Amplia tu corazón y estrecha tu conciencia.
Nago Uēkata Chūbun (1663-1734) fue un noble y famoso hombre de Estado del Antiguo Reino de las Ryukyu, también un famoso guerrero. Leyendo un trabajo de Andreas Quast sobre los orígenes del Karate y la semántica de la palabra Ti, cuyo significado normal es el de mano, pero que, como explica Andreas, va mucho más allá, y que antiguamente se utilizaba como ahora lo hacemos con la palabra Karate, por lo que podemos decir que Ti y Karate son sinónimos, o que el Ti es el origen, o uno de los orígenes, del Karate. He meditado sobre el contenido expuesto de un poema escrito por Nago Uēkata Chūbun. Dicho poema expresa un pensamiento que reproduzco a continuación : “Por mucho que puedas distinguirte en las artes del Tī y la erudición, nada es más importante que tu corazón como asiento de la mente, como se demuestra en el comportamiento cotidiano.” Antiguamente un guerrero debía practicar lo que se denominaba Bun Bu Ryodo, es decir, el conocimiento de las Artes Marciales unido al estudio y conocimiento de los Clásicos chinos. Por decirlo coloquialmente : Se pretendía que un guerrero no sólo fuera un gran experto en la herramienta esencial de su trabajo, las Artes de la Guerra, también llamadas Bugei en japonés. Sino que también fuera un hombre cultivado intelectualmente. Sokon Matsumura, uno de los más grandes guerreros de Okinawa, y también uno de nuestros Ancestros en el Karate, ya se lo dejo escrito a su sucesor Kuwae Ryosei, hablándole del Bun Bu Ryodo. Es esa la razón por la cual Nago Uēkata Chūbun habla de las Artes del Ti y la erudición. Pero el mensaje va más allá y dice que, con ser importantes ambas facetas, es mucho más importante que corazón e intelecto estén unidos en nuestra cotidianidad, en nuestra rutina diaria de vida. Cargo con una larga experiencia de vida, y al haberme visto involucrado con el Karate desde muy joven, he sido testigo de como se desdeñaba, y hacia de menos, a aquel que acumulaba conocimientos y experiencias, que además de practicar y entrenar estudiaba y se cultivaba en la línea del Bun Bu Ryodo, simplemente porque o no tenía interés, o no era bueno, en la Competición. No voy a nombrarle, Luis Beamud sabe bien de que y de quien hablo, pero era así. Algunos nos dimos cuenta de que esa persona estaba más cerca de la razón que los demás, y nos acercamos más a El, quien generosamente, tal y como dice el poema del Uēkata de Nago, utilizó su corazón y su mente de forma generosa con nosotros. Pero, con ser ilustrativa la...
El karