Etiqueta de conducta para asistir a un Dojo en Japón desde países externos. (Parte II)

Existen tres niveles de saludo en las Artes Marciales japonesas.

Imagen Cesar Martín

El primero es el propio del pueblo japonés del que derivan los distintos saludos en las diferentes Artes.

El segundo es la forma de saludo propia de cada disciplina marcial específica.

Y el tercero se refiere a las normas o reglas determinadas de cada Dojo.
Recordar siempre la frase de Gichin Funakoshi, uno de los Maestros fundadores del Karate-do: el Karate comienza y termina con respeto (rei), o la de otro gran Maestro Ōyama Masutatsu (Mas Oyama): el camino en las Artes Marciales comienza y termina con cortesía.

El saludo japonés consiste básicamente en una inclinación de la cabeza,
para simbolizar humildad y respeto hacia la otra persona, pero también denota amistad y admiración.

Por norma general, el contacto físico es una muestra de descortesía y se considera antihigiénico.

Por eso no es tradicional que los japoneses estrechen las manos al modo occidental, aunque sí suelen hacerlo cuando hay extranjeros, a modo de mostrar respeto a sus hábitos culturales y sociales.
Y es que, el saludo, para nosotros, no es solo un acto de cortesía, es algo más profundo.

El gesto de inclinar la cabeza ante otra persona significa literalmente “entregar la cabeza”, 頭を差し出す – Atama wo sashidasu, pero el concepto no denota humillación ni sumisión.

Ofrecer la parte más débil del cuerpo humano, la cabeza, significa: confianza y respeto hacia el receptor del saludo. Este saludo típico de la sociedad japonesa de inclinarse se denomina: Ojigi, お辞儀, el acto de bajar la cabeza o la parte superior del torso.

El saludo se utiliza para dar la bienvenida, para las despedidas, para dar las gracias, para mostrar respeto o asentir, para pedir disculpas… El no hacerlo o no corresponder, se considera como una indicación de falta de respeto o mal comportamiento educacional.

Algunos términos a considerar:
Reishiki: Formas ceremoniales, etiqueta.
Reigi: Arte de la etiqueta, modales.
Reiho: Reglas de cortesía.
Reigisaho: Mantenimiento de las formas.

El Reishiki permitió en la era Edo que los samurái disfrutaran de determinada libertad para no ofender ni ser ofendidos, así como permanecer siempre en estado de alerta. Así combinaban cortesía y seguridad propia. La atención constante a todo su alrededor mantenía su mente despierta en todo momento: Espíritu 残心,“Zanshin”.
Y este aspecto de la etiqueta samurái se incorporó a las Artes Marciales; por lo que los saludos son una forma de practicar manteniendo en alerta con seguridad. Reishiki en el Bushido es tan importante o más que las técnicas: es una actitud mental. Es importante saber que en el Budô la muerte estaba siempre presente por lo que es parte de la vida. Es por esto que Bushido se identifica con 礼 Rei, respeto (cortesía), tal como recogen los libros en el siguiente escrito:
“Los samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza.

Un samurái es cortés incluso con sus enemigos. Sin esta muestra directa de respeto no somos mejores que los animales. Un samurái recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros y adversidades.”
Es imprescindible entender bien el significado de los rituales, puesto que su comprensión facilita su cumplimiento y adaptación en cualquier ámbito de la sociedad japonesa.

No olvidar: «Budô comienza y termina con Reishiki».
En algunos Dojos japoneses, antes de aceptar al nuevo discípulo, se valoran sus formas y humildad.

Formas de proceder correctamente en el Dojo:
– La regla de máxima puntualidad al comienzo de las clases, por respeto al Sensei y a los compañeros.

Si se llega tarde y la clase ha comenzado se espera a la entrada o justo en la línea del tatami y se pide permiso para pasar.
-Se saluda siempre antes de entrar y salir del tatami o sala, incluso aunque no se encuentre nadie.

Si el Sensei no está en el Dojo, el Senpai o el discípulo de mayor graduación serán quienes darán el permiso para pasar.
-Saludar siempre a los compañeros antes de iniciar una técnica, un combate, un ejercicio…y también al finalizar.
-Si el Sensei le solicita como Uke para demostración y explicación de una técnica o ejercicio, debe saludar, tanto al comienzo como al finalizar.

