Alternartivas del Karate-do en la Sociedad Actual

Fernando Martín Millana CN-7ºDan
 
Voy a intentar, “sabiendo que algo me dejaré en el tintero”, realizar un  recorrido por el mundo del Karate, según lo entiendo yo, mostrándoos una serie de posibilidades o alternativas en la practica de nuestro Arte, teniendo como premisa que el Karate es un fenómeno que no puede desvincularse de la sociedad en la que se desarrolla.
El requisito imprescindible que pido a todos es que cerréis los ojos a vuestros tabúes, prejuicios y miedos. Si queremos llenar nuestro recipiente, primero tenemos que vaciarlo. Tenemos que dejar suficiente espacio, siendo flexibles en nuestras actitudes ante lo nuevo o lo que se sale de nuestros conceptos anclados en el pasado.Decía el maestro Funakoshi “La practica del Karate debe ser tal, que pueda ser seguida por todos, tanto jóvenes como ancianos, mujeres como niños, igual que por los hombres”. Esta filosofía me ha acompañado toda la vida.Entre todos vamos a introducirnos en un mundo lleno de sorpresas y rico en contenidos, que cada uno podrá hacer suyo dependiendo de su achura de miras y sobre todo del deseo de aprender e innovar.Para llevar a cabo estos proyectos a veces necesitamos hacer una transformación integral de nuestros conceptos del karate, adaptándolos, transformándolos, en resumen metiendo savia nueva en odres viejos.Cualquier “alternativa”, se podría hacer por separado, en clases especializadas o bien en las clases habituales, mixtas o de integración, tal como muchos hacemos actualmente, integrando el karate deportivo con el karate tradicional, el kobudo o la defensa personal…..

Lo importante es innovar, abrir nuestras posibilidades no solo a lo nuevo, sino también a conceptos antiguos que han ido cayendo en el olvido.

No pretendo dar unos esquemas de cómo hay que planificar los entrenamientos, pues cada uno de los temas es tan amplio que no bastaría con una conferencia para cada uno. Lo que pretendo es crear inquietudes en la mente y espíritu de cada uno de vosotros, intentando llegar a la propia faceta interna del profesor y de las necesidades de los alumnos, mostrándoos algunos caminos que puedan cubrir las demandas de la sociedad en la que vivimos.

KARATE DEPORTE-COMPETICIÓN

El fenómeno deportivo-competitivo es lo que fundamenta las Federaciones aseguran los defensores del “karate deporte”. Hay que ganar medallas para recibir subvenciones de los organismos oficiales, “puntualizan”. Por otro lado otros con posturas incluso más radicales manifiestan que lo mejor es erradicar la competición del deporte o del arte marcial. Indudablemente nos encontraremos posturas para todos los gustos.

Habría que distinguir la competición según las edades de los federados ya que en el caso de una federación como la de Karate, un porcentaje muy alto corresponde a las categorías infantiles y otro nada desdeñable a mayores de 30 años, en el medio un grupo que en ocasiones les motiva la faceta competitiva “cada vez menos”, y en otro grupo los que “pasan” de la competición.

La definición de deporte es “Recreación, juego o ejercicio de agilidad, destreza o fuerza” y la de “Competir”: Contender, rivalizar.

La competición podría considerarse como un elemento más del proceso educativo integral de las personas, por lo que debería incluirse de forma progresiva y gradual, que con el tiempo en determinados individuos podrá o no desembocar en una práctica deportiva-competitiva con una exigencia de rendimiento. Cuando se alcanza este nivel es responsabilidad del individuo el decidir a que niveles de entrenamiento y competición quiere implicarse.

La excesiva especialización sobre todo en etapas inferiores “alevines, infantiles, juveniles”,  pueden restar al deporte y a la metodología competitiva su valor educativo. Todos conocemos determinados valores positivos de la competición utilizada como instrumento a través del cual los participantes aprenden a someterse a unas reglas aceptadas y a valorar su significado.

La vida a nuestro pesar es «competición» por lo que las competiciones deportivas pueden ser utilizadas como elementos de autovaloración y de superación personal, podrían enseñan al los individuos a poder conocer mejor tanto sus potencialidades como sus limitaciones. El aprender a ganar y a perder sin importar demasiado el puesto o el sentido de cooperación y solidaridad cuando es por equipos, deberían de ser los principales objetivos, no así el ganar o ser mejor que otros.

Así mismo hay una serie de elementos educativos que la propia competición puede aportar como educadores deportivos: El respeto por el adversario, el juego limpio, el control personal, la disciplina tanto individual como de equipo, la capacidad de superación, la aceptación de las propias limitaciones, el aprender a marcarse unos objetivos realistas, etc.

Una premisa muy importante en cuanto al karate competición, tanto por las características de nuestra disciplina como las del deporte en general seria el inculcar los valores del juego limpio que no es ni más ni menos que el de tener indudablemente la ilusión por ganar, pero no a cualquier precio. Como profesores se debe tener la obligación de actuar con rigor y no dejarse llevar por nuestros deseos personales de ganar, no animarles a hacer actos prohibidos. El enseñarles que las decisiones del arbitro, aunque a veces cometan errores nunca son intencionados y que unas veces nos perjudica y otras nos favorece. Hay que tratar que la competición si se elige esta opción,  sea siempre una experiencia positiva.

Nuestro ejemplo como profesores es fundamental por lo que no debemos nunca de enseñarles a transgredir de las normas (cambios de fechas de nacimiento, cinturones, pesos, etc).

Y una cuestión que creo de indudable relevancia es la de no encauzar el entrenamiento de los competidores única y exclusivamente a la competición, enseñarles que hay mucho más que la competición, que el karate es una forma de vida, que para progresar no necesariamente hay que elegir la opción de «ganar al otro» y que después de las medallas hay un camino a seguir. Que no ocurra que cuando dejan la competición se encuentren vacíos, sin objetivos. El karate es mucho más que la competición para que abandonen antes de empezar.

KARATE TRADICIONAL

Es un tanto complicado el definir que es el Karate Tradicional, ya que según quien, para unos el karate tradicional es aquel que no contempla la faceta competitiva, para otros ni siquiera la deportiva, los más puristas pueden opinar que es aquel que se enseña a la manera tradicional “japonesa”, otros por ejemplo descartan del karate cualquier alternativa que se salga de lo que hace veinte o treinta años le enseñaron, en fin cada uno es libre de opinar y enseñar como desee. 

En cuanto a la denominación, hay quien afirma que ellos enseñan “Karate-do”, porque es el karate “original”. Bueno me imagino que se referirán al karate-do desde Diciembre de 1933, que es la fecha  donde el “ryu kyu kempo karate-jutsu”, paso a denominarse “Karate-do”, marcando el reconocimiento de la Dai Nipón Butokukai como un “moderno” budo japonés.

Bajo mi punto de vista, el karate tradicional, o el Karate-do, es aquel que volviendo a sus raíces originales, no deja de evolucionar en consonancia con los tiempos modernos, dejando de lado su faceta “deportivo-competitiva”, como un fin en si misma. Es un karate donde la filosofía, la salud, la búsqueda interior, entre otras facetas, forman la piedra angular de sus enseñanzas y práctica.

Como a continuación iré exponiendo las diferentes facetas o alternativas del Karate, ya que algunas de ellas forman parte de lo que yo denomino “karate tradicional”, no me extenderé más al respecto.

KARATE Y KOBUDO

Kobudo y karate tuvieron un origen común y una evolución paralela. En cuanto a su forma de entrenamiento, posiciones, etimología, etc. estas dos disciplinas son prácticamente idénticas.

Con esto no quiero decir que todos los estilos de karate deban de trabajar kobudo y todos los practicantes de kobudo tengan que trabajar karate.  Por ejemplo en el estilo Shito-Ryu sus practicantes, trabajan habitualmente “kobudo”, sino todas las armas del kobudo, si alguna en particular como el “Bo” o el “Tonfa”, ya que el creador del estilo “Kenwa Mabuni” incorporo en su aprendizaje y evolución este trabajo como parte del mismo.

He propuesto esta modalidad del Budo como alternativa del karate, no solo por crear un grupo o clases especificas del mismo, “que no estaría del todo mal”, pero para ello el profesor necesitaría una preparación un tanto especializada. Lo que si propongo es que con un mínimo de preparación personal podríamos incorporar a nuestra metodología un elemento más que enriqueciera y motivara a nuestros alumnos.

Hay que tener en cuenta que mediante el trabajo con “armas”, los alumnos pueden mejorar su coordinación, distancia, sentido espacial, control de la técnica, etc. En el Karate nuestras armas son nuestras manos, pies, codos, etc y mediante el Kobudo las armas hacen que estos miembros se prolonguen como si del mismo cuerpo se tratara.

 

KARATE Y DEFENSA PERSONAL

Los más puristas pueden opinar ciertamente que el Karate es en sí un método muy eficaz de defensa personal, sí y también un revolver con la correspondiente licencia de armas. Los más perversos añadirían que más eficaz es el karate con un revolver.

Desde esta ventana, no quiero polemizar en si el karate tiene que ir aparte de la defensa personal “goshin” o no, solo que bajo mi experiencia los profesores de karate debemos estar acorde con la evolución de la sociedad y no podemos quedarnos descolgados. Profesionalmente tenemos una oportunidad de acercarnos a cubrir una demanda que la sociedad reclama, pero para ello lo primero que tenemos que hacer es formarnos para ofrecer una alternativa que realmente incorporé lo que el mundo del karate en ciertos aspectos a abandonado, “su evolución”, en concordancia con la sociedad.

Son muchos los grupos sociales que reclaman un sistema de defensa personal que les permita profesionalmente estar preparados para una eventualidad, entre ellos se encuentran por ejemplo los integrantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad “policía, vigilantes jurados, escoltas, etc”.

La Defensa Personal debe de estar abordada con una perspectiva global y totalizadora. Deberá impartirse mediante un método progresivo compuesto de múltiples prácticas motrices, introduciendo en las sesiones de aprendizaje-entrenamiento una amplia diversidad de situaciones de Defensa Personal.

