El karate postmoderno, tras la pérdida del TEGUMI
Jun14

El karate postmoderno, tras la pérdida del TEGUMI

UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE.   Séptima parte y ULTIMA. El karate postmoderno, tras la pérdida del TEGUMI. El precio que pagó el KARATE por su falsificación masiva de la realidad, fue la nube de sinsentido y sin horizontes de superación, que vivió durante la primera mitad del S.XX. Sin embargo, el karate fue aflorando poco a poco de la aridez, con la rienda suelta hacia puntos de vista más modernos. Es irónicamente en esa MODERNIDAD, donde el término “TRADICIONAL” se comienza a utilizar para referirse a la herencia ahora regresiva y sin remanentes de su predecesor. Así es como, siendo fieles al “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, es lícito arguir que, con tan manida denominación (tradicional) se pretende dar visos de reliquia antigua, a lo que es de muy reciente creación. Pues bien, si damos por sentado que los lindes de la ORTODOXIA TRADICIONAL, y los del KATA-DEPORTIVO incipiente defendido en el mismo Japón y después en Occidente, son difusos; seremos conscientes de tan estúpido como clamoroso deseo de diferenciación (entre kata de competición y kata tradicional). En un terreno paralelo, el propio “mulá” del karate TRADICIONAL M. Nakayama, inspirado por maestros de la talla de K. Mabuni y H.Otsuka, pronto se dispone a explorar en nuevos entornos de combate libre con fuertes tendencias deportivas. Al final del la década de los 30, varios maestros coetáneos en condiciones de estrechez, son impulsores del combate libre. Pero parece ser M. Nakayama, bajo medios mas propicios, es quien oficializa por fin el JIYU-KUMITE (combate libre) tomando como raíz el minimalista JIYU-IPPON-KUMITE, unido al fuerte aroma de la “danza de los señores” de Okinawa (que he mencionado en la cuarta parte), mezclado con ideas del kendo, y a través del cristal de los métodos pugilísticos Occidentales. Esta mezcla sabia y hermosa, es la guinda del pastel que pasa a ser, en verdad, lo mejor de todo el pastel actual. En gran medida porque ilustra de modo muy gráfico nuestro pragmatismo Occidental, y por extensión cierta similitud de ambas culturas: desde que también se ponen los pantalones como nosotros, una pierna cada vez; hasta que, el objetivo final y último de la mayoría ¡también es ganar una competición! Este camino, propiciará la emergencia a los superlativos SHIAI-KUMITE (combate deportivo) y KYOGI-KUMITE (combate de competición) que pronto conduce al afinamiento y optimización del karate Occidental de combate, hacia una sofisticación técnica y estratégica sin parangón. Y, para completar el panorama es obligado poner de relieve que, lo que por fin cristaliza en los círculos oficiales del karate, son dos elementos totalmente divergentes que...

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“Eje central » del Karate
May25

“Eje central » del Karate

El KARATE y sus katas son la excusa externa para hacer un viaje interno de liberación y desbloqueos. Y su grandeza se ha de medir por la virtud interna, no por la forma externa. Resulta irónico que, el hombre nació desbloqueado, pero por todas partes hay bloqueos. La alineación rígida que sufrimos, es producto del rancio abolengo tradicional que sabe a parvulario: posición anclada, músculos que se apretan, ESPALDA ATIRANTADA HACIA ARRIBA que obliga a espetar la posición, etc… Estas espurias costumbres han llevado al suicidio del arte, han dado al traste a muchas espinas dorsales y han imposibilitado:  La transmisión del esplendoroso “FLUJO DE KI”.    La consumación sublime de armonizar con el oponente a través del principio de no resistencia. Pero el motivo de tanta impostura es, a causa de que, es más fácil engañarse que desengañarse. No hace falta esfuerzo para dar todo lo que es fácil de entender por verdadero. No hace falta esfuerzo para creer que hay que enderezar la postura y atirantarla con los músculos antigravitatorios, atiesando la espalda como si la cabeza hiciese fuerza hacia el techo, presentando el pecho con presunción y curvando los lumbares. Pues bien, así como hagas la cama tendrás que acostarte en ella. Hacer la cama, creyendo lo que dicen “los que saben”, reforzados por el “efecto halo”, es más fácil que pensar. Pero creer, sin más, adolece de buena visión. De hecho, es muy corto de miras obstinarse en no reconocer que, la colocación de la espalda enderezada en las técnicas es un simple disfraz de naufrago. A poco que se experimente, se averiguará que el precio que ha de pagarse por estos vicios disfrazados es transformarnos en una pieza fácil de desenraizar y desequilibrar, que coloca los segmentos corporales en planos, líneas funcionales con la fuerza muscular en efecto de ariete que provoca un vector de resistencia con el adversario, y que estanca la transmisión de las fuerzas ondulatorias de KI, que deberían conectarse y propagarse por la espalda. En la vida, no hacen tanto beneficio la verdad como daño hacen sus apariencias, y eso nunca fue tan verdad como en errores que se desprenden de la falta de “eje central”, y que los entendidos en la materia tememos tanto como el diablo al agua bendita. Me refiero a la estructura trabada, “ITSUKU”. De lo dicho, no hace falta ser un lince para deducir que, de existir algún secreto para estructurarse, este debe ser sin trucar groseramente el aspecto erguido. Pues si. Y por cierto, este es el rasgo distintivo, así como el “principio axial” que supera toda estimación. De hecho, todos los demás OKUDEN...

