El olimpismo cierto frente a la dudosa tradición
Mar27

El olimpismo cierto frente a la dudosa tradición

Desde hace muchos años, grandes organizaciones con altura de miras, intentan conseguir el dulce sueño de un karate olímpico. Objetivo no sólo lícito sino lógico por el beneficio publicitario y económico que entre otras cosas supone. Los detractores del olimpismo, siempre se han escudado en el temor a la desvirtuación de la supuesta “tradición”, que ha llevado a muchos de la ilusión al escepticismo, y por último a la accedía. Tiene su gracia, teniendo en cuenta que el karate que camina por las calles de hoy en día, es una especie de chucho con pedigrí de dudoso origen y de rastro nebuloso, cabe preguntarse: ¿Qué es la tradición? ¿Qué es el karate tradicional? ¿Desde cuándo el karate se considera tradicional y a partir de qué momento hacia atrás no? El más común uso del término tradicional se refiere al manufacturado karate de posguerra fraguado en Japón con un engatusamiento de tintes estéticos y atléticos en lo referente a los kata, y con el reinvento de un kumite que prenuncia un tipo de combate con parámetros claramente deportivos y competitivos. Quizá otros defiendan como tradicional el karate de principios del S. XX, con el fundador a la cabeza y seguido de cerca por su hijo y demás adláteres okinawenses, tratando de niponizar el karate. ¿Y porque no el karate con solera, de carácter «interno», muy anterior y que se fue desarrollando desde el S.XII, fundamentado en principios menos físicos, menos ornamentales, y una forma de combate “próximo” que da sentido a la existencia de los kata? Quizá en el futuro, el karate olímpico, no menos deportivo que el que han sugerido los universitarios japoneses de la presunta “tradicional” época de posguerra, pueda denominarse tradicional, obviando al karate de épocas anteriores. Y como que no existe tradición en el mundo que no haya supuesto la escisión con una tradición anterior, afirmo que, en un mundo donde la Verdad es tan difícil de alcanzar, el paraíso se suele encontrar en las medias verdades. Dicho lo cual, no es menos cierto que, desde que el mundo es mundo, el hombre imagina cosas y después se hacen realidad. Pues bien, ha llegado el momento de hacer una realidad OLIMPICA, sin por ello ser excluyente de ideas anteriores. Donde cada quien puede quedarse en el punto de evolución que desee, o puede rezar de una etapa anterior del karate, sin dejar de seguir en paralelo la actual. Puesto todo esto sobre el tapete, sería corto de miras denominar “tradición” a lo que es simplemente una costumbre, y no menos cabestro escudarse en ella. Porque no hay nada más irracional que interpretar un papel tradicional para...

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El eje central nos hace libres (presentación del vídeo)
Mar13

El eje central nos hace libres (presentación del vídeo)

El hombre nació libre. Desbloqueado. Pero con el tiempo aprendió a encadenarse. A bloquearse por todas partes, y para más inri, se buscó la manera de practicar, con método sistemático, como encofrarse aún más, con espurias costumbres tradicionales de atirantar la espalda. Con actitudes groseras de presentar el pecho y forzar los lumbares para estar más rectos y estancados –ITSUKU-. Pero bueno…nada está mal si lo deciden cien o mil maestros. El próximo tesoro perdido del karate que explicaré, es el solar sobre el cual se construye todo un karate que merezca la pena. Abrazar el espíritu del concepto que voy a mostrar, seguro que será un bello amanecer plagado de muchas experiencias…para quien lo entienda. Me refiero al milenario SEICHUSEN (正中線) SEI: correcta, CHU: central, SEN: línea. Eje central no significa estar recto como un poste. No tiene nada que ver con estar vertical, también uno puede doblarse por la cintura o cadera y seguir haciendo bien las cosas. Por tanto, se trata más bien de disponer de un hilo virtual en el interior que nos impulsa hacia abajo, y a la vez, nos hace flotar ligeros hacia arriba en medio de un centro de equilibrio –DAN-TIEN-, permitiendo aflorar los juegos de “KI” desde el interior. Por tanto, Seichusen supone dos principios opuestos –YIN-YANG- que serán soporte funcional de toda técnica que se precie: Primero, HANGINGU-SEICHUSEN, -colgado de un hilo-. Como un péndulo, con la sensación de un chorro fresco que cuelga y fluye como un salto de agua hacia la tierra. Segundo, FUROTO-SEICHUSEN -suspendido de un hilo-. Ligero y vaporoso como un globo que flota hacia el cielo. Ambos conceptos liberan el cuerpo de la tiranía muscular que estanca el cuerpo, y permiten generar GAMAKU, -caída interna gravitatoria por el efecto péndulo colgado de un hilo-, que genera a su vez ondas ascendentes. Y posibilita además, transustanciar el cuerpo a CHINKUCHI, -resorte neumático que proviene de un equilibrio central-. Este es un poderoso tenso-elástico muy consistente, similar al factor deflexión que también ostenta el bambú, que puede doblarse y volver con energía potencial. Así es como se generan ondas de choque FAJING, muy refinadas, que en época posterior ha degradado al malinterpretado KIME que camina por los tatamis de hoy en día. Como complemento de ambos conceptos anteriores, resulta obligado mencionar el principio de la balanza –MYOUTOTE-. Que permite a través del eje flotante, desenfocar por un lado y emitir por el opuesto en perfecta armonía –KIAWASE-, ante cualquier roce del oponente, usando al cuerpo como un gozne hipersensible. Y por último, el FUDOSHIN –espíritu imperturbable-. El eje central, supone un abismo tranquilo de quietud chicha, en...