“Ser Uke del Sensei es un honor y un privilegio, y así debe sentirse. Nunca debe rehusar ni declinar esta invitación bajo ningún concepto”.
-Si existe necesidad de tener que salir del tatami durante la clase se debe pedir permiso y saludar tanto al salir como al volver a entrar.
-Dentro del tatami debemos mantener la etiqueta de la vestimenta; esto quiere decir que si se desajusta la chaqueta durante el entrenamiento o combate debemos esperar al matte para arreglar, en forma discreta y de espaldas al compañero y al resto de los presentes.
-No interrumpir nunca la clase durante las explicaciones. Esto significaría interrumpir al Sensei.

Además es importante aquí saber que en Japón:
“Preguntar es de ignorantes”. Esto es porque se considera que antes de preguntar debe haber buscado la respuesta uno mismo o debe esperar estar a la altura de ese conocimiento.
-Durante la práctica, cuando el Sensei realiza una explicación, el estudiante debe permanecer sentado (preferentemente en Seiza, Kiza o Suwari) y atender debidamente.

Tras la demostración, se saluda al Sensei, en modo de agradecimiento a su explicación y enseñanza.

De igual modo después al compañero (Ritsurei), y se da comienzo a trabajar juntos; siempre se concede al compañero de mayor graduación el honor de que comience primero la práctica (en señal de respeto y humildad).
-Cuando se dice matte en la clase se debe parar de inmediato y dejar la técnica o ejercicio que se esté realizando, en modo de prestar atención rápidamente.
-Se debe cuidar el lenguaje dentro del tatami, evitando palabras malsonantes o cualquier comentario inadecuado y no ofender.
-No sentarse o descansar sin permiso.
-Al trabajar técnica con un compañero, en cuanto da el aviso o itai, se debe soltar de inmediato el movimiento que se esté ejecutando.
-Que una clase sea “divertida” no se identifica con que “todo vale” o “todo está bien”; se puede pasar bien sin incumplir las normas ni las tradiciones del Dojo.
-Mantener los ojos, oídos y el corazón abiertos, así como tener “buena predisposición” es de gran importancia. Lo que uno sabe, lo que ha aprendido antes, ciertamente tiene un valor, pero no es probable que tenga un alto grado de relevancia para el entrenamiento en Japón.

Se viene a aprender y se debe poner todo lo practicado a un lado durante ese tiempo para dejar que el Arte y el aprendizaje fluyan. Observar, ver y no sólo mirar, escuchar y no sólo oír, sentir desde el interior, dejarse llenar…
-Entrena inteligentemente.

Controla la energía y el entusiasmo, ya que Japón causa cierta afectación mental, física y emocional. Los Maestros japoneses de Budô, con frecuencia, provocan cierto impacto pero no debe olvidarse que son, después de todo, como el resto de los seres humanos.

Tienen algunas habilidades bastante asombrosas y pueden parecer (y lo más probable es que lo sean) seres muy especiales, pero respiran, tienen hambre, sed, sienten y se visten igual que todos los presentes en el Dojo.
Por último, pensar siempre en la fidelidad por la escuela, por el Soke, el Sensei, los compañeros o Buyu y mantener una relación de seguridad y confianza siendo disciplinados, honestos y humildes.

Esto demostrará el verdadero sentimiento y agradecimiento recíprocos.
Debe entenderse que el Budô está impregnado en el carácter del pueblo japonés, por lo que las actitudes y comportamientos dentro de un Dojo son el propio reflejo del carácter nipón y no puede ser entendido todo
esto si no se tiene en cuenta este aspecto característico.

La etiqueta de la cortesía y el saludo evita las actitudes negativas que nos llevan a faltar el respeto y ser desconsiderados con los demás, no sólo con el Maestro sino con nosotros mismos también, puesto que purifica la
mente y la llena de buenos pensamientos.

Ello nos ayudará a ser mejores personas, por lo que es el mejor modo de comenzar, mantener y finalizar la práctica del Do.

Es importante entender y asimilar que, cuando se aprende el conocimiento y las habilidades de las Artes Marciales, también se aprende a ser responsables, respetuosos y humildes.

El saludo y la cortesía constituyen las virtudes que deben formar parte del camino de la vida y de la formación como seres humanos.

Como conclusión sabed que, en Japón, todos pueden desarrollar su Arte Marcial favorita de una forma excepcional e increíble, significando una de las experiencias más significativas en la vida de cualquier Budoka.

Es de desear que así sea: “una vivencia de estudio y práctica única e inolvidable”.

¡Este es mi deseo para todos: cultivar un comportamiento respetuoso y cortés y sed siempre bienvenidos al país del sol naciente!

Haru Yoshida

Author: Haru Yoshida

Share This Post On

Submit a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.