Entrevista a Hiromichi Kohata (Pt. 1)

Kohata-RHiromichi Kohata
Tokio, 19 de Diciembre de 1944

Pionero del Karate en Asturias

 

«El Karate es defensa personal»

¿Cuándo empezó a practicar Karate?

 

Cuando tenía 18 años. Ahora parece muy tarde, pero en aquel entonces era lo normal. Se empezaba al ingresar en la universidad, aunque yo no empecé en un club universitario.

 

¿Por qué empezó a practicar karate?

 

No lo sé… Cuando era niño había muchas películas sobre el Judo y en ellas los enemigos siempre eran karatekas[risas]. Eran muy malos [risas]. Pero a mi me gustaba mucho el karate. No se porqué… No me gustaba agarrarme, prefería golpear [risas].

 

¿Su Maestro?

 

Fueron dos. Setsuzo Kuruji y Sadao Ayase, ambos en Tokyo, y alumnos de Seiken Shukumine, fundador del estilo Gensei Ryu.

 

¿Ha tenido otros Maestros?

No. He realizado cursillos con otros Maestros, pero no para considerarlos como mis Maestros.

 

¿Qué recuerdos guarda de su etapa de alumno?

 

Que era durísimo. Todos los días practicábamos dos horas. Comparado con la calidad y cantidad de ahora era muy distinto. Al principio me resultaba tan duro que mis músculos no aguantaban. ¡Me temblaban las piernas![risas]. Y no podía incorporarme porque el Maestro nos golpeaba si lo hacíamos. No podía aguantar en Zenkutsu Dachi o Kiba Dachi. Me acuerdo mucho de eso [risas].

 

¿Ha tenido etapas inactivas en la práctica?H.Kohata1

 

Después de graduarme en la universidad empecé a trabajar en una agencia de publicidad. Era muy duro y absorbente. Durante un tiempo no podía entrenar todo lo que quería. Pero cuando disponía de tiempo iba a entrenar sólo a un templo cercano, a pesar de que no tenía las mejores instalaciones (no había suelo construido). Por ejemplo, cuando entrenaba el kata Sansai, en el salto, de tanto apoyar la rodilla en el suelo siempre tenia el pantalón manchado de barro… y aunque lo lavaba no salía [risas].

 

¿Ha practicado algún otro arte marcial?

 

He practicado algo de Bo, Nunchaku, Taichi (24 Taiji Quan) e Iaido (Sete Iai).

 

¿Por qué decide salir de Japón y venir a España?

 

En la primavera de mis 15 años vi una película japonesa rodada en España (Togyu ni kakeru otoko) y me encantó lo que vi. Me enamoré de España. Posteriormente vi otros reportajes sobre España en televisión y a medida que pasaba el tiempo y más veía, mas aumentaban mis ganas de venir a España. Fue una pasión [risas].

 

¿Por qué Asturias?

 

«Me enamore de España»

Antes de venir a España el amigo de un amigo me había presentado al maestro Tatsuhiko Hattori, que vive en Santander. Aunque yo vine con la intención de buscar sólo mi lugar en España (no envié cartas a nadie), cuando me bajé del tren en Madrid (vía París) me encontré solo en la Plaza de España y me pregunte: ¿Adónde voy? ¿Cómo hago? No conocía ni el idioma ni la distribución geográfica del país. Entonces decidí ir a visitar al maestro Hattori para consultarle, quien mandó unas cartas al maestro Yasunari Ishimi (Madrid) y al maestro Shu Taira (Asturias) preguntándoles si decidían acogerme y ayudarme. Ambos aceptaron y tenía que decidir si prefería Madrid o Asturias. Pero como en Madrid ya estaban tres karatekas japoneses (Ishimi, Yamashita y Hiruma) decidí venir a Asturias y convertirme en pionero del karate [risas]. Aunque al principio me arrepentí un poco… ¿Sabes por qué?… Todo el mundo me miraba [risas]: en la calle, en los restaurantes, en las cafeterías… no podía estar tranquilo y me decía: ¡tenía que haber elegido Madrid! [risas]. Ahora estoy muy a gusto en Asturias, pero en aquella época… imposible estar y andar tranquilo [risas].