Deberán presentarse situaciones de valoración de posibilidades y circunstancias entre dos o más personas cuya finalidad sería la de reducir y controlar al adversario, teniendo en cuenta que la mayoría de las veces deberá de realizarse intentando no producir lesiones al agresor, ya que habrá que respetar los aspectos jurídicos de proporcionalidad.

Deberá de desarrollarse la capacidad de utilizar todos los medios a nuestro alcance en el contexto de la aplicación real de Defensa Personal.

El desarrollo de aplicaciones y destrezas específicas ante diferentes situaciones o problemas.

En resumen la Defensa Personal deberá de poseer un carácter propio pero enmarcado en la propia filosofía que hizo que el karate-do evolucionara desde su origen.

 

KARATE EN LA  TERCERA EDAD

«Todas las partes del cuerpo, cuando se ejercitan con moderación, se vuelven más sanas y envejecen más despacio pero si no se usan y se abandonan es presa fácil para la enfermedad y envejecen más rápidamente».

(Hipócrates)

El valor del ejercicio y del movimiento corporal especialmente para los mayores se ha reconocido desde la antigüedad. Las artes marciales forman parte inherente de la cultura oriental, cultivándose desde la infancia, llega a formar parte de la vida de las personas hasta el fin de su existencia.

Como profesional del Karate-do, sería un atrevimiento por mi parte el sentar cátedra sobre otras artes marciales, aun afirmando que todas son igualmente beneficiosas para todas las personas sin importar la edad o el hándicap físico. Todo depende del enfoque pedagógico que se haga de las mismas.

¿ES POSIBLE EL KARATE-DO EN LA TERCERA EDAD?– ¡Si!, rotundamente si. En una sociedad competitiva, regida por férreos intereses comerciales y que pone el acento en el consumismo más desaforado, la vida humana es valorada según el déficit y el haber de su rendimiento económico. Por supuesto, hay otras maneras de entender la vida de las personas y que, de hecho, no necesitan apelar a criterios de servicio o utilidad. Esta es la visión de esta “alternativa”, que por supuesto no pretende ser utópico, sino realista, realizable y práctico.

Cada vez que se comenta el hecho de que un anciano practica karate, se descubre en el rostro del receptor un gesto de escepticismo. Cuando estos conceptos se analizan desde la prepotencia de la edad adulta, en una etapa de plenitud, y con unos conceptos sociales estereotipados, donde ciertamente «por desconocimiento» ni siquiera en esta edad muchas personas se acercan al karate, cualquier retroceso o disminución del rendimiento respecto de la misma puede ser considerado patológico, considerando a la vejez como una enfermedad en sí misma. En la actualidad se ha rescatado el concepto de vejez normal y se tiene en cuenta cómo se puede vivir esta etapa de  la vida de forma armónica, de modo que las incuestionables disminuciones en la capacidad individual que se producen puedan no alejarse de los parámetros considerados como normales, indudablemente cuando se trata de la práctica del karate-do o de cualquier otro deporte, deberá adecuarse su práctica tanto a la persona como al entorno social.

¿Sobre que factores se actúa mediante el karate-do?– Sobre el comportamiento y entorno. El karate-do como actividad física, intelectual, manual, psicomotriz, socializante…es una forma de utilización de las horas libres que se ofrecen al hombre para la jubilación, forma parte de lo que podríamos llamar «una terapia de movimientos» destinada a contrarrestar la inmovilidad motora y cerebral.

Los beneficios del karate-do como actividad física en la tercera edad son obvios: En cuanto al aparato locomotor, mediante las técnicas de karate-do se adquiere coordinación general, movilizándose la práctica totalidad de articulaciones y grupos musculares. Hay que tener en cuenta que la fuerza de los principales grupos musculares decrece por lo tanto, resulta importante un mantenimiento físico dosificado, moderado y regular.

En cuanto al aparato cardiovascular, el entrenamiento regular, moderado, permite un descenso de la presión arterial en el esfuerzo y así mismo un descenso de ésta en reposo. Por lo tanto, el entrenamiento diario influye favorablemente en las cifras de la presión. Los métodos de relajación Zen utilizados en karate-do, son de gran utilidad para todos pero sobre todo para algunos hipertensos.

El aparato respiratorio: El karate adaptado, como ejercicio físico es una medida preventiva sencilla y eficaz contra la insuficiencia respiratoria. Con el trabajo de karate hay un aumento de la presión arterial pulmonar. La zona superior del pulmón será irrigada de nuevo. El vértice vuelve a ser funcional.

El sistema nervioso: El trabajo propio del karate insiste sobre la orientación- trabajo perceptivo-motor y sensitivo-motor, ejercicios de coordinación, puño-pierna, defensa-ataque, etc. así como ejercicios de equilibrio.

Y ya como conclusión, el karate en la tercera edad es real, todos sabemos que se puede emprender algo a cualquier edad, es imprescindible asegurar a todos una mejor calidad de vida, y por que no a través del KARATE-DO.

Cada día más la sociedad pone su atención en el cuidado de la salud, miran con lupa la alimentación, cada vez más dedican su tiempo de vacaciones o fines de semana al turismo rural, a disfrutar de la naturaleza.

Cuando se plantean realizar alguna actividad física dirigida, su demanda se centra ante todo en la consecución de una calidad de vida que les permita mantenerse jóvenes el mayor tiempo posible.

