Combate del Té
Sep07

Combate del Té

Imagen de Mirko Stödter en Pixabay Una vez, un maestro de la ceremonia del té, en el viejo Japón, accidentalmente ofendió a un soldado. Se disculpó rápidamente, pero el impetuoso soldado exigió que el asunto fuera resuelto en un duelo de espada. El maestro del té, que no tenía experiencia con las espadas, pidió consejo a un amigo maestro de Zen quien sí tenía la habilidad. Mientras su amigo le servia, el espadachín Zen que no lo podía ayudar, notó cómo el maestro del té realizaba su arte con perfecta concentración y tranquilidad. “Mañana”, dijo el espadachín Zen, “cuando se enfrente al soldado, sostenga la espada sobre su cabeza, como si estuviera listo para embestir, y dele la cara con la misma concentración y tranquilidad con las cuales usted realiza la ceremonia del té”. Al día siguiente, a la hora y lugar acordados para el duelo, el maestro del té siguió este consejo. El soldado, alistándose para atacar, miró fijamente durante largo tiempo la cara completamente atenta pero tranquila del maestro del té. Finalmente, el soldado bajó su espada, se disculpó por su arrogancia, y se fue sin que un solo golpe fuera...

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先生弟子 (Sensei Deshi) Relación maestro-discípulo
Oct25

先生弟子 (Sensei Deshi) Relación maestro-discípulo

En Oriente, la conexión entre Maestro y discípulo, es vista de la misma forma que una relación entre padre e hijo. Así, cuando un Maestro de Artes Marciales se compromete a enseñar a un discípulo, no solo asume el papel de instructor sino que también asume el papel de padre. Esta es una relación que forma parte esencial del Dô o camino y constituye un vínculo inseparable de por vida. En Japón, se dice que los padres dan la vida a un nuevo ser, pero el Maestro es quien le enseña cómo vivirla, siendo aquí el Maestro superior a los padres biológicos, convirtiéndose más tarde el Maestro en “el Padre que le formó y enseñó a vivir”.  Hay que distinguir entre alumno (生徒) o seito en japonés,  estudiante  (学生) o gakusei  y discípulo (弟子) o deshi; parecen iguales pero son relaciones completamente diferentes.  Seito y Gakusei son similares: refieren a la imagen de un estudiante que quiere aprender algo, ya sea asistiendo a clases en una escuela con un profesor o aprendiendo por sí mismo. En las escuelas se suele utilizar seito (alumno) y para las universidades gakusei  (estudiante). Pero en la forma tradicional, se usaba más a menudo deshi (discípulo, aprendiz), encontrándose este término en los textos más antiguos del Budô japonés y otras Artes; siendo de especial mención los 内弟子 uchi-deshi, los estudiantes residentes; 内 uchi significa ‘dentro’. Un Ôsensei (Gran Maestro) tenía varios uchi-deshi que le ayudaban en la casa y en el mantenimiento de ésta y del Dôjô a cambio de recibir entrenamiento personal.  El término seito  se compone de sei 生 y to 徒, siendo 生 el mismo concepto que para Sensei 先生, indicando aquí “algo vivo”, pero seito va acompañado del  kanji 徒 que significa «vacío» o «sin forma». Entonces Seito se interpreta como alguien que todavía no está formado y está vacío, porque tiene mucho que aprender; siendo lo opuesto a Sensei, alguien que está completamente formado y lleno, por lo que se dedica a enseñar a otros. Sin embargo, deshi es una imagen utilizada para personas que aprenden de profesionales exitosos; se relaciona con discípulo, persona que está aprendiendo de una fuente de conocimiento: un Maestro, o profesional experto o Sensei. Es el caso en un Dôjô donde el Sensei instruye a sus aprendices-discípulos. Para un deshi la relación con su Maestro es vital y personal; toma al Sensei como su guía, bebiendo de su conocimiento y sabiduría, considerándole un ejemplo a imitar y a seguir, pues no sólo aprenderá de su sabiduría marcial, sino también sobre la conducta moral y el comportamiento ético correcto a lo largo de su vida....

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Bushi No Ichi Gon (palabra de samurai) | Lucio Pablo Martinez | TEDxColoniadelSacramento
Oct12

Bushi No Ichi Gon (palabra de samurai) | Lucio Pablo Martinez | TEDxColoniadelSacramento

¿Qué valores existen detrás de la relación maestro – discípulo? ¿Por qué en la búsqueda del alto desempeño encontramos el camino al autoconocimiento? Familiarizado desde la infancia con tradiciones orientales, encuentra en estas disciplinas sólidos principios que llevan a la autosuperación. Fue el Capitán del seleccionado argentino de Karate durante 15 años. Coach de equipos nacionales e internacionales. Instructor del Método DeROSE e integrante del Grupo de coreografías DeROSE Art...

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Maestro
May23

Maestro

Imagen Cesar Martín «Dado que estoy lejos de la perfección en mi arte, la parte de «Maestro» que se me da a veces es pesada de soportar. Aparecer para algunos de mis alumnos como profesor es un hecho estrictamente personal. También debo agradecer a mis alumnos con quienes he avanzado hasta ahora, y con quienes deseo continuar un largo camino. Si yo soy una guía para ellos, como resultado del regreso, yo también soy guiado y alentado por ellos, por lo que siento la necesidad de insistir en ambos lados de nuestra relación». Kenji Tokitsu – El arte de luchar La relación Maestro-alumno vive de una dualidad esencial. Por eso cuando hay una despedida, un desapego, siempre hay una profunda tristeza. El verdadero Maestro comparte toda su investigación sin reticencias sin celos, el verdadero estudiante debe saber captarla trabajando duro y sin ahorrar. El crecimiento no es solo técnico, el intercambio se vuelve espiritual Los siete principios del Bushido (el «Camino» o la moralidad del guerrero) nos muestran en qué se basa esta relación 1 – GI: la actitud correcta, la verdad 2 – YU: habilidad, coraje 3 – JIN: amor universal, bondad hacia la humanidad 4 – REI: el comportamiento correcto 5 – MAKOTO: sinceridad total 6 – MEIYO: honor y gloria 7 – CHUGI: devoción y lealtad El Maestro y el alumno crean un hogar a su alrededor y se convierten así en una familia. «Pronuncia siempre con reverencia este nombre: Maestro, que después del de padre, es el más noble, el más dulce nombre que puede dar un hombre a otro hombre». Edmundo De...

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Maestro no vendré más al Dojo!
Oct07

Maestro no vendré más al Dojo!

Un estudiante comenzaba a tener una actitud de dejadez , en un final del día le dice a su Maestro- Maestro no vendré más al Dojo! Y el Sensei le respondió: – Por qué dices eso? El joven alterado, le contestó:- Veo a mis compañeros hablar mal de otros; siento que mi Senpai no me explica bien e incluso usted Sensei, ya no me dedica tiempo como antes; en los entrenamientos me gustaría hacer otras cosas, siempre hacemos lo mismo, los estudiantes nuevos no tendrían que estar en clase , no favorece al grupo; entre tantas y tantas otras cosas malas que veo. El Maestro sin dudarlo le respondió:- Esta bien, pero antes quiero que me hagas un favor: Por ultima vez correrás al rededor del tatami , pero esta vez sin detenerte, realiza 25 vueltas y luego sin descanso, haces 50 flexiones … Después de eso, podrás retirarte. Y el joven pensó: (Nada complicado, puedo hacerlo!) Y dio las vueltas apresurado y las flexiones, como le solicitó el Sensei. Cuando terminó dijo: – Listo, Sensei. Y el Maestro le respondió:- Cuando estabas dando vueltas, viste a tus compañeros hablar mal de otros? El joven estudiante dijo: – No… Viste que tu Senpai y yo tu Maestro, ambos estábamos pendientes de tí? El joven: – No pude verlos… Viste a tus Kohai y nuevos estudiantes distraídos o poco animados haciendo lo que no debían? El joven: – No, tampoco. Sabes por qué? Estabas concentrado en hacer lo que debías y de la mejor manera que pensabas. Lo mismo sucede en nuestra vida. Cuando nuestro enfoque es responsable y consciente de la práctica verdadera y del objetivo final del DO, no tenemos tiempo de ver los errores de los demás. Quién sale del Dojo por causa de la gente, nunca entró por una buena razón. Aplícalo en toda tu vida, sea cual sea tu disciplina marcial o la actividad que realices; quédate con el mensaje o compártelo. Enfócate en tus metas e ignora lo que los otros hacen y llegarás a dónde quieres llegar. Ahora ya te puedes ir. Adaptado del texto de Aikido de Pedro...

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