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Secreto marcial (okuden)
Abr27

Secreto marcial (okuden)

Secreto marcial (okuden). EL “EJE CENTRAL” DEL KARATE AL DESCUBIERTO No hay más ventura ni desventura que querer comprender o no querer. Es plaga de karatekas universales por querer bruñir la superficie del arte, mantener en la oscuridad el entendimiento profundo. La oscuridad a la que está sometido el entendimiento general del KARATE no es la oscuridad en la que todos los gatos son pardos. Es más bien como la oscuridad del que no quiere abrir los ojos. Hay linces del karate que, cuando se dan cuenta de que no querían lo que sabían, o se ha vuelto obsoleto lo que sabían, entonces abren los ojos para dar mate a peregrinos y vulgares errores, y para aprender lo que querían de verdad. Y… Una vez se abren los ojos, ya no quieres cerrarlos. El punto es abrirlos. Y… Es de todo punto evidente que, una vez abiertos máxima es de cuerdos ser consecuente en alas de lo que se ha visto con tanta claridad como la que se desprende del agua cristalina. Dicho sea de paso, si alguien desea abrir los ojos de la mente en este momento, sea un placer hacer pasto de todos, el cómo abrazar el espíritu del “EJE CENTRAL” (SEICHUSEN) y su vida secreta. Y mostrar a niveles inéditos, como se construye tal monumental experiencia. Antes de hacer que el KARATE fluya del cuerpo, lo primero es disponerse para una verdadera práctica de calidad. Y, disponerse, es colocarse en actitud (YOI) física y mental, en la cual adoptamos un “EJE CENTRAL” que será el cimiento a través del cual construimos las técnicas del KARATE. Este esplendor renovado sucede en un micro-instante. Pero lo describo profusamente para adquirir los detalles que posiblemente nunca se han dejado caer en una clase colectiva. Una clase colectiva no es lugar para señoríos de tan altos vuelos. Sin embargo, ahora suena la trompetería que anuncia la llegada de algo grande. Comencemos. Con el amanecer de una respiración profunda y prolongada, experimentamos la “caída interna gravitatoria” de la respiración y de los órganos internos, como el abandono de una rama responde al viento. Hay que deslizar la respiración con el discreto encanto de un suspiro de arriba abajo suave como la seda, mientras una sonrisa interior se desploma dentro del cuerpo hasta el fondo del bajo abdomen. Aceptando el bajo abdomen. Como echar el ancla en forma de bola del tamaño de un puño. En definitiva, se trata de recrear la sensación de amplios espacios en el bajo vientre, poniendo en él un poco de energía en forma de peso. De este modo con una sola descarga se mata un dragón...

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El olimpismo cierto frente a la dudosa tradición
Mar27