El Karate en este aspecto ofrece ventajas con relación a otras actividades, a condición como es natural de eliminar el concepto de rudeza y cualquier violencia gratuita por parte del compañero de clase que quiera eliminar su estrés a costa de los demás.

La metodología del profesor deberá cubrir las demandas de este tipo de población, con imaginación y grandes dosis de creatividad. Nuestro enfoque ante esta “alternativa”, estará principalmente dirigido a cubrir las expectativas de salud integral de la persona, tanto física como mental y emocional. No tratando de hacer un karate “lait”, sino moderado en su intensidad, eliminando todo aquello que pudiera ser peligroso y realizando “kumite” –si lo aceptan-, con el suficiente control como para que sea como un juego al servicio de un fin, “no para ganar competiciones”, ni prepararse para un posible atraco, sino como elemento que ayude a quemar calorías, a desarrollar los reflejos, agilidad, destreza, etc…

Según mi experiencia, el grupo de población que demanda esta modalidad “este karate”, estaría entre los 30 y los 60 años principalmente, tanto hombres como mujeres. Los cinturones son un elemento motivador, pero no les gustan los exámenes de grado y menos enfrentarse a un tribunal para el examen de Cinturón Negro.

 

KARATE Y SALUD


Cada día más la sociedad pone su atención en el cuidado de la salud, miran con lupa la alimentación, cada vez más dedican su tiempo de vacaciones o fines de semana al turismo rural, a disfrutar de la naturaleza.

Cuando se plantean realizar alguna actividad física dirigida, su demanda se centra ante todo en la consecución de una calidad de vida que les permita mantenerse jóvenes el mayor tiempo posible.

El Karate en este aspecto ofrece ventajas con relación a otras actividades, a condición como es natural de eliminar el concepto de rudeza y cualquier violencia gratuita por parte del compañero de clase que quiera eliminar su estrés a costa de los demás.

La metodología del profesor deberá cubrir las demandas de este tipo de población, con imaginación y grandes dosis de creatividad. Nuestro enfoque ante esta “alternativa”, estará principalmente dirigido a cubrir las expectativas de salud integral de la persona, tanto física como mental y emocional. No tratando de hacer un karate “lait”, sino moderado en su intensidad, eliminando todo aquello que pudiera ser peligroso y realizando “kumite” –si lo aceptan-, con el suficiente control como para que sea como un juego al servicio de un fin, “no para ganar competiciones”, ni prepararse para un posible atraco, sino como elemento que ayude a quemar calorías, a desarrollar los reflejos, agilidad, destreza, etc…

Según mi experiencia, el grupo de población que demanda esta modalidad “este karate”, estaría entre los 30 y los 60 años principalmente, tanto hombres como mujeres. Los cinturones son un elemento motivador, pero no les gustan los exámenes de grado y menos enfrentarse a un tribunal para el examen de Cinturón Negro.

KARATE TERAPEUTICO

“Terapia: Que sirve para restablecer la salud”.

Este tipo de karate estaría dirigido tanto a niños como a mayores. El objetivo por tanto sería el de restablecer la salud mediante el Karate-do y normalmente el alumno es remitido al Gimnasio o Dojo por un profesional de la salud (Médico de familia, médico deportivo, traumatólogo, Pediatra, Psicólogo, Psicomotricista, Fisioterapeuta, Masajista, etc.).

Cada vez son más los casos de estos profesionales que van remitiéndonos sobre todo a niños  con problemas de psicomotricidad, de relación, de autoestima, agresividad, timidez, inseguridad, niños hiperactivos….

También en adultos, con patologías de carácter físico se han tratado con éxito, a través del karate-do: Lumbalgias, escoliosis, cifosis, lordosis, asma, enfermedades degenerativas como artrosis, problemas de crecimiento, hipertensión e incluso anorexia nerviosa.

La preparación del profesor de Karate debe ser muy cuidada y poseer grandes dosis de auto superación. El objetivo no es mejorar los síntomas de la enfermedad sino conseguir una mejor calidad de vida y autoestima.

Por poner un ejemplo, al practicar Katas, debemos recuperar la imagen real de muchas de estas katas, eliminando el sentido de defensa o ataque contra adversarios imaginarios, sino movimientos energéticos que además de modificar el estado de consciencia del practicante, a nivel físico es capaz de aumentar el rendimiento neuronal, el tono muscular y mejorar el estado de las articulaciones.

“Al practicar estos movimientos explica el Dr. Pereda, estamos luchando contra un enemigo muy real, solo que no se trata de otra persona sino de la enfermedad, estos movimientos sirven pues para mucho más que para ganar una competición. Con ellos podemos ganar vida”.

La base científica de tan extenso repertorio de posibles aplicaciones parece unificar determinados factores: Los movimientos energéticos repercuten positivamente en la masa muscular al trabajar la contracción, el aumento de líquido sinovial mejora los procesos degenerativos, las diferentes respiraciones combinadas con el movimiento masajea los distintos órganos y se libera acetilcolina con el consiguiente efecto anti-estrés.

