Si deseas la paz, prepárate para la guerra

Hay una gran paradoja que se cierne sobre las Artes Marciales:La búsqueda de la paz entrenándose para la guerra.

Esta reflexión nace de ayer por la tarde, cuando le enseñaba a mi nieto unos videos de Shinjo Kiyohide Sensei.

Estaba impresionadísimo viendo a Shinjo Sensei romper tablas, bates de béisbol, etc.

Yo le expliqué la naturaleza de la demostración en el Castillo de Shuri. Primero ejecutaba la técnica de defensa, después el contraataque, y, por fin demostraba de forma práctica la capacidad destructiva de cada golpe.

Mi nieto me pregunto que si servia para matar a la gente, y yo le dije que si, que si quisiera podía matar a alguien con esos golpes, aunque no lo hacía, ni entrenaba para ello.

Previamente le había puesto unos vídeos de Kata, uno del Maestro de Grulla Blanca Ruan Dong realizando Paipuren /Babulien en completa imitación de los movimientos de una grulla, otro del mismo Kata ejecutado con tensión dinámica y viéndose la musculatura. También Sanchin.

Estaba muy impresionado, así es que cuando vio los videos de los rompimientos y le explique que el entrenamiento era lo que hacía que se pudieran hacer, lo entendió.

Pero ¿Como explicar que todo ese esfuerzo bélico es en favor de la paz?.

La contradicción es evidente. Siempre lo ha sido.

La devoción de unos Guerreros feroces, como los Samurais, por el Budismo Zen, y su preocupación por cultivar las Artes del espíritu, como la poesía, y la veneración por las flores del Cerezo, Sakura, a las que se comparaba, como un símbolo, con el Samurai, demuestran que, bajo la apariencia externa, el guerrero tenía una intensa vida interna.

Probablemente fuese por la aceptación del hecho de la propia muerte, y la gran influencia del aquí y ahora, dimanante del Zen. Vivir el momento sin preocuparse del pasado ni del futuro.

Si vis pacem, para bellum. Si deseas la paz, prepárate para la guerra. Esta frase encierra en sí misma toda la Teoría de la Disuasión y es en esta Teoría en la que tiene su fundamento todo el entrenamiento de las Artes Marciales, y su justificación.

Aunque no sería completa la explicación sin decir que el entrenamiento, por muy placentero que resulte, implica esfuerzo, sufrimiento, superación y veracidad. Porque sin aceptar la verdad de lo que hacemos, de lo que sentimos, de lo que nos devuelve el espejo, estaremos edificando un ídolo con pies de barro, ídolo que se caerá por su propio peso cuando se enfrenta a otros en combate.

Así es que el conocimiento de uno mismo facilita el conocimiento de otros y, también, la evitación del conflicto.
Conflictos tenemos todos los días en nuestra vida normal, en casa, en la oficina, en cualquier actividad. La sabiduría y el conocimiento de nuestras propias reacciones y de las de los otros, nos llevarán a poder evitar el conflicto sin necesidad de tener que ceder siempre. Porque plegarse a todo no es una solución, ni evita el conflicto, ya que invita a los otros a abusar. Una actitud firme, con la flexibilidad justa, con el adecuado uso de la disuasión provoca respeto, incita a la transacción y la negociación (que es otro combate) y evita el conflicto. Ese es nuestro objetivo aparente, práctico y ya justificaría nuestro trabajo y entrenamiento.

Pero, con los años, creo haber entendido que las Artes Marciales, el Budo, es un compendio de todo, una herramienta para poder entender los Misterios del Universo, la naturaleza humana, y llegar al Conocimiento. Hay diversos caminos para ello, y varios métodos, el nuestro es uno más.

Ramon Fernandez-Cid

Author: Ramon Fernandez-Cid

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2 Comments

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    En realidad esa aparente contradicción es solo aparente cuando las artes marciales se observan en su contexto histórico.
    Todas las culturas, China, Korea, Japon y el Reino de las Ryu Kyu (Okinawa) incluídas, han desarrollado y desarrollan sistemas de lucha, métodos de combate y tácticas guerreras que permitan su supremacía en el campo de batalla para bien expansionarse militarmente (conquista de nuevos territorios) o protegerse de posibles invasiones.
    Eso es lo que las artes marciales son.
    Por otra parte la «devoción de los samurai por el Budismo Zen» no se sostiene históricamente. No se conoce ningún autor, ni ninguna referencia histórica que una ambas partes. Sí se conocen samurai confucionistas, shintoístas y budistas de otras corrientes.
    La flor del cerezo (sakura) no es símbolo de una vida o riqueza interior, sino un símbolo filosófico que representa exactamente la futilidad de la vida (la flor del cerezo es la primera en aparecer y la primera en morir) y de ahí proviene no el símbolo sino el ejemplo que el samurai toma para sí.
    Otra cosa muy diferente es como lo queramos ver hoy dia como lo queramos practicar y para qué, porque el samurai dirimía sus conflictos con batallas o duelos singulares, pero nosotros ni somos samurai ni podemos serlo, incluso estaría mál visto serlo.

    Muchas gracias

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      Si lees a Yamaoka Tesshu o a Daidoji Yuzan verás que si hay una relación histórica entre el Budismo Zen expresado en los Diálogos en el sueño de Muso, o en el Sermón sobre el Zen de Tetsugen.
      Efectivamente Sakura, la flor de cerezo, es efímera y simboliza el aquí y ahora del Zen.

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