El olimpismo cierto frente a la dudosa tradición

Desde hace muchos años, grandes organizaciones con altura de miras, intentan conseguir el dulce sueño de un karate olímpico. Objetivo no sólo lícito sino lógico por el beneficio publicitario y económico que entre otras cosas supone. Los detractores del olimpismo, siempre se han escudado en el temor a la desvirtuación de la supuesta “tradición”, que ha llevado a muchos de la ilusión al escepticismo, y por último a la accedía. Tiene su gracia, teniendo en cuenta que el karate que camina por las calles de hoy en día, es una especie de chucho con pedigrí de dudoso origen y de rastro nebuloso, cabe preguntarse: ¿Qué es la tradición? ¿Qué es el karate tradicional? ¿Desde cuándo el karate se considera tradicional y a partir de qué momento hacia atrás no? El más común uso del término tradicional se refiere al manufacturado karate de posguerra fraguado en Japón con un engatusamiento de tintes estéticos y atléticos en lo referente a los kata, y con el reinvento de un kumite que prenuncia un tipo de combate con parámetros claramente deportivos y competitivos. Quizá otros defiendan como tradicional el karate de principios del S. XX, con el fundador a la cabeza y seguido de cerca por su hijo y demás adláteres okinawenses, tratando de niponizar el karate. ¿Y porque no el karate con solera, de carácter «interno», muy anterior y que se fue desarrollando desde el S.XII, fundamentado en principios menos físicos, menos ornamentales, y una forma de combate “próximo” que da sentido a la existencia de los kata? Quizá en el futuro, el karate olímpico, no menos deportivo que el que han sugerido los universitarios japoneses de la presunta “tradicional” época de posguerra, pueda denominarse tradicional, obviando al karate de épocas anteriores. Y como que no existe tradición en el mundo que no haya supuesto la escisión con una tradición anterior, afirmo que, en un mundo donde la Verdad es tan difícil de alcanzar, el paraíso se suele encontrar en las medias verdades. Dicho lo cual, no es menos cierto que, desde que el mundo es mundo, el hombre imagina cosas y después se hacen realidad. Pues bien, ha llegado el momento de hacer una realidad OLIMPICA, sin por ello ser excluyente de ideas anteriores. Donde cada quien puede quedarse en el punto de evolución que desee, o puede rezar de una etapa anterior del karate, sin dejar de seguir en paralelo la actual. Puesto todo esto sobre el tapete, sería corto de miras denominar “tradición” a lo que es simplemente una costumbre, y no menos cabestro escudarse en ella. Porque no hay nada más irracional que interpretar un papel tradicional para...

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El eje central nos hace libres (presentación del vídeo)
Mar13

El eje central nos hace libres (presentación del vídeo)

El hombre nació libre. Desbloqueado. Pero con el tiempo aprendió a encadenarse. A bloquearse por todas partes, y para más inri, se buscó la manera de practicar, con método sistemático, como encofrarse aún más, con espurias costumbres tradicionales de atirantar la espalda. Con actitudes groseras de presentar el pecho y forzar los lumbares para estar más rectos y estancados –ITSUKU-. Pero bueno…nada está mal si lo deciden cien o mil maestros. El próximo tesoro perdido del karate que explicaré, es el solar sobre el cual se construye todo un karate que merezca la pena. Abrazar el espíritu del concepto que voy a mostrar, seguro que será un bello amanecer plagado de muchas experiencias…para quien lo entienda. Me refiero al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea. Eje central no significa estar recto como un poste. No tiene nada que ver con estar vertical, también uno puede doblarse por la cintura o cadera y seguir haciendo bien las cosas. Por tanto, se trata más bien de disponer de un hilo virtual en el interior que nos impulsa hacia abajo, y a la vez, nos hace flotar ligeros hacia arriba en medio de un centro de equilibrio –DAN-TIEN-, permitiendo aflorar los juegos de “KI” desde el interior. Por tanto, Seichusen supone dos principios opuestos –YIN-YANG- que serán soporte funcional de toda técnica que se precie: Primero, HANGINGU-SEICHUSEN, -colgado de un hilo-. Como un péndulo, con la sensación de un chorro fresco que cuelga y fluye como un salto de agua hacia la tierra. Segundo, FUROTO-SEICHUSEN -suspendido de un hilo-. Ligero y vaporoso como un globo que flota hacia el cielo. Ambos conceptos liberan el cuerpo de la tiranía muscular que estanca el cuerpo, y permiten generar GAMAKU, -caída interna gravitatoria por el efecto péndulo colgado de un hilo-, que genera a su vez ondas ascendentes. Y posibilita además, transustanciar el cuerpo a CHINKUCHI, -resorte neumático que proviene de un equilibrio central-. Este es un poderoso tenso-elástico muy consistente, similar al factor deflexión que también ostenta el bambú, que puede doblarse y volver con energía potencial. Así es como se generan ondas de choque FAJING, muy refinadas, que en época posterior ha degradado al malinterpretado KIME que camina por los tatamis de hoy en día. Como complemento de ambos conceptos anteriores, resulta obligado mencionar el principio de la balanza –MYOUTOTE-. Que permite a través del eje flotante, desenfocar por un lado y emitir por el opuesto en perfecta armonía –KIAWASE-, ante cualquier roce del oponente, usando al cuerpo como un gozne hipersensible. Y por último, el FUDOSHIN –espíritu imperturbable-. El eje central, supone un abismo tranquilo de quietud chicha, en...

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