 

¿Tenía intención desde el principio de enseñar Karate?

 

Si, esa era mi intención.

 

¿Fue fácil la adaptación a la mentalidad occidental?

 

No hubo problema. Ni de integración en la sociedad asturiana ni en el karate. Cuando empecé a dar clase los alumnos no conocían el sistema del Karate así que me obedecían [risas].

 

¿En qué año empezó a impartir Karate en Asturias?

«Cuando empecé a dar clases los alumnos no conocían el sistema del Karate así que me obedecían»

 

Empecé en 1970 en el Club Takeda de Oviedo y el Club Sukurakan de Gijón. También he dado clases en el Gimnasio Lino, pero ya no, aunque volveré a retomarlo allí. Sigo dando clase en el Gimnasio Energía de Gijón.

 

¿Percibe cambio en la actitud del alumnado en general?

 

Ha cambiado mucho. Ahora está más deportivizado. Cuando yo empecé a impartir clases sólo había adultos (mayoritariamente hombres) pero ahora hay niñ@s y jóvenes y no se les puede machacar tanto como antes. Se ha suavizado y se da menos cantidad y hay más variedad.

 

¿Y ha cambiado el método de entrenamiento?

 

Antes era bastante fundamental y se repetía hasta que se “encajaba” (con una determinada postura o técnica) el karate en uno [risas]. Es como poner una olla de agua al fuego: primero hay que calentar hasta que hierve, luego se mantiene a fuego lento, pero primero tiene que hervir. El karate es igual. Hay que machacar al principio, pero si lo haces hoy… la gente no viene [risas]. Hasta que esté caliente el agua hay que machacar, porque una vez que está caliente un poco de fuego es suficiente.

 

«El karate es como una olla con agua. Hasta que esté caliente el agua hay que machacar, porque una vez que esté caliente un poco de fuego es suficiente»

¿Cómo ve la evolución desde la enseñanza?

 

Las épocas han cambiado. Ahora todo el mundo usa el ordenador y puede conseguir las cosas más fácilmente… pero si el agua no se calienta, poco poso tendrá. Mira es como cuando yo era niño: no teníamos merienda. Japón era pobre y tuve que aguantarme. En el karate, ¿quién aguanta ahora? La gente ha cambiado mucho. Yo no quería cambiar, pero tuve que hacerlo.

 

¿Y la evolución del Karate?

 

Se ha ido adaptando el reglamento de combate al intento de inclusión en el programa olímpico. Se ha deportivizado en exceso, no hay competidores con características definidas en su forma de combatir (como en la época de Shirai, Enoeda…) y se penaliza muchísimo el contacto.

 

Pero usted ha sido competidor…

 

Dentro de mi asociación había competición y alguna vez participé, pero no había campeonatos oficiales ni eran tantos como ahora. A mi me gustaba la competición y participaba en kata y kumite.

 

¿Qué importancia se le daba a la competición en Japón sobre el arte marcial?

 

Mira, en el karate lo primero es la defensa personal, esto no se puede olvidar. Karate es defensa personal. Es lo más importante. Te enseña a preparar tu cuerpo, armar el puño, lanzar una patada, conocer las distancias… La competición es una parte del karate, pero no la más importante. Después de la etapa de competición hay que hacer Karate, Karate de verdad. Aunque no creo que Japón esté tan deportivizado como España, pero casi.

 

¿Okinawa también?

 

No lo sé, pero no lo creo.

 

¿Por qué cree que se pierden los practicantes adultos en el karate?

 

Porque todos cuando dejan de competir, dejan el karate. Al único que conozco que sigue es Óscar Vázquez. Quizá sea porque no hay técnica, ni kata ni nada. Muchos competidores se lesionan los codos porque como no hacen trabajo fundamental no saben ejecutar un tsuki correctamente. No saben hacer otra cosa que competición. A mi me entristece mucho.

