Mawatte. ¿Sobre el talón o sobre la puntera?: Talón, pros y contras
Adrián Muñoz Miranda Introducción En el mundo de las artes marciales, concretamente en el karate, existe un dilema en torno a sobre qué parte del pie pivotar a la hora de hacer los giros o mawattes. Tal debate no existe en el Judo o Tai Jitsu donde no es tan importante el pivote como el giro en sí, buscando la fluidez y rapidez. En el Karate, en cambio es un concepto técnico a considerar y en el que se hace mucho énfasis desde el mismo momento que se pisa por primera vez un dojo. La escuela de Shotokan aboga por que los giros se deben realizar pivotando sobre el talón (no siempre pero si en la mayoría) mientras que otras como el Shito ryu o el Goju ryu defienden que la mejor manera de girar es usando la puntera como punto de pivote. Este punto es debido a una gran diferencia conceptual y aunque desde que nos iniciamos nos dijeron como se debía de hacer pocas veces nos dijeron el porqué de hacerlo de esa manera. ¿Cuál de las dos es la correcta? ¿Hay una manera mejor que otra? ¿Dependerá de la situación? ¿Qué pros y contras tienen cada una de ellas? Todas estas preguntas esperamos resolverlas con el siguiente artículo. Siendo el objetivo del mismo, no el giro en sí, sino su realización y concretamente el cómo pivotar. Esperamos poder iniciar un debate sobre cómo pivotar entre nuestros lectores. Giros Primero, lo lógico sería comentar que son los giros, porque se hacen y para que nos son útiles y para que no. Mawatte まわって Gira Mawaru まわる Verbo girar Mawatte es la voz que oímos los primeros días que nos metemos en un tatami y vemos que todo el mundo, una vez que se pronuncia, gira el cuerpo orientándolo en otra dirección. Esto es el giro, mawatte, el cual no especifica nada más y sería el genérico sin importar que pie se mueve primero, sobre cual se pivota, ni en qué dirección se acaba. Si bien no quisiera entrar en todos los tipos de mawattes que existen ni en cómo ni cuándo usarlos, si creo oportuno hacer una diferenciación entre dos tipos distintos de ellos. Distinguimos en principio dos tipos de giros: · Magaru no Kamae: giros cortos hasta un máximo de 90º, pudiendo hacerse pivotando sobre el pie adelantado (naha magaru no Kamae) o sobre el pie atrasado (shuri magaru no Kamae) · Matte no Kamae: giros largos de entre 90º y 180º, teniendo una diferenciación igual que los anteriores. Si en vez de Kamae se nombraran como ashi se referiría a que la acción al final...
CHAN SI JING ¿Porque no aplicarlo en el Karate?
Chus García Díaz CN-7º Dan RFEK Si nuestros orígenes están en el arte Chino ¿Por qué no aplicar sus principios?. Como algunos sabéis llevo más de una década practicando y trasmitiendo Taiji Quan y Qigon y quisiera trasmitiros el enriquecimiento que ha experimentado mi karate. Como mi karate también a enriquecido al Taiji Quan. Hay una gran simbiosis en ellos. Ha sido un continuo trasiego de darse el uno a otro y por tanto el mayor beneficiario, un servidor. Os dejo unas ideas y aplicarlas al karate o si ya lo hacéis igual os puede llevar a verlo desde otra opinión. El Chan si (enrollar seda) es un movimiento espiral generado por la movilizando de las articulaciones de nuestro cuerpo pero con sólo la función de los músculos necesarios en cada situación, interviniendo de forma precisa y sobre todo ordenada, de forma espiral y continua generando una fuerza interna que podemos manifestar con resultados sumamente eficaces . Esta fuerza eficaz llega a nuestras extremidades de forma espiral, utilizando el principio del tornillo, uniendo el movimiento de traslación al movimiento de rotación. Esta principio se da en movimientos expansión como de contracción haciendo por ello aumentar la eficacia de nuestra fuerza. Esta acción necesita de la continuidad no presenta interrupciones en su desarrollo. Cuando decidimos realizar esta acción aunque hagamos cambios transformaremos un movimiento en otro de forma continua sin parones y