 

KARATE ADAPTADO

DISCAPACIDADES FÍSICAS O PSÍQUICAS

Según el Dr. Ricardo Hernández el deporte significa voluntad de acción, empleo del tiempo libre, aunque a veces se convierta en ocupación y aún dedicación, y se llegue a él incluso por obligación, como ha sucedido a tantas personas con secuelas de polio, parálisis cerebral o deformidades de columna que inician una gimnasia con finalidades terapéuticas que en principio no apetecen, pero que al final la afición brota y surge la vacación y al final la vocación.

Hacer deporte es un desafío para el individuo, decía el Dr. Hedman. Un desafío con el que pone en movimiento sus recursos físicos y psíquicos «en reposo» para así crear una ayuda al bienestar básico que resulta de un conocimiento a fondo del cuerpo y su control y una armonía entre la mente (fuerza de voluntad) y el cuerpo (la motricidad).

Internacionalmente la difusión del deporte y su gran variedad se debe en gran medida a la voluntad que tiene el hombre de dominar su cuerpo y encontrar los límites de su propia capacidad. Es fácil compararlo con el estímulo que encuentra el niño en crecimiento, en el movimiento, los juegos corporales y la alegría sobre sus logros.

Naturalmente el atractivo del deporte también tiene que ver con otras sensaciones: la del momento de la competición, la función de actuar, las funciones sociales (compañerismo, etc.).

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la práctica del karate-do para discapacitados se convierte en algo de especial importancia para el deporte en general, el movimiento asociativo y las técnicas de rehabilitación. Es más, puede decirse que cuanto menores son las esperanzas de recuperación para un individuo, mayores serán los motivos para aprovechar todos los medios disponibles -incluso el karate- para obtener la mejor funcionabilidad posible.

Cada persona -discapacitada o no- es única y debe por sí misma buscar los límites de su capacidad. Estos límites personales son difíciles de conocer con seguridad, utilizando bases médicas o el juicio de los demás. El karate para discapacitados o adaptado, con su gran variedad de alternativas, ofrece al individuo con alguna deficiencia la posibilidad de desarrollarse para obtener una mejor funcionalidad y el máximo aprovechamiento de sus recursos. Todo se centra en la fuerza de estímulo que se consigue con el karate. El tipo de deficiencia y el diagnóstico vienen en segundo lugar.

«El karate para discapacitados mejora su calidad de vida». Para los discapacitados, las actividades deportivas en general pueden tener un valor adicional. Es una manera más alegre y estimulante de recuperar una capacidad funcional perdida, para desarrollar la fuerza física, la movilidad y el equilibrio, teniendo asimismo efectos psicológicos. De este modo, las actividades relacionadas con el karate-do pueden jugar un papel muy importante en el proceso de rehabilitación. No se deben menospreciar los efectos psicológicos y sociales de la práctica de nuestra disciplina. Son de una gran importancia para la persona, recortando decididamente el período que necesita el discapacitado físico para superar las diferentes fases del proceso de rehabilitación: la negatividad, la agresividad, la resignación, hasta llegar a la meta de la aceptación y recuperación de la confianza y del propio valor.

Desde este pequeño apunte quiero mandaros un mensaje, una llamada a la vida un desafío al «puedo y quiero», llenar la vida de estas personas, de actividad, de ilusión. Podemos poner a su alcance todo un abanico de posibilidades, no lo dudéis.¡SI QUEREIS, PODEIS!.

 

«KARATE EN SILLA DE RUEDAS»

Desde hace unos años sabéis que existe un sistema de karate que lo pueden practicar los usuarios de sillas de ruedas. Aunque pueda parecer asombroso, es una realidad que ya se practica en nuestra federación. Como la duda es lógica, vamos a contestar a una serie de preguntas que quizás nos aclaren un poco, «que es y en que consiste» el «Karate en silla de ruedas».

¿EN QUE CONSISTE ESTE SISTEMA DE KARATE-DO?

Este sistema de Karate-Do, ha sido creado fundamentalmente para el desarrollo de la psicomotricidad así como para efectuar una rehabilitación muy eficaz y así mismo amena para los discapacitados físicos.

Hoy día se habla mucho de la integración social del discapacitado físico, precisamente uno de los campos en donde más se ha de demostrar esa integración es en la actividad deportiva.

Actualmente se realizan competiciones de baloncesto, de atletismo, natación, y un sin fin de deportes más realizados para asombro de muchos por estas personas que sufren un hándicap físico.

El karate en silla de ruedas es un sistema creado para hacer mucho mayor dicha integración proporcionando tres aspectos fundamentales:

1) Realización de una actividad marcial pudiendo experimentar el gran aliciente que supone el esfuerzo y la concentración para la subida de grados.

2) Aumento de psicomotricidad, capacidad vital, relajación y desarrollo muscular de todo el tren superior.

3) Es un excelente medio de Rehabilitación que siempre es mucho mejor acogido que la Rehabilitación convencional.

 

¿A QUIEN VA DIRIGIDO EL SISTEMA?

