“Eje central » del Karate

El KARATE y sus katas son la excusa externa para hacer un viaje interno de liberación y desbloqueos. Y su grandeza se ha de medir por la virtud interna, no por la forma externa.
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Resulta irónico que, el hombre nació desbloqueado, pero por todas partes hay bloqueos. La alineación rígida que sufrimos, es producto del rancio abolengo tradicional que sabe a parvulario: posición anclada, músculos que se apretan, ESPALDA ATIRANTADA HACIA ARRIBA que obliga a espetar la posición, etc…

Estas espurias costumbres han llevado al suicidio del arte, han dado al traste a muchas espinas dorsales y han imposibilitado:

  •  La transmisión del esplendoroso “FLUJO DE KI”.
  •    La consumación sublime de armonizar con el oponente a través del principio de no resistencia.

Pero el motivo de tanta impostura es, a causa de que, es más fácil engañarse que desengañarse.

No hace falta esfuerzo para dar todo lo que es fácil de entender por verdadero.

No hace falta esfuerzo para creer que hay que enderezar la postura y atirantarla con los músculos antigravitatorios, atiesando la espalda como si la cabeza hiciese fuerza hacia el techo, presentando el pecho con presunción y curvando los lumbares.

Pues bien, así como hagas la cama tendrás que acostarte en ella. Hacer la cama, creyendo lo que dicen “los que saben”, reforzados por el “efecto halo”, es más fácil que pensar. Pero creer, sin más, adolece de buena visión.

De hecho, es muy corto de miras obstinarse en no reconocer que, la colocación de la espalda enderezada en las técnicas es un simple disfraz de naufrago. A poco que se experimente, se averiguará que el precio que ha de pagarse por estos vicios disfrazados es transformarnos en una pieza fácil de desenraizar y desequilibrar, que coloca los segmentos corporales en planos, líneas funcionales con la fuerza muscular en efecto de ariete que provoca un vector de resistencia con el adversario, y que estanca la transmisión de las fuerzas ondulatorias de KI, que deberían conectarse y propagarse por la espalda.

En la vida, no hacen tanto beneficio la verdad como daño hacen sus apariencias, y eso nunca fue tan verdad como en errores que se desprenden de la falta de “eje central”, y que los entendidos en la materia tememos tanto como el diablo al agua bendita. Me refiero a la estructura trabada, “ITSUKU”.

De lo dicho, no hace falta ser un lince para deducir que, de existir algún secreto para estructurarse, este debe ser sin trucar groseramente el aspecto erguido. Pues si. Y por cierto, este es el rasgo distintivo, así como el “principio axial” que supera toda estimación. De hecho, todos los demás OKUDEN (principios secretos del karate) se construyen a partir de este antiquísimo principio que ha sobrevivido a las fauces del tiempo.

Nos referimos al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea. Que fluye ligera hacia el cielo por el centro del TANDEM y que permite aflorar los juegos de “KI” desde el interior.

Pues bien, como vivimos en la época donde los ojos son más testigos que las orejas, y donde si se quiere ocultar de la mayoría, un secreto, basta con escribirlo en un largo artículo…es por lo que prefiero mostrarlo en un video (en breve ). Y por si, todavía, hay por ahí alguien que lea, en el siguiente post explicaré paso a paso como CONSEGUIR EL EJE CENTRAL.

Y para cerrar el panorama, deseo dejar claro que entendiendo que hay niveles de comprensión, estoy también a favor de quienes atirantan dramáticamente la espalda como aconseja el peso de la tradición, porque es mejor que estar mórbido. Pero en estos momentos ¡que se va a hacer! ya me molestan tanto los refugios de la ignorancia, que por eso me siento más a favor del discreto encanto del “eje central” que nos despierta a una plácida sensación de completa transformación:

Cuando vamos a realizar una técnica, COLGARSE DE UN HILO VIRTUAL sirve para mantener el centro corporal equilibrado como un péndulo que cuelga de un hilo de goma. Una bola de plomo virtual que corresponde a los órganos internos y respiración, cae dentro del bajo vientre. Con esta “Caída Interna Gravitatoria” la cadera desciende un poco más que la cabeza, y cuando la presión llega al suelo, rebota en vertical, creando el fenómeno SUSPENDIDO DE UN HILO, y en todas direcciones, en un fenómeno denominado “DISPERSIÓN ASCENDENTE DE LA ENERGÍA”. Usando así las fuerzas gravitatorias y centrífugas a nuestro favor y adoptando la forma de la técnica correspondiente con resultados portentosos.

Otro interés práctico de este concepto estrella, radica en gravitar en torno a un eje que compensa las acciones del oponente en un “punto de presión cero”. Y de ahí, aprender a desenfocar dicho eje en torno a un centro de masas que es el punto en el espacio sobre el que gira el cuerpo de ambos contendientes, que como flotando en el mundo nos hace participar de la danza del “IN-YO” del cielo y de la tierra. Y, que a través del “hacer sin hacer”, aligerándose por completo, disimula el rigor de la rectitud en vez de simularla. Con esto quiero señalar que, a cada cual su verdad porque así como es muy fácil creer en algo cuando no se comprende en “algo”, resulta comprensible que, para no creer en algo, primero es necesario creer y después descansar el corazón de tantas losas que se han puesto y de tanta niebla que ha caído en la mente, para por último, tener el coraje de perder de vista la costa y descubrir nuevos océanos.

Así que no hay prisa, puede llevar su tiempo aceptar ciertas cosas.

CONTINUARA…

Fuente: jomayodan.blogspot.com.es

Fuente foto: Jose M. Mayo

Felix Bargados Diaz

Author: Felix Bargados Diaz

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