así mantener el flujo de la energía sin cortar y lo más importante que el gasto de energía sera mínimo. Aunque no es muy usual el termino en karate podríamos empezar a aplicar en todos los sentido lo “circular”. No olvidemos que un Tornado es circular. Y que podremos surcar una ola, pero no evitar un remolino Teniendo en cuenta esa continuidad y dado que a lo largo de todo el chansi mantenemos los principios estructurales al Karate, en cualquier momento de acción, cualquier cambio de posición, para cambiar de movimiento a otro, pudiendo manifestar nuestra energía generada de forma eficaz en todas acciones. Es más dándole ese sentido podría ser útil para encontrar la unidad con los movimientos de nuestro contrario, adaptándonos a sus acciones y aprovechándolos para volverlos a utilizar en su contra en el momento más eficaz. Observemos una máquina de coser el movimiento rectilíneo de vaivén del golpe de pedal. Su fuerza transforma mediante una biela en un movimiento circular, que no tiene fin, convirtiendo nuevo en otro rectilíneo que sube y baja el cabezal de la aguja. Nuestro cuerpo por tanto puede generar un movimiento constante que llegue a las extremidades de forma espiral, gracias a nuestras propias bielas, nuestras piernas y motor,...
Como llegar a ser un Maestro del Budo (Shu Ha Ri)
Cayetano A. Sánchez (Ko-Oni) Hablando en lenguaje llano, no deja de sorprenderme como un altísimo porcentaje de practicantes de Budo, en todas sus especializaciones y de toda procedencia, sueñan con ser reconocidos como Maestros, para ello se utiliza la nomenclatura japonesa o se utilizan los distintivos de colores que nacieron en el Kodokan de Jigoro Kano. Al decir esto soy plenamente consciente de que muchos se sentirán aludidos y, en el mejor de los casos, sigan leyendo con animadversión. Lo que hago es, sencillamente, ejercer la autocrítica puesto que me incluyo dentro del submundo de Budoka para bien y para mal y, por tanto, creo mi deber divulgar de la mejor manera posible unos razonamientos lógicos en lugar de expandir mitos y leyendas urbanas que, a mi juicio, lo que consiguen es lo contrario de lo que se pretende: denigrar el Budo. Con esta pequeña introducción solo deseo dejar patente que mi labor es únicamente de divulgación. No pretendo sentar cátedra ni adoctrinar a nadie, pero sí poner las cosas en el lugar que corresponden. Ni más ni menos. Si hay una distinción entre alguien que ejerce la enseñanza de las Artes Marciales y un Maestro (así, con mayúsculas) llámese Shihan, Kyoshi, Renshi o cualquier otro nombre en japonés que implique ese significado, no es otra cosa que el Dominio de aquello que practica. Se le da demasiada importancia a las palabras en general y, por tanto, se juega con ellas provocando en el oyente una ilusión de magnificencia que no tiene. Se utiliza para ello el siguiente sofisma o planteamiento falso: Soy enseñante Maestro es quien enseña Los Maestros son personas a las que hay respetar Son personas dignas de admiración. Ergo… Yo soy un Maestro y, por tanto, digno de respeto y admiración. La falacia está en la última parte del razonamiento: No todos los enseñantes son Maestros (dicho sea en este contexto del Budo y con las interpretaciones que se otorgan a dicho título) ni todos los Maestros son dignos de respeto y admiración. Repito: Maestro en el sentido que estamos hablando es quien domina una técnica o arte. Así hablamos de Maestros de Oficios (Maestros torneros, carpinteros…) de Maestros artísticos (Maestros de la Pintura, Escultura o Arquitectura) incluso de otros deportes como los Maestros de Ajedrez. Lo hacemos independientemente de si se dedican a la enseñanza o no. Por tanto, lo lógico sería que, por Humildad (ese valor incluído en el manoseado Bushido), nadie se llamase a sí mismo Maestro sino que fuese la Comunidad del Budo quien así lo reconociese por sus conocimientos sobre lo tangible (Técnicas y tácticas) y lo intangible (conceptos abstractos, que no...
