CHAN SI JING ¿Porque no aplicarlo en el Karate?

Chus García Díaz CN-7º Dan RFEK

Si nuestros orígenes están en el arte Chino ¿Por qué no aplicar sus principios?.
Como algunos sabéis llevo más de una década practicando y trasmitiendo Taiji Quan y Qigon y quisiera trasmitiros el enriquecimiento que ha experimentado mi karate. Como mi karate también a enriquecido al Taiji Quan. Hay una gran simbiosis en ellos. Ha sido un continuo trasiego de darse el uno a otro y por tanto el mayor beneficiario, un servidor.
Os dejo unas ideas y aplicarlas al karate o si ya lo hacéis igual os puede llevar a verlo desde otra opinión.
El Chan si (enrollar seda) es un movimiento espiral generado por la movilizando de las articulaciones de nuestro cuerpo pero con sólo la función de los músculos necesarios en cada situación, interviniendo de forma precisa y sobre todo ordenada, de forma espiral y continua generando una fuerza interna que podemos manifestar con resultados sumamente eficaces . Esta fuerza eficaz llega a nuestras extremidades de forma espiral, utilizando el principio del tornillo, uniendo el movimiento de traslación al movimiento de rotación. Esta principio se da en movimientos expansión como de contracción haciendo por ello aumentar la eficacia de nuestra fuerza.
Esta acción necesita de la continuidad no presenta interrupciones en su desarrollo. Cuando decidimos realizar esta acción aunque hagamos cambios transformaremos un movimiento en otro de forma continua sin parones y así mantener el flujo de la energía sin cortar y lo más importante que el gasto de energía sera mínimo. Aunque no es muy usual el termino en karate podríamos empezar a aplicar en todos los sentido lo “circular”. No olvidemos que un Tornado es circular. Y que podremos surcar una ola, pero no evitar un remolino
Teniendo en cuenta esa continuidad y dado que a lo largo de todo el chansi mantenemos los principios estructurales al Karate, en cualquier momento de acción, cualquier cambio de posición, para cambiar de movimiento a otro, pudiendo manifestar nuestra energía generada de forma eficaz en todas acciones.
Es más dándole ese sentido podría ser útil para encontrar la unidad con los movimientos de nuestro contrario, adaptándonos a sus acciones y aprovechándolos para volverlos a utilizar en su contra en el momento más eficaz.
Observemos una máquina de coser el movimiento rectilíneo de vaivén del golpe de pedal. Su fuerza transforma mediante una biela en un movimiento circular, que no tiene fin, convirtiendo nuevo en otro rectilíneo que sube y baja el cabezal de la aguja. Nuestro cuerpo por tanto puede generar un movimiento constante que llegue a las extremidades de forma espiral, gracias a nuestras propias bielas, nuestras piernas y motor, nuestra cintura
En las artes marciales chinas. Como Taiji Quan en concreto la escuela Chen. Quisiera hacer una reseña a los practicantes de estilos okinawenses el parecido de su sus estilos con el Chen. Hasta cierto punto es algo normal pues es su ancestro. Buen pues volviendo al estilo Chen decir que es el principio fundamental de este estilo, el entrenamiento específico del Chan si jing. A traves de ejercicios específicos podremos trabajar los principios de la espiralidad y la continuidad.
Aprender a moverse con chansi jing es muy complejo. Debemos dividir la practica en fases, trabajando en cada una de ellas un principio concreto. De esta modo nuestro aprendizaje ira escalonado aumentando en los ejercicios el grado de dificultad del Chansi jing.

Es importante no saltarse ninguna fase no sólo porque no podamos comprender la teórica y práctica del movimiento, sino porque podemos generar un tipo de lesión.
En los primeros ejercicios de aprendizaje movilizamos sólo la mitad superior del cuerpo, y debemos aprender a rotar la columna desde el coxis separando conscientemente su movimiento del de las caderas. Más adelante entrarán en juego las caderas y rodillas, hasta llegar al punto en que casi todas las articulaciones de nuestro cuerpo entren en juego.

En esta fase aprenderemos a
-Mover la parte superior del cuerpo, regida por la columna vertebral.
Lo primero que hay que hacer es conseguir que la columna vertebral pueda rotar libremente como un eje vertical a un lado y al otro, sin que al hacerlo se muevan las caderas. Por lo general lo que hacemos es un movimiento de rotación de la columna girando las vértebras de la zona lumbar. Sin embargo es necesario que se involucren todas las vértebras desde el coxis hasta la 7ª cervical.
– Transformar la rotación de la columna (movimiento de vaivén) en un movimiento circular continuo en los brazos.

En esta fase el movimiento en origen, aunque ya espiral, no es circular sino una rotación de izquierda a derecha y viceversa sobre el eje de la columna; son las articulaciones del brazo las que lo expresan en forma de círculos continuos. Hay continuidad al final, pero no al principio.
Comenzaremos haciendo círculos muy amplios hasta ir reduciendo llegando a casi inmovilidad. De este modo comprendemos mejor el funcionamiento del chan si jing exagerándolo para luego hacerlo cada más sutil.