 

«Después de la etapa de competición hay que hacer Karate, Karate de verdad»

¿Qué opina del excesivo énfasis que recibe la competición en detrimento de un karate más integral?

 

La competición fue lo que le dio popularidad y expansión al karate, y por tanto ha influido mucho. Yo no preparó a competidores, porque no tengo practicantes que quieran competir. Si los tuviera, los prepararía y ayudaría.

 

Entonces, ¿cómo ve el olimpismo?

 

Como algo malo. Mira, en Judo nadie empieza de adulto, sólo hay niños. Ningún adulto empieza porque no tienen opción ni intereses en participar en una olimpiada. Quizá en el karate aún hay algún adulto porque no es olímpico. Con el olimpismo habrá más niños y los adultos se irán. Yo no sé cuando empezó este movimiento olímpico en el

«Veo el olimpismo como algo malo».

karate, pero el mundo del karate siempre piensa que entrará para las próximas olimpiadas. Está es la creencia del mundo del karate. Pero una vez el maestro Oliva me dijo: ¿Has visto algo sobre la inclusión del karate en algún medio de comunicación? Entonces no existe, es mentira.

 

Entonces, ¿el olimpismo alejará a los practicantes del arte marcial en beneficio de los deportistas?

 Kohata y Javier
Hiromichi Kohata y Javier González Tuñon

Si. Habrá practicantes sólo hasta los 20 años.

 

¿Cómo diferencia el Karate Deportivo y Tradicional?

 

En la competición deportiva hay un árbitro, una zona, un tiempo y unas técnicas limitadas, y en el karate tradicional no hay límite. Todo vale. El maestro Kase me contó una vez que dando clase en la sede de la JKA, donde algunos practicantes desfallecían por cansancio y no podían continuar, se les seguía golpeando. Entonces uno de ellos mordió para liberarse [risas], porque no podía usar los brazos y piernas por el cansancio. Porque morder también es karate.

 

¿Quienes conforman su línea sucesoria?

 

Primero está Carlos Valdés (mi primer alumno en el equipo nacional). En segundo lugar: Rodolfo Suárez, Javier González Tuñón, Elías Raúl Piedra… Tras ellos: Lino Gómez, Tomás Tamargo, Óscar Vázquez… Cada grupo tenía de referencia al anterior y esto les sirvió de referencia para mejorar.

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Benjamín Rodríguez, Hiromichi Kohata y Rodolfo Suárez

 

¿Algún alumno le ha marcado más que el resto?

 

Si. Una chica que se llama Artemisa Alonso. Era muy buena técnicamente.

 

¿Cómo ve el karate asturiano?

 

Pues la federación llegó a tener casi 6000 licencias y ahora tiene 3000 o así. Aunque lleva un tiempo manteniéndose, no como el Judo, que está perdiendo licencias según me dijo el maestro Taira. Luego a nivel de competición Asturias es bastante fuerte.

 

¿Cómo es una clase con Kohata?

 

Pues fundamentalmente es: Lunes Kihon, Miércoles Kata y Viernes Kumite (libre, jyu)

 

¿Imparte cursos actualmente?

 

No. Antes, desde los 70 hasta los 90, no me dejaban descansar: Navidad, Semana Santa, por la mañana, por la tarde, por la noche, muchas clases al día. Todos ellos me pedían más: ¡Maestro, por favor! Ahora nadie… nadie. No se preocupan, solo piensan en dar las clases. Nadie me pregunta para hacerle correcciones, mirarle el mawashi geri o el yoko geri… nunca. ¿Por qué? Porque no practican, sólo pasan el tiempo, una hora, y se van. Es muy distinto ahora. Pero pasa así en todos los gimnasios y en todos los lados.

 

Pero entonces, de todos los que han sido sus alumnos, ¿ninguno entrena con usted con regularidad?

