¿los dominamos? ¿Y las luxaciones y derribos y estrangulaciones? ¿Forman parte del karate o los consideramos como un añadido externo al karate que debemos rechazar? Quizás solo debamos contemplar como “propias” las escasas y esteriotipadas aplicaciones que con poca frecuencia y escaso acierto realizamos en algunos Bunkai. Si entendemos que ya sabemos derribar a un...

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