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Profesor de karate: una labor difícil
Mar07

Profesor de karate: una labor difícil

Con este artículo quiero romper una lanza a favor de esos Profesores de karate cuya labor no trasciende a las páginas de las revistas por no ganar sus alumnos grandes campeonatos, pero que día a día en sus clubs realizan una gran misión, educando, entrenando y desarrollando a numerosos niños y adultos a través de este deporte. La labor de estos hombres y mujeres no es fácil, pues a menudo tienen que hacer que sus clases gusten a gente que busca en el karate un medio de defensa, un medio de mantenimiento físico, un método para relacionarse con nuevos amigos y muchas cosas más, sin permitir que el karate aparezca de forma equivocada y dentro de la disciplina y filosofía de éste. A menudo, todo esto no concuerda del todo con lo que la mayoría busca en este Arte Marcial, pero el profesor tampoco puede traicionarse a sí mismo, ni a su Arte y su labor se hace más difícil. ANTE TODO EDUCADOR Un profesor ha de ser ante todo un educador, debe ser un almacén de ideas que sepa transmitirlas alumno. No es necesario, como a menudo se piensa, que sea un gran competidor o que tenga un alto “Dan”, esto lo único que le va a producir es una mejor propaganda que llegará más a la gente desconocedora del tema. Lo que debe tener es una gran capacidad para transmitir sus conocimientos, que por supuesto los debe poseer, de manera clara y con la adecuada progresividad, metodología, etc… El profesor ha de demostrar unas cualidades físicas y humanas también, pues el alumnos, a veces involuntariamente tiende a imitar al profesor en muchos aspectos. Este los debe conocer bien y descubrir qué es lo que verdaderamente tiene que dar a cada uno dentro del karate. Bajo mi punto de vista, el profesor debe saber mantener un ambiente agradable en clase que permita al alumno estar relajado y a gusto, pero esto dentro de la disciplina que un arte como éste tiene y debe tener. Un profesor debe idear las clases de forma amena, completa, teniendo en cuenta todos los aspectos del karate y la progresión deseada en relación con las actividades del club. La clase no es un minicursillo aislado, sino que debe guardar relación la anterior, con la posterior, con el ambiente, con la época del año… y siempre manteniendo un margen de improvisación por si hay gente nueva en clase, por si los alumnos piden algo especial o por si, simplemente, el profesor tiene un día desanimado por cualquier cosa. Un buen profesor nunca dejará en ridículo a ninguno de sus alumnos mareándole con técnicas o...

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Entre falsas  verdades y la confusión
Feb26

Entre falsas verdades y la confusión

Deporte o arte marcial En la actualidad, las artes marciales y los deportes de combate forman parte de un complejo entramado mediático y comercial, conteniendo aspectos deportivo-educativos tanto positivos como negativos. Y aquí comienzan los problemas ¿Cómo diferenciar estas prácticas de las “verdaderas artes marciales”? La práctica de las artes marciales está decorada con toda una serie de conceptos intelectuales y filosóficos, dando la impresión de “hacer” un arte marcial tradicional. Todo ello no es más que una ilusión, porque la práctica de las artes marciales hoy no conlleva a la autoformación del individuo y tal Arte es hoy practicado y enseñado como un deporte… no era lo mismo en la práctica y en la enseñanza » tradicional» donde fueron elaborados en sistemas de comunicaciones cerradas. Hoy, su enseñanza está dominada por sistemas oficiales que buscan el mero espectáculo. Los seres humanos somos extraños, muchos están inquietos, inseguros y sin confianza frente a una verdadera riqueza que les abre la puerta de la libertad y de las posibilidades más variadas. Sin embargo, prefieren permanecer tranquilos ante la pobreza y la mediocridad, porque la única razón que tienen son los adornos de la autoridad «OFICIAL», que les respalda y que les evita reflexionar sobre otras posibilidades. Estas organizaciones representan la autoridad, que se apoya sobre una forma única de: los modelos de entrenamiento, de las reglas, de los grados, etc.… En el antiguo sistema de Karate, todos estos atractivos no existían, porque simplemente no le convenían al arte marcial. Hoy es lo que conviene a los deportes, pero no a las artes marciales dominadas por este medio.                                                                               No os preocupes, no estoy tratando de desprestigiar el karate, yo sigo siendo profundamente karateka y esto es lo que me impulsa a escribir este artículo. Hace unos meses en  una encuesta que se hizo en Facebook Fr, sobre si el karate es deporte o arte marcial,  después de ser admitido en los deportes Olímpicos, el 81% de los votantes han contestado afirmativamente a la pregunta: Si, “El karate es un arte marcial” y de otra parte el 84% cree que el Karate tiene su lugar en el Olimpismo, ¡vaya contradicción!!   Aclaremos este punto: El Movimiento Olímpico moderno, es una manifestación DEPORTIVA creada por Pierre de Coubertin al final del siglo XIX. Coubertin comienza a soñar con unir en una extraordinaria competición a deportistas de todo el mundo, bajo el signo de la unión y la hermandad, la mujer no entraba en dicho evento en un principio, evento sin ánimo de lucro y sólo por el deseo de conseguir la gloria, competir por competir, “Lo importante no es vencer, sino participar”, el...

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La pérdida progresiva del TEGUMI
Feb17

La pérdida progresiva del TEGUMI

Quinta parte. La pérdida progresiva del TEGUMI. Dicen las bravas lenguas que cuando no puede vestirse la piel de tigre, vístase la de la vulpeja. Y, por decirlo de otra manera, cuando no se puede alcanzar la cosa en sí, entra el desprecio. Semejante conducta ha propiciado que, en la época de modernización del Japón, los artes marciales se alejasen de su punto de vista “interno”. Pues bien, es normal que, al no comprenderse la profundidad de los artes chinos, se despreciara su origen. A lo que hay que añadir algo tan subterráneo como evidente, como es el motivo de ciertas influencias políticas, que por cierto, se salen del horizonte de sucesos del tema. Y el tema es que no todo dura para siempre. Y lo bueno menos. En 1.904 algo empieza a cambiar el todo. TO-DE o lo que es lo mismo KARA-TE, que se transcribía con caracteres que significaban “mano china”; a partir de ese momento Chomo Hasaniro, y después otros, comienzan a denominarlo con los ideogramas que significan “mano vacía”, alejándose de sus raíces, chinas tanto en término como en concepto, preludiando así cambios sustanciales mucho mayores. Uno de ellos es la perdida del TEGUMI, que sobreviene poco a poco en las décadas que anteceden al S. XX. En parte motivado por su terrible eficacia. Pero la super-competencia es peor que la competencia. Quiero decir con esto que, el TEGUMI era tan expeditivo, que inducía a la ferocidad y degeneraba en combates pactados muy cruentos, denominados KAKE-DAMESHI. Sirva saber que tenemos noticia de ciertos maestros, e incluso fundadores de estilos que adquirieron el magisterio del karate en alas de la bizarra experiencia adquirida en los numerosos duelos de KAKE-DAMESHI. Sin embargo, como todos los más tienen sus menos, hubo también muchas muertes y lesiones internas gravísimas, lo que propició que el entrenamiento del sistema TEGUMI fuese derivando a dos ritmos: A ejercicios pautados en ritmo real. Creado en provecho de la predecibilidad para asegurar la integridad de ambos contendientes. A práctica libre en ejecución ralentí. Dicha lentitud era en principio preventiva, aunque sabemos que ha sido uno de los secretos más preciados por los grandes maestros para descubrir la riqueza de las sensaciones corporales. Aún así el TEGUMI se fue diluyendo, y por ende el KARATE por antonomasia. El KARATE con-sentido dio paso al karate consentido. No todo lo bueno triunfa siempre. De modo que, dichas tendencias, unidas a más casos de muertes en duelos, así como su exposición a la modernización del Japón, concluyó en un karate sin oficio ni beneficio. Entonces, como suele decirse, a grandes males, grandes remedios. Y ni que decir tiene...

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