Teoría y aplicación del kata tradicional Un arte con mil caras . . .

¿Qué es elegante y fluido, aunque dinámico, en el exterior, pero metódico, simplista y brutal en el interior? Si ha respondido kata, no sólo ha acertado, evidentemente conoce algo sobre el Karate que aparentemente ha pasado inadvertido por toda una generación de aprendices más impresionables pero menos informados. Demasiado a menudo juzgado por su apariencia, y en ocasiones incluso comparado con un libro, lo que se ve en la superficie nunca es lo que contiene el interior del kata.

Durante un tiempo práctica reservada muy bien guardada, los kata son precisamente la razón por la que Karate, como arte, ha sido conservado y transmitido hasta día de hoy. Su herencia se remonta a los progenitores chinos del Quanfa. Lamentablemente, la fórmula única en su día utilizada para asistir en la entrega de las intenciones contextuales culminadas en el kata se perdió tras la modernización del Karate, que oscureció los principios de aplicación defensiva originales. Yo sostengo que la intención original expuesta por los pioneros era que los aprendices estudiaran los HAPV (Actos Habituales de Violencia Física) (este incomprendido proceso analítico es lo que se conoce como bunkai-jutsu) para que pudieran entender cómo se desarrollaban y empleaban las estrategias tácticas y prácticas de aplicación (oyo-jutsu). Utilizando circunstancias de aprendizaje seguras (normalmente el entorno de un dojo), los HAPV eran recreados sistemáticamente y las estrategias tácticas reconstruidas metódicamente en ejercicios por parejas. Tales esfuerzos eran repetidos con grados de intensidad paulatinos o exponenciales dependiendo completamente de la aptitud individual de cada alumno hasta que se revelaba una espontaneidad funcional y uno desarrollaba la capacidad para utilizar eficazmente los principios de aplicación independientemente de los HAPV.

A través de este proceso embrionario, y el desarrollo del “dojo”, los profesores profesionales descubrieron la necesidad de ritualizar la recreación en solitario de estas prácticas defensivas en compuestos individuales como la base de su programa de estudios. Con la intención de ser dispositivos mnemotécnicos, los compuestos en solitario ayudaron a los innovadores a ensamblar y recordar la miríada de estrategias tácticas que desarrollaron.

Originalmente, los compuestos en solitario no se desarrollaron para impartir la lección en sí, sino en lugar de ello para culminar lo que ya había sido enseñado. Además de solidificar su plan de estudios, deduje que reuniendo múltiples compuestos en plantillas individuales, los pioneros pudieron mejorar también el acondicionamiento físico, mental y holístico, fortaleciendo por tanto el proceso de aprendizaje global.

Este fenómeno acunó el nacimiento de aquello que el Kenpo/Quanfa chino llama Hsing (o kata en japonés). Muchos de los kata más antiguos transmitidos en el Karate okinawense tradicional (Ryukyu Kenpo – las prácticas de Quanfa del viejo Reino Ryukyu de Okinawa) trazan sus raíces hasta este fenómeno.

Como investigador, no rechazo los dogmas del Karate, pero sí estoy en desacuerdo con su interpretación moderna del kata. En un esfuerzo por resolver la ambigüedad que envuelve la historia y teorías técnicas del kata, espero sinceramente que encuentre convincente el análisis que yace ante usted.

 

Victor Lopez Bondia“Theory & Application of Tradition Kata”
Traducción al castellano: Víctor López Bondía [Con la autorización de Patrick McCarthy]

Fuente:viclobon.blogspot.com.es

Foto portada: BWN Patagonia | Diego Mur

Patrick McCarthy

Author: Patrick McCarthy

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