La forma, una práctica sobrevalorada y un trabajo muy infravalorado
Antonio Leyva “El Tai Chi Chuan empieza y termina con las formas“. O al menos eso parece cuando se mira el modo habitual de enseñar y practicar. Personalmente, puedo o no estar de acuerdo con esta frase, dependiendo de quien la diga. Si la práctica de forma se reduce a repetir una rutina de movimientos una y otra vez, sin hacer de ella el contenedor de todas nuestras habilidades, la forma es una serie muerta de la que muy poco o nada podemos sacar y por lo tanto, su relevancia en nuestra formación, será mínima. Por otro lado, está la actitud de quienes piensan que las formas son una pérdida de tiempo y que solo tienen sentido como elemento cultural, pero nula relevancia en cuanto a la formación marcial. Desde luego si el acercamiento a la forma ha sido el anteriormente descrito, incluso el otorgarles una supuesta relevancia cultural, es algo excesivo. Tenemos la absurda idea de que el hombre actual es más inteligente que el del pasado y que por tanto, nuestros antepasados hacían cosas absurdas y sin sentido. Lo cierto es que la inteligencia del ser humano no ha cambiado mucho el los últimos 10.000 ó 20.000 años. La única diferencia es que nuestra civilización actual ha desarrollado el método científico y acumulado conocimientos impensables en el pasado, pero repito, no somos más inteligentes. Pero nuestra inteligencia no es superior a la del hombre de las cavernas, a la del hombre del Medievo, del Renacimiento o de la Revolución Industrial. Si en el pasado, gente que se jugaba la vida a diario, practicaba formas, hay que presuponer que tendrían alguna razón para ello. Desde luego el hecho de que es un excelente método de recopilación y preservación de conocimientos, supone en parte una explicación. En este particular, hay que reconocer que el vídeo puede desbancar ventajosamente a las formas en su función de preservación, sobre todo respecto a épocas donde incluso la edición de un libro suponía un esfuerzo ingente al alcance de muy pocos, así como el acceso a los mismos Pero es que hay más. Una forma no es un mera colección de movimientos colocados con cierto gusto. Una forma no es una simple recopilación de técnicas. La forma es el contenedor de TODO el conocimiento de los practicantes del pasado. Lo que sucede es que como ese conocimiento es increíblemente amplio, en las formas tan solo se recoge un ejemplo característico de cada movimiento, lo más “amplio posible”, para que recoja la posibilidad de diversas variantes. De este modo, cada movimiento es como el título de un libro, que ha de ser desarrollado por el...
La importancia de la preparación física en los deportes de combate
Oscar Martínez de Quel Todavía a día de hoy, hay quien cuestiona la utilidad de la preparación física en los deportes de combate. Quizá esa mala reputación derive de haber entrenado la resistencia como si se fuera a correr un maratón y la fuerza como si se fuera a concursar para Mister Olympia, en lugar de buscar los objetivos específicos de cada modalidad. Pero realmente, ¿para qué sirve la preparación física en los deportes de combate? Posiblemente el primer objetivo que buscamos los deportistas es aumentar el rendimiento. Un esgrimista quiere realizar un desplazamiento más explosivo, un judoka ser más fuerte para mover al adversario, un taekwondista más flexible para hacer las patadas más rápidas y con menos esfuerzo, y un boxeador más resistente para llegar al último asalto en plenas facultades, de manera que su técnica no empeore por la fatiga. Además, en los deportes con categorías de peso, es especialmente importante una óptima composición corporal, reflejada en un adecuado porcentaje de grasa (ver el decálogo para “dar el peso”). Para aumentar el rendimiento en una disciplina concreta se requiere una buena preparación física específica. En otras palabras, entrenar las cualidades necesarias para rendir en esa modalidad concreta, utilizando gestos técnicos de ese deporte. Por ejemplo, podemos mejorar la velocidad del desplazamiento en karate usando gomas o lastres en la cintura (ver vídeos). Como base de esta preparación física específica, no debemos olvidar lapreparación física general, que nos hará más fuertes y resistentes para aguantar mejor los entrenamientos específicos, y nos ayudará a trabajar a la máxima intensidad sin lesionarnos. Por ejemplo, un ejercicio de sentadilla es útil para entrenar la fuerza máxima (ver más sobre la sentadilla) y esto nos permitirá posteriormente hacer desplazamientos con lastres, sin peligro de que la técnica se vea afectada. Además, este tipo de ejercicios facilita la cuantificación de las cargas y su aumento progresivo, puesto que el entrenamiento es más sencillo de medir en kilos, metros, segundos, etc. Otro de los objetivos principales de la preparación física es la prevención de lesiones. Es muy habitual ver a deportistas que se lesionan por sobrecarga debido a una pretemporada deficiente. Al llegar la etapa de entrenamiento específico, sus músculos, tendones, ligamentos, etc. no están preparados para soportar esa carga de entrenamiento y de competición, y terminan rompiéndose por sobrecarga o por traumatismo. Por otro lado, debemos tener en cuenta que la repetición constante de un gesto técnico termina provocando descompensaciones musculares. Para evitarlo, el trabajo preventivo y compensatorio (ver enlace) es primordial, permitiéndonos rendir adecuadamente durante toda la temporada, alargando la vida deportiva y mejorando la salud actual y futura. Por último, me gustaría destacar la importancia de una buena planificación...
La Mente Enmarañada
Yolanda Calvo Gómez – Psicóloga Dos mujeres entran en el vestuario del gimnasio charlando animadamente. Una de ellas muy alta, muy morena, muy delgada, explica con gestos un poco rígidos y bruscos que ella no soporta los masajes, que se pone muy nerviosa.“Mira que este fisio es de los naturistas, te pone música relajante y pone velitas, y te da un masaje que a otra gente la relaja un montón… Pues, nada, yo me pongo super nerviosa. No lo soporto. Y es que empiezo a pensar en los niños, lo que tengo que hacer, mis preocupaciones, y esto y lo otro, y me pongo atacada, no soporto estar ahí quieta.” Muchos maestros orientales cuando vienen a enseñar Meditación a Occidente explican que encuentran la mente occidental muy llena de ‘objetos’ de obstáculos: que pensamos muchas cosas, muy rápido, muy caóticamente, sin ningún control. Es lo que yo llamo la mente enmarañada (greñúa, dirían en Andalucía). Tenemos una mente tan caótica, tan desordenada, tan enmarañada, que por ella cuesta pasar el ‘peine’ del Mindfulness. Para mucha gente, entonces, será imposible empezar a hacer una meditación, centrar su mente, durante treinta, ni siquiera quince, ni diez minutos. Necesitarán hacer, varias veces al día, sesiones muy cortas, muy breves, que duren apenas dos o tres minutos. Aunque parezca mentira, mantener esa práctica durante las primeras semanas, tendrá un efecto muy potente. Yo a veces recomiendo hacer una Pausa Mindfulness, de dos o tres minutos, cada hora o dos horas. Como mínimo tres veces al día. Pero si se puede practicar cada hora o dos horas, el resultado es mucho mayor. Es más, para muchas personas observar sin alterarse cómo está el estado de su propia mente será, en un principio, un poco aterrador. Así que el primero objetivo será estabilizar la mente, calmarla lo suficiente como para poder “observar” con una mínima quietud y serenidad. Voy a utilizar una metáfora que se suele utilizar en el Mindfulness y que tomo prestada de Jon Kabat-Zinn (Mindfulness for Beginners). Imaginemos que tenemos un telescopio y que queremos observar la luna. Pero que colocamos nuestro telescopio sobre un colchón de agua. Por muy quietos que intentemos estar, será imposible observar con claridad. Apenas veremos una mancha redonda y brillante moverse continuamente delante de nuestra vista. Un resultado mareante. Sin embargo, si estabilizamos nuestro telescopio sobre suelo firme, si lo enfocamos, podremos observar una imagen de la luna clara y nítida, estable y quieta. Eso es lo que hacemos con la práctica del Mindfulness, estabilizar nuestra mente. Una vez que está mínimamente estable, podremos observar, ya no sólo nuestra respiración o nuestro cuerpo, si no que podremos...
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