El karate-do desde la óptica de la física mecánica

Roberto González Haramboure PhD Hanshi

Introducción

«Sensei» Newton dice…

Mientras aprendemos una actividad física cualquiera que ésta sea, en más de una oportunidad nos hemos preguntado por qué debemos respetar tantos patrones técnicos. La esfera de las artes marciales, y el Karate-do en particular, debido a la complejidad de sus exigencias, no está exenta a este fenómeno.

Bien es sabido que, según los clásicos de la esfera deportiva como Ozolin, Harre, Matvéev y otros, la técnica garantiza realizar un movimiento con un mínimo de esfuerzo y un máximo de eficacia pero… ¿Qué hay detrás de esa frase?

La respuesta a esta interrogante pudiera buscarse en diversas ciencias como la psicología, fisiología y otras, pero en este caso nos basaremos en la más simple de todas a nuestro entender: La física mecánica, que busca la explicación de los cuerpos y sus movimientos, y dentro de ella no puede obviarse las leyes de Sir. Isaac Newton. El ejemplo tomado en este artículo es el de la técnica más usada en el Karate-do, como es el Suki o golpe directo con el puño.

Sin profundizar en la historia de las artes marciales ni otros sistemas de pelea, que no es objetivo del presente trabajo, es necesario indicar que el hombre se vio forzado a aprender y perfeccionar su forma de pelear para defender su vida (ya fuese de los animales o de sus semejantes) de ahí la importancia de una exitosa ejecución en la pelea.

Cuando estamos aprendiendo (y perfeccionando) la técnica del Suki en el dojo, nuestro sensei hace particular énfasis en diversos aspectos esenciales. Seguidamente trataremos de fundamentar la importancia de estos aspectos, que buscan como premisa principal incrementar la potencia del golpeo.
Los saltillos

Cuando estamos en la guardia (kamae) siempre nos indican que debemos realizar un movimiento de vaivén con los talones, como mismo realizan los boxeadores, esgrimistas y porteros de fútbol, balonmano, hockey polo acuático y otros deportes. Con ello solo se está cumpliendo la primera ley de Newton (de la inercia) que define: «El estado de reposo o movimiento rectilíneo uniforme (MRU) de un cuerpo se mantiene mientras sobre él no actúen otros cuerpos o las acciones de éstos se compensen». Sobre esa base, mientras estemos inmóviles en la guardia (reposo), será más difícil comenzar a movernos (MRU). Esta puede asumirse como la primera fuerza que actúa a favor de la técnica a ejecutar.
Empuje de la pierna de apoyo

Desde el kamae, la primera acción consiste en un vigoroso empuje con la pierna atrasada contra el suelo, muy similar a la arrancada de los corredores de velocidad o los saltadores. Una vez más estamos haciendo alusión a Newton (tercera ley -de acción y reacción-) que expresa: «Los cuerpos actúan uno sobre el otro con fuerzas de igual módulo y dirección, pero en sentido opuesto»: Siendo así, mientras más activo sea el empuje de la pierna contra el piso hacia atrás con los músculos Gemelos y otros planos musculares, mayor será la aceleración hacia delante. Esta puede asumirse como la segunda fuerza a favor de nuestro movimiento.
Musculatura de la pierna

Según Newton, específicamente su segunda ley o ley de las fuerzas, «la fuerza que actúa sobre un cuerpo dado es igual al producto de a masa de este por la aceleración que dicha fuerza comunica al cuerpo». Sobre esta base, mientras mayor masa muscular se encuentre vinculada a la acción (como en este caso el Sartorio y el Cuádriceps Femoral entre otros), la ejecución tendrá una mayor fuerza resultante por la sumatoria de las fuerzas actuantes. Esta es la tercera fuerza a favor de la ejecución.
Rotación de la cadera

La rotación de la cadera induce la acción de los músculos locales como el Psoas ilíaco, Serratos, Abdominales y otros a favor de la ejecución, y su explicación es similar a la referida en la Musculatura de la pierna. Esta es la cuarta fuerza en función de la ejecución.
Músculos del tronco

blmurch3Por la acción de la rotación de la cadera, así como de la acción hacia atrás del brazo opuesto al que realiza la ejecución del suki, se logra incorporar a la ejecución una serie de músculos del tronco como los Paravertebrales y otros en función de la acción, cuya explicación es la referida en la Musculatura de la pierna. Esta es la quinta fuerza a favor de la ejecución.
Rotación de los hombros

La explicación es similar a la referida en el punto anterior, y ello propicia la acción de los músculos Deltoides, Esternocleidomastoildeo, trapecio, dorsales y otros. Esta es la sexta fuerza a favor de la ejecución.
Empuje del brazo al frente

La explicación es similar a la referida en la Musculatura de la pierna, y ello garantiza la inclusión de los músculos, bíceps, tríceps, pectorales y otros. Esta es la séptima fuerza a favor de la ejecución.
Rotación del brazo que ejecuta la acción

El movimiento que presupone esta acción no tributa directamente a un incremento de fuerza como tal, pero es de vital importancia porque los movimientos curvilíneos (principio de la balística) garantizan la estabilidad de la trayectoria y esto evita que se disperse la fuerza y por el contrario se concentre en un punto específico. Esta es la novena fuerza actuante a favor del movimiento.
Componente gravitatorio

Cuando realizamos el paso al frente para buscar una mayor amplitud del paso en nuestro ataque, involuntariamente desciende nuestro centro de gravedad corporal. Esta fracción de la fuerza que atrae los cuerpos hacia la tierra, es la décima en sumarse a favor de nuestra ejecución.
Movimiento rectilíneo uniformemente variado

Este aspecto se refiere al carácter de aceleración progresiva que se presenta en la técnica de ataque, en al cual se parte de una velocidad mínima y al momento de impacto se alcanza la mayor aceleración posible. Esta es la décimo primera fuerza a favor del movimiento a ejecutar.
Fuerza de rozamiento

La duodécima fuerza actuante en nuestro movimiento es la de rozamiento, reconocida como aquella que: «surge durante el movimiento de un cuerpo por la superficie de otro y que está dirigida en sentido opuesto a la velocidad»: Contrariamente a los ejemplos anteriores, esta fuerza debe ser disminuida en lugar de aumentada. La misma se presenta entre el pie que busca al frente y el suelo. Este movimiento debe ser no tan alto para evitar ser barridos o perder demasiado tiempo, pero tampoco tan cercano al piso que frene en exceso el desplazamiento.

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Luego de esta explicación, que puede ser estudiada gráficamente en el esquema mostrado al final de este artículo, el lector comprenderá la importancia de la técnica mediante un simple análisis matemático: Una persona desconocedora de la técnica, en un ataque de brazo, solo podrá ser capaz de utilizar la fuerza del propio miembro (explicado en Empuje del brazo al frente). Por el contrario, una persona conocedora de los patrones técnicos podrá emplear a su favor los puntos anteriormente mencionados, así como otros no abordados en este trabajo, mediante el establecimiento de una extensa e integrada cadena cinemática.
Bibliografía utilizada

  • Docungué, J., «Física 11º grado«. Editorial Pueblo y revolución. Ciudad de La Habana, 1989.
  • Enciclopedia Shotokai de Artes Marciales. www.shotokai.cl.com.
  • Guyton, A., «Tratado de fisiología médica«. Editorial Pueblo y Revolución, Ciudad de La Habana, 1977.
  • Hernández, Corvo, R., «Morfología funcional deportiva del aparato locomotor«. Editorial Científico-técnica. Ciudad de La Habana, 1987.
  • Meinel, K. , «Didáctica del movimiento«. Editorial Sportverlag, Berlin, 1977.
  • Piorishikin A, V. y Co., «Física 1«. Editorial Mir, Moscú, 1986.

Fuente: efdeportes.com (con la autorización del autor)//Fotos:blmurch//

Roberto Gonzalez Harambouren

Author: Roberto Gonzalez Harambouren

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