El sistema va dirigido a los discapacitados físicos sobre todo de los siguientes grupos:

A) Silla de ruedas

B) Amputados

C) Poliomielíticos

D) Ciertos tipos de parálisis cerebral

E) Ciertos tipos de esclerosis

F) Ciertas deficiencias psíquicas

G) Malformaciones congénitas de extremidad inferior

El nexo común de la práctica de este estilo es la silla de ruedas, ya que aunque en su vida diaria no la necesiten y deambulen con muletas, para la práctica de Karate-Do están invalidados al no poder movilizar bien sus extremidades inferiores, siendo entonces precisa la silla de ruedas para desarrollar esta modalidad deportiva.

ASPECTOS MEDICOS

Mediante la práctica de esta actividad física, se pretende realizar una función eminentemente rehabilitadora ya que mediante su práctica se van a experimentar los siguientes beneficios:

  1. DESARROLLO DE LA MUSCULATURA DE EXTREMIDAD SUPERIOR
  1. DESARROLLO DE MUSCULOS RESPIRATORIOS: DIAFRAGMA E INTERCOSTALES.
  1. DESARROLLO DE LA PSICOMOTRICIDAD Y CAPACIDAD DE ATENCION.
  1. DESARROLLO DE LA MUSCULATURA ABDOMINAL.
  1. TRABAJO MIXTO MUSCULAR DE ISOMETRIA E ISOTONIA.
  1. MEJORA EN EL TRABAJO DE MANEJO Y DESPLAZAMIENTO DE LA SILLA.
  1. LA REHABILITACION ES AMENA, SE ADQUIERE MOTIVACION Y PUEDE PRACTICARSE SIN APENAS MEDIOS.

SE ACTIVA LA SUDORACION SE ACELERA RAPIDAMENTE EL RITMO CARDIACO Y SE PUEDE DESARROLLAR TANTO LA AEROBIOSIS COMO LA ANAEROBIOSIS.

 

KARATE INTERNO

¿Karate interno?, ¡vaya! os preguntareis la mayoría, yo creía que lo que estaba practicando era también karate interno.

Todos los karatekas hemos heredado un Reigí-sa-hô, una etiqueta en el Dojo y en las demás partes del entrenamiento. También vemos como en los tribunales de grados a veces somos interrogados por los jueces sobre si sabemos que es el “Kime” el “Kiai”, o bien nos inquieren sobre que significa “zanshin” o ¿Qué es y para que sirve el “Mokuso”? o que punto es el “Kihaku” en la ejecución del kata. Si somos capaces de echar una ojeada al Glosario de la normativa del C.N. encontramos palabrejas como “Zazen, Zen” entre otras, como parte de nuestro argot.

Y ya no digamos si un tribunal para 5º ó 6º Dan, ciertos “grandes” maestros tienen la osadía de preguntarnos sobre el “KI” o el “Do”.

A veces como profesores les hablamos a nuestros alumnos sobre el “Ki” el “Zen” etc. Sin saber exactamente lo que significa para nosotros, salvo una definición teórica que ni nosotros mismos creemos.

Y ahora os hago a todos vosotros esa misma pregunta: ¿Qué es el “KI”?. Sin teorizar, ¿alguno siente el “Ki” cuando practica karate?. Y voy más allá, los que son segundos danes en adelante, ¿os creéis eso del “Ki”?. Llegados a este punto os puedo asegurar que no me sorprendo de ninguna contestación, y no es una crítica, la verdad es que no hemos sido capaces de llegar a más.

En un principio pensé en realizar un repaso histórico de la evolución y desarrollo del Karate-do, pero he creído conveniente no efectuarlo dado que todos conocemos más o menos esa historia, por lo que resultaría retórico.

El resumen sería el siguiente, tenemos en la actualidad un karate que salvo excepciones, tiene un enfoque casi deportivo-competitivo, aunque no participe en competiciones nada más que un número minoritario de practicantes.

En la sociedad actual hay cada vez más un número de personas que miran hacia su interior. El Yoga, Tai-Chi, Chi-kung, etc. se han convertido en elementos de moda y aparecen como disciplinas dirigidas a cultivar la meditación, la relajación y la energía interna.

Cada uno de nosotros tiene un inmenso potencial oculto o poco evidente, que con un entrenamiento adecuado puede revelar un poder sorprendente. El karate-do es un método mediante el cual, las barreras físicas o mentales pueden ser eliminadas y liberar su potencial, pero para ello no podemos limitarnos a trabajar la parte física o técnica. Tenemos que ir mucho más allá. Mirar hacia atrás y ver, que se ha quedado en el olvido, que es lo que le falta a nuestro karate-do.

El secreto si es que lo hay, se encuentra en el Zen y el Chi-kung. No quiero decir con esto que haya que practicar las dos cosas, pienso que cada uno puede dirigir su atención y según sus preferencias hacia uno u otro.

Pasemos a examinar cada una de estas disciplinas y su influencia en el Karate-do. En primer lugar examinaremos el “Budismo Zen”:

Este sistema filosófico fue introducido por Bodhidarma en el Monasterio de Shao-lin. Se basa en la inseparabilidad del alma y el cuerpo. Es una doctrina eminentemente práctica, es decir, el Zen se practica como un sistema de meditación sentada en la postura de Zazen.

El Zen ha terminado por adquirir un significado especial y exacto. Ya no es la meditación en general, sino la meditación con el fin específico de descubrir o realizar la propia naturaleza esencial o real, dice E.Wood en su Diccionario Zen.