Hay que procurar que sea el giro de la cintura el que dirija los brazos. Al principio caemos en el error de mover los brazos. «Si la cintura se mueve, la mano se mueve. Si la cintura está inmóvil, la mano también».

Podemos perder una posición fuerte abriendo demasiado hacia atrás los brazos. Tenemos que estar pendiente de nuestra postura de forma constante en cualquier instante en que nos detengamos, en cualquier posición deberíamos cumplir lo siguiente hombros relajados, codos sentados, postura erguida y relajada, etc.
– Incorporar el movimiento espiral en los antebrazos (Sun Chansi-Ni Chansi).
El movimiento espiral se manifiesta en las manos con la rotación de los antebrazos sobre su propio eje. Dependiendo del sentido del giro del antebrazo estaremos efectuando Sun Chansi o Ni Chansi.
Sun Chansi es el movimiento de chansi que se manifiesta como un giro hacia fuera (supinación).
Por ejemplo: el antebrazo derecho gira como lo haría si sujetásemos con la mano un destornillador y quisiéramos «atornillar» con él.
En la mano, al efectuar Sun Chan, hay que prestar especial atención al dedo meñique, como si él fuese el que «tirase» de todos los demás y dirigiese el movimiento.
Ni Chansi se manifiesta como un giro hacia dentro (pronación).
En este caso es el pulgar el que dirige el movimiento de la mano.

Hay que procurar encontrar el equilibrio entre relajación y estiramiento y cuidar la posición de la mano. No hay que doblar demasiado la muñeca, ya que eso corta el flujo de energía. La mano se mantiene en línea con el antebrazo.
Unir todo el proceso consiguiendo un movimiento fluido y sin interrupciones desde el coxis hasta nuestros dedos.

Poco a poco hay que intentar que el movimiento sea como un todo. «Si la cintura se mueve, la mano se mueve. Si la cintura está inmóvil, la mano también».
Hay que aprender a sentir la conexión entre la base de la columna y los dedos de las manos, no es fácil, pero con paciencia se conseguirá llegar al punto en que para mover la mano lo primero que hagamos sea mover la cintura.
OTROS DETALLES A TENER EN CUENTA:
.La atención en un primer momento deberíamos centrar la atención en mantener una postura correcta con el giro de la cintura a través de rotación de columna. Más adelante la iremos ampliando una vez que se vayan automatizando los procesos; la misma práctica nos irá dirigiendo, en función de las necesidades que vayan surgiendo.
La intención es necesaria para poder mantener lo dicho en el párrafo anterior, pero dando un paso más hacia el Chan si jing empezaremos a proyectarla fuera de nosotros, en la lejanía.
Para ello haremos uso fundamentalmente de la mirada y de la visualización, que en algunos casos resulta muy útil para el arte marcial.
La mirada hay que practicar con los ojos abiertos, sin fijar nuestra mirada en ningún punto concreto (facilitando así la visión periférica) pero centrada en la lejanía, allá donde llegaría una línea que prolongase nuestro brazo, como si estuviéramos siguiendo algo que allí estuviese.
La cabeza permanece centrada perpendicular al eje de los hombros, pero los ojos «anticipan» el movimiento.
Visualización igual que con la mirada, hay que poner intención en ese punto lejano, como si con la mano pudiéramos cogerlo y moverlo. Esto hace que la energía llegue con más fuerza a nuestras manos. Cuanto más lejano y más pesado consideremos aquello que estamos moviendo, más energía implicaremos en el proceso.
Cuando explico en una clase de Taiji Quan circular suelo utilizar la imagen de una noria lejana que estamos haciendo girar. Según hagamos el círculo menor o mayor, estaremos sujetándola más o menos cerca de su centro respectivamente.

La sensibilidad se irá desarrollando a lo largo de todo el camino que va desde la cintura hasta nuestros dedos. Poco a poco iremos sintiendo los músculos y tendones que entran en juego en el movimiento, de tal modo que crearemos los «caminos» en espiral por los que se transmitirá la fuerza.
Atención. Ahora estamos hablando de «sentir», no de visualizar, imaginar. Se da el error, tan común como nefasto, de suponer que hay que imaginarse la energía recorriendo nuestro cuerpo (en espiral en el caso del chansi jing). Nada más lejos de la realidad. Si no somos capaces de relajar, por mucho que imaginemos la energía nos costará demasiado circularizar nuestras acciones. Sin embargo, al sentir y relajar movilizamos el Qi.

La consciencia del movimiento en espiral, conseguiremos con una práctica diligente del chan si Jing adquirir consciencia de las diferentes conexiones tendino-musculosas y del movimiento de rotación de columna. Una vez que hemos aprendido las bases del chan si jing de cintura para arriba y hemos conseguido «liberar el cóxis» se pasa a trabajar con las caderas
Las caderas, siempre asentadas. Las caderas deben poder bascular con facilidad. Están en relación directa con las rodillas de tal modo que debemos buscar el estiramiento entre cada cadera y su rodilla opuesta. Los tobillos, cuando no están relajados no podemos apoyar correctamente el pie en el suelo, con lo que nuestro enraizamiento se verá mermado.
La relajación de las piernas se puede juzgar con cierta facilidad en aquellos ejercicios en los que cambiamos nuestro peso de una pierna a otra a la vez que giramos nuestras caderas. Si parte de las plantas de los pies se despega del suelo al hacer los giros significa que en alguna zona estamos tensos.
Las causas suelen ser las siguientes:-
No asentamos correctamente las caderas, o hacemos demasiada fuerza con ellas pretendiendo girar más allá de lo que nuestra cintura nos permite.
– Empujamos demasiado hacia fuera con las rodillas o las descuidamos y se nos meten hacia dentro.
– No relajamos adecuadamente los tobillos.
Debemos de mover correctamente las caderas pero a través de la cintura generando un movimiento circular El movimiento de cadera se divide fundamentalmente en basculación lateral y basculación frontal. La cadera también puede efectuar rotación, pero ese tipo de movimiento se estudia más a fondo cuando se aprende (abrir y cerrar).
• Basculación lateral.

Este movimiento se consigue al balancear la pelvis de un lado a otro. Si prolongásemos nuestro coxis como si de una plomada imaginaria se tratase, ésta se columpiaría de izquierda a derecha (tomando como referencia la línea que une nuestros pies en posición de mabu o kiwa dachi). Cuando la línea del coxis se desplaza hacia un lado, hundimos más la cadera del lado contrario.
• Basculación frontal

Esta basculación permite al coxis balancearse de adelante a atrás sin perder el alineamiento con la columna vertebral, de tal modo que pueda describir círculos en el plano vertical.
Este tipo de movimiento lo podemos practicar antes de haber liberado el coxis sin ningún temor.
La suma de estos dos movimientos permite que movamos nuestra pelvis con soltura en un movimiento tridimensional que, junto con la rotación de la columna, genera el auténtico movimiento continuo de chansijing. Ahora el círculo es el origen aunque el final no tenga necesariamente que ser circular, lo que permite el movimiento tipo característico del fajíng un verdadero latigazo, sin interrumpir el movimiento generador.
No debemos caer en el error de hacer uso de la fuerza.
– Cuando giramos nuestra cintura hacia un lado, debemos hacerlo sólo hasta el punto que ésta nos lo permita, es importante no empujar con la cadera para conseguir llegar más lejos.
– El desplazamiento de nuestro peso, de una pierna a la otra, debe efectuarse con mucha suavidad, casi como si nos deslizásemos
– Debemos tener en cuenta que siempre será el coxis el que inicie el movimiento, la cadera tan sólo ha de acomodar la posición de nuestra pelvis para que el eje de la columna encuentre la posición óptima.
Pese a que el coxis no puede generar por sí mismo todo el movimiento de las caderas, nuestra intención debe ser dirigir el movimiento con él y desde él, ya que si intentamos que nuestras caderas sean las que generen el movimiento, lo más probable será que hagamos movimientos descoordinados de la cintura,
Siempre tenemos que mantener asentada la cadera, a pesar de que hundamos más un lado que el otro. Es crucial buscar la línea de estiramiento que se produce entre la cadera que se eleva y la rodilla opuesta, o de lo contrario nos encontraremos con que por un lado estaremos «sacando» demasiado esa cadera. Las rodillas no están pues sencillamente tirando hacia fuera
La transmisión de la fuerza
Bien es cierto que generamos mucha energía en los pies transmitiéndola por las piernas controlándola por las caderas la cadera manifestándola a las manos. Pero está claro que los pies no generan fuerza que queremos
En realidad utilizamos, la fuerza verdadera se genera en la zona del tantien y desde ahí se extiende y se amplifica en espiral, hacia el suelo desde las caderas y hacia las manos desde la columna. La tierra nos devuelve toda la fuerza que la hayamos enviado, y esto incluye tanto la generada por nosotros, como la que un contrario haya aplicado sobre nuestro cuerpo.
Sólo cuando hayamos conseguido adoptar una postura correcta, hundiendo las caderas y buscando el tirón contrario de las rodillas y por supuesto, siempre manteniendo, sólo entonces, podremos transmitir con facilidad la fuerza hacia la tierra y desde ella
Con el tiempo, el efecto que se produce en nuestra pelvis es similar al que obtendríamos al mover una esfera con agua en su interior, empezamos a ser conscientes de la auténtica rotación del taitien. A partir de ahora, en cada movimiento, por sutil que este sea, nos estaremos moviendo desde el tantien, transmitiendo con suavidad la fuerza en espiral por todo el cuerpo.
La circularidad del chan si jing, junto con el control de nuestro centro de gravedad, nos otorgará una gran parte de la habilidad necesaria para mantener nuestro enraizamiento. Perfeccionando nuestro chan si jing estaremos perfeccionando nuestro arte marcial pudiendo comprobar nuestros avances.

Chus Garcia 7º Dan RFEK

Foto portada:  ebatty

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