 

No. Se han independizado. Por ejemplo, de los primeros: Carlos Valdés se ha ido a Canarias, Rodolfo Suárez a Oviedo, Tomás Tamargo y Artemisa Alonso han dejado el karate. Ahora sólo Rodolfo continua, pero no entrena conmigo. Solo Lino Gómez, José Manuel Rodríguez y Ángeles Santianes entrenan a veces conmigo.

 

 Kohata y Lino
Lino Gómez Feito & Hiromichi Kohata

¿Cómo recuerda la exhibición ante Juan Carlos de Borbón en El Entrego en 1971?

Que yo no sabia nada. El maestro Taira me pidió que hiciera una demostración y yo no quería [risas], pero al final accedí. Como no disponía de mucho tiempo y tenia que ser lo más breve posible, hice Naihanchi.

 

Usted ha colaborado en distintos actos con el Tai-Jitsu asturiano, ¿qué le parece esta disciplina?

 

Todas las artes marciales merecen mi respeto. Pero mira: en el karate no hay agarres ni luxaciones y es algo muy interesante.

 

También ha estado en algún examen de grado de Tai Jitsu

Si, pero porque me mandaron ir [risas]. Pero bueno, el Kime y esas cosas son iguales.

 

En un examen de grado llegó a coincidir con el maestro Hiroo Mochizuki aquí en Asturias, ¿le conocía anteriormente? ¿Sigue su trabajo? ¿Qué opina?»

No lo conocía. Su padre (Minoru), que era muy famoso en Japón, había empezado practicando Judo y luego Aikido con Ueshiba. Era una personalidad muy importante en las artes marciales japonesas. Hiroo aprendió Shotokan primero, luego Wado Ryu, luego Tai Jitsu con su padre y ahora tiene su propia escuela (Yoseikan Budo).

 

Le indicaremos unos nombres para que nos dé su opinión:kohata tai jitsu

 

Yasunari Ishimi:

 

Un pilar fundamental de la difusión del karate en España y en la constitución de la Federación Española de Karate con su esfuerzo y colaboración. Tiene alumnos importantes y muy buenos técnicamente, como Antonio Torres.

 

Yosuke Yamashita:

 

El Macho [risas]. El macho… muy duro, muy duro [risas].

 

Tatsuhiko Hattori:

 

Un amigo y maestro de muy buenos alumnos. Sus alumnos seguramente fueron de los mejores ejecutores técnicos de España.

 

Takayuki Hori:

 

Yo lo traje a España, y él se fue a Ferrol (A Coruña) a difundir el Renbukai. Lo conocí en mi etapa de estudiante, cuando competíamos juntos en Bogu Kumite. Ahora tiene problemas de salud.

 

Atsuo Hiruma:

 

Alumno directo del maestro Egami. Una persona muy tranquila. Tiene una actividad importante de cursos en Portugal.

 

Isamu Fujita:

 

Aprendimos juntos en el mismo gimnasio. Pero él estaba con el maestro Ayase, y cuando se separaron yo seguí con Kuruji. No he visto cómo enseña.

 

Ryoichi Onaga:

 

No lo conozco mucho. Coincidí con él en un curso en Madrid de Morio Higaonna, nada más.

 

Yoshiho Hirota:

 

Un buen karateka. En el curso de Maestro Nacional siempre practicábamos juntos.

 

Shu Taira:

 

La persona que me adoptó a mi llegada a Asturias y me ayudó en mis comienzos con el Karate.

 

Continúa Parte II

Fuente: Kohai do

 

Kohai DO

Author: Kohai DO

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2 Comments

  1. Avatar

    Buenos días: un saludo y abrazo al maestro Hiromichi con quien tuve la suerte de compartir clases en el cuartel del Príncipe en Oviedo año 1978 donde enseñaba a los soldados y posteriormente me quedé yo dando enseñanza de Kyokushinkai. Me gustaría tener un correo de Hiromichi para enviarle una foto del momento.

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