Esto que llamamos hoy CHI-KUNG o QI GONG, es a la vez el nombre bajo el cual se concentran las prácticas energéticas de la salud y de las artes marciales transmitidas en China y una forma de síntesis moderna de todas ellas. He estudiado durante años diferentes aspectos y lo encuentro esencial para una práctica de artes marciales concebida para la longevidad. De cualquier manera, este sistema tiene como finalidad el despertar una parte de nuestras capacidades dormidas y aumentar nuestra energía interna.

 

KARATE RECREATIVO

Bajo esta denominación podemos englobar el karate enfocado al deleite y a la diversión como fin último. El karate es en sí un elemento que integra con mucha facilidad cualquier recurso que nuestra imaginación pueda aportar.

Hay determinados grupos de población que lo único que buscan es pasar un rato divertido sin pensar demasiado y donde encontrar un grupo de “amigos” con un objetivo común. Lo cierto es que si no se lo damos nosotros irán a buscarlo a otro lado.

Esta alternativa del karate llega a individuos que realmente los grados no le importan mucho, no quieren “sufrir”, eso sí sudar mucho les relaja siempre que se consiga de una forma divertida.

Las clases deberán de enfocarse desde una perspectiva lúdica, intercalando juegos y trabajos que permitan  desarrollar la creatividad, la espontaneidad, el trabajo físico moderado, el aprender sin esfuerzo. El trabajo de Kihón no debe de ser excesivamente duro y meticuloso, las correcciones deben de ser puntuales y no demasiado exigentes. El kumite si se hace deberá de ser muy controlado para evitar lesiones.

Los medios a utilizar serán de lo más variado, música en las clases, trabajo con balones, combas, gomas, etc. todo sirve.

 

KARATE EN LA ESCUELA

Cuando se habla del karate en la escuela, nos viene a la cabeza la actividad extraescolar que se imparte en los colegios, organizada en ocasiones por los APAS en otras por el propio colegio, etc.

La propuesta que aquí lanzo es muy diferente, va mucho más allá y se incorpora a la propia enseñanza dentro del horario escolar.

Lo ideal es introducirlo dentro de la asignatura de Educación Física, como una unidad didáctica. En vez de llamarla Karate puede ir incluida dentro de las “Actividades y Deportes de Combate y Lucha” y en un principio solo como el deporte de “Karate”.

En que podemos basarnos para apoyar este proyecto:

En principio las legislación es muy clara al respecto, La LOGSE recoge, que los contenidos de la Asignatura de E. F. deben ser variados y abarcar el mayor número de deportes posibles y que estos sean de diferentes grupos.

La ley 9/90, de 22 de Junio de Educación Física y Deporte de La Comunidad de Castilla y León establece en su articulo 5 del capitulo Primero lo siguiente

Articulo 5 – 1. Se consideran de interés preferente los planes y programas para la práctica de la Educación física y del Deporte en la edad escolar orientados a la educación integral, al desarrollo armónico de la personalidad y a la consecución de unas condiciones físicas y de una formación que posibiliten la práctica continuada del deporte en edades posteriores.

-2.Deberá procurarse que la práctica del Deporte Escolar sea polideportiva, y no orientada exclusivamente a la competición, a fin de que los escolares puedan practicar diversas modalidades deportivas de acuerdo con su aptitud y edad.

La propuesta por lo tanto sería incluir el karate en el programa anual de Educación Física y como se viene haciendo con deportes como por ejemplo el “baloncesto, fútbol, balonmano, etc.” Impartir unas unidades didácticas de 2 ó 4 sesiones (teóricas y prácticas), que permita a los alumnos aprender y practicar los fundamentos básicos del karate ya que en ellos se desarrollan habilidades básicas que no se encuentran en otros deportes.

¿EN QUE CRITERIOS NOS BASAMOS Y QUE APORTA EL KARATE A LA ASIGNATURA DE EDUCACIÓN FÍSICA?

La ley en su articulado una de las funciones que persigue es que los alumnos, vean y conozcan las diferentes disciplinas deportivas para que puedan escoger aquella que mejor se ajuste a sus cualidades, capacidades, preferencias y gustos.

Resumiendo hay que proponer la utilización del karate como parte de los deportes de lucha y combate como medio de formación integral en la escuela, en base a los siguientes criterios:

 

1.- Por su gran riqueza motriz, entendida como la utilización de la mayoría de patrones de movimiento, segmentos corporales, etc.

2.- Por su aportación para canalizar la agresividad.

3.- Por la existencia de competición deportiva de alta exigencia técnica, estratégica y táctica.

4.- Por ser de fácil adaptación a los centros docentes.

5.- Por que implica bajo riesgo físico de lesiones, pues las técnicas de golpeo solo se marcan y todas las ejecuciones se realizan con el máximo control.

6.- Porque desarrolla aspectos propios de la actividad psicomotriz que permitirán lograr:

7·- Unos principios de habilidades validos para todos los deportes en general.

8.- Unos principios de organización corporal transferibles a otras actividades.

