La tradición del karate

He leído discusiones a cerca de si un Maestro no aceptó a tal alumno en su Dojo, que eso no debía ser……. , etc, etc. Me vais a permitir que opine sobre este asunto desde la visión de la Tradición del Karate.

Imagen gdraskoy Away in Europe

En el Karate, por si alguien no se ha dado cuenta, existe una Línea Jerárquica. En un Dojo hay un Maestro principal que toma las decisiones y los demás obedecen sin discutir. No es una democracia en la que todos opinan. Y esto es así porque el Maestro del Dojo sigue una línea de progresión en la formación SHU-HA-RI.

El Karate es un Arte Marcial, por lo tanto es un arma, que en las manos equivocadas puede causar mucho daño. Por eso, un Maestro de Karate, tiene la obligación de poner los filtros necesarios para que sus alumnos se comporten adecuadamente ante la Sociedad, y evitar crear matones que abusen de los demás con los conocimientos que reciben.

Así es que debe seleccionar a aquellos que han de recibir sus enseñanzas, y eso implica prescindir de aquellos que él considere no aptos para recibir sus enseñanzas.

Por otra parte, un Dojo no es, primariamente, un negocio, sino una Escuela de vida. Y eso es importante señalarlo. Todos los que hemos enseñado hemos tratado de conformar un grupo humano cohesionado y en el que la ayuda mutua sea permanente para poder progresar todos juntos.

A veces ocurre como en el refrán que dice que un garbanzo negro te puede estropear un buen cocido… Detectar eso y apartar a aquel que rompe la armonía del grupo, invitándole a marcharse, es algo que ha ocurrido siempre a lo largo de la historia del Karate.

A veces eso es necesario, aunque parezca injusto. Leyendo la historia del Karate Goju-ryu, y viendo como lo hacía el Maestro Chojun Miyagi, uno puede entenderlo perfectamente, y como se deshizo de algunos alumnos, como Higa Seiko, con los que después en la vejez tenía, ante el asombro de todos, excelentes relaciones.

La Dinámica de Grupos, en la que el Maestro es el líder indiscutible, a veces necesita golpes de timón que sirvan para ordenar el grupo adecuadamente, y prescindir de algún miembro que daña esa Dinámica de Grupo es necesario, por muy doloroso que pueda parecer.

No pocas veces que eso no se hace bien, la cosa termina en un cisma que destruye al grupo. Y esa es una habilidad difícil de adquirir, y también de enseñar, pero imprescindible en quien lidera un grupo.

Aunque el Karate sea esencialmente un Camino individual que ha de recorrerse sólo, cuando se está integrado en un grupo es necesario seguir y observar las reglas de ese grupo, y sólo puede haber un líder.

Guste o no guste, el Karate es un Arte Marcial jerárquico y es necesario que siga siendo así para que sea eficaz, la selección tiene que ser permanente y en base a los criterios del Maestro que debe conocer a sus alumnos, y apartar a aquel cuyas características no sean las adecuadas, esa es una gran responsabilidad.

Ramon Fernandez-Cid

Author: Ramon Fernandez-Cid

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1 Comment

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    Con el mayor respecto y la mejor intención, más que discrepar, creo necesario compartir algunas preguntas que harán reflexionar con respecto a este material; específicamente en lo referido al controvertido tema del uso de la tradición como bandera en al enseñanza del karatedo y las artes marciales.

    En primer lugar ¿No es cierto que las artes marciales constituyen, ante todo, una actividad formativa (independientemente de las competencias) Luego entonces ¿no son aquellos alumnos con más necesidades (o problemas) los que deben atenderse prioritariamente? en consecuencia ¿Qué sentido tiene echarlos? y peor aún ¿Qué maestro que se respete haría eso, y cómo sería visto por la sociedad?

    En segundo lugar ¿No es cierto que en la pedagogía actual el maestro se desempeña como moderador del proceso de enseñanza y educación, y el alumno asume un rol activo y protagónico en la construcción de su propio aprendizaje? Luego entonces ¿Ello no se contradice con la jerarquía vertical del maestro y la pasividad que de el alumno se espera?

    En tercer lugar ¿hasta qué punto la autoridad del maestro se puede basar en el SHU Ha RI, cuando la mayoría de ellos trabaja sobre la base de mantener las ideas y acciones tal cual fueron inicialmente concebidas sin cuestionar (porque afecta la tradición) ? o sea ¿Cuál HA? y peor aún ¿Cuál RI?

    En cuarto lugar ¿no es cierto que, de acuerdo a los postulados pedagógicos, el maestro tiene que adaptarse a las condiciones que demanda el contexto socio-geo-histórico del alumno? En ese caso ¿El hecho de exigir, y aplicar, un proceso como el que se menciona bajo la égida de la tradición, más que enseñar, no se convierte en un adoctrinamiento impositivo que atenta contra la potenciación evolutiva de los alumnos?

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