9.- Por ser de gran valor educativo en el  desarrollo de los mecanismos perceptivo (utiliza todos los  sistemas: auditivo, visual Táctil y kinestésico), de toma decisión y el mecanismo de la ejecución ya que se trata de un deporte complejo de regulación externa en el que se deben de tomar decisiones rápidamente escogiendo la respuesta adecuada entre un repertorio muy amplio de posibilidades y muy importante, sobre el mecanismo de regulación y control.

10.- Por que favorece las relaciones interpersonales, promoviendo la cortesía, el respeto profundo hacia el adversario que lejos de ser un enemigo es un compañero que representa la posibilidad de aprender con su ayuda convirtiéndose en un compañero. Esto favorece la  solidaridad, la participación y la cooperación con el oponente al implicarse en su propio aprendizaje.

10.- Porque es una práctica divertida y nueva para todos los alumnos que, al partir con idénticas posibilidades, pueden participar y divertirse por igual.

11.- Porque mejora las diferentes manifestaciones de todas y cada una de las cualidades físicas básicas y por tanto la condición física y la salud.

Creo, por tanto, que es obligación de las escuelas ofrecer a los alumnos una amplia oferta de posibilidades deportivas  entre las que escoger aquella /as  que más motivan a los alumnos de cada centro.

PROYECTO PILOTO REALIZADO EN EL C. P. FERNANDO DE ROJAS DURANTE EL CURSO 2003-2004

La experiencia se realizo incluyendo el deporte de Karate en el programa educativo del Centro, dentro de la asignatura de Educación Física:

El desarrollo se llevo a cabo dividiéndolo en dos unidades didácticas por grupo. El grupo incluía a dos niveles por curso. Los cursos seleccionados fueron 4º, 5º y 6º de EGB. Compuesto por 6 niveles por curso, lo que hacen un total 18 grupos. La suma total de alumnos que recibieron el programa fue de 420. Los cinco profesores de Educación Física incluido el Coordinador, también estuvieron presentes tanto en las clases teóricas como prácticas.

Por nuestra parte participamos, cuatro monitores titulados y yo como Director Técnico de la Delegación Burgalesa.

DESARROLLO DEL PROGRAMA:

1º.- Clase teórica presentada en “PowerPoint”, con participación activa de los alumnos, y proyección del video de promoción del karate de la F.CyL.K.

2º.- Demostración por parte de monitores de “Kihón, Kata, Kumite y Defensa Personal”.

3º.- Clase práctica “Calentamiento, Kihón, Ippón Kumite, Defensa Personal y Juego”.

A cada niño se le entrego un tríptico de la Federación para que tuvieran una información más exacta sobre el Karate.

El desarrollo del mismo fue todo un éxito tanto de cara a los alumnos como para los profesores y director del Centro. De cara al curso 2004-2005 hemos sido invitados a repetir la experiencia para los cursos 3º y 4º.

CONCLUSIÓN

Todas estas “alternativas” son un pequeño resumen de mis investigaciones a lo largo de los últimos trece años, estos apuntes nunca estarán completos. Así como el conocimiento científico avanza día a día, así también las alternativas del Karate, los métodos de entrenamiento y muchas posibilidades de evolución se irán añadiendo con el correr de los tiempos. Vuestros comentarios serán bienvenidos especialmente si tenéis sugerencias que puedan mejorar nuestro karate-do.

Y para terminar una cita de O-Sensei Morihei Ueshiba:

“No hay adversarios ni enemigos para el verdadero Budo. Necesitamos solamente un espíritu para servir a la Paz de todos los seres humanos en el mundo, y no el espíritu de aquel que desea ser fuerte o que se entrena solamente para batirse con un adversario.”

 

 

Fernando Martin Millana

C.N. 7º Dan Shito Ryu, RFEK

 

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4 Comments

  1. Avatar

    Maestro, es que “Ki” es un concepto mental. Intención. (Voy a hacer)
    “Kimé” es un concepto psicofísico. Voluntad. (Estoy haciendo)
    De la sincronización entre ambos se produce El Acto (He hecho).
    Todas las katas son Sanchin. (Los tres tesoros)
    La Triada. El Uno hace El Dos y por la interacción entre Dos se genera El Tres. Será La Naturaleza de El tres lo que determine la naturaleza de cada uno de los “diez mil seres” (Actos).

    Como me gustan sus artículos.
    Gracias.
    Á. Ponte.

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    Alvaro muchas gracias por tu comentario y por ser lector de la web, me agrada que te gusten los artículos, seguiremos publicando muchos más.
    Un abrazo.
    Fernando Martín.

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  3. Avatar

    buenos días Sensei.
    he leído este articulo y ha sido muy didáctico para mi. me parece un estupendo esfuerzo el que realiza al abrir el mundo del Karate-Do al resto del mundo, con sus artículos.
    hoy por ejemplo me ha encantado el final del articulo con la cita de O-Sensei «Morihei Ueshiba», pues siempre he dicho que el Karate, es una forma de vida y no una meta donde llegar, siendo el más fuerte o el mas hábil.

    un cordial saludo, Os.

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      Pablo muchas gracias por tu comentario, como siempre digo mi intención es «compartir», creo que es el camino adecuado para que las AA.MM y el Karate-Do en particular puedan ser conocidos en profundidad por propios y extraños.
      Un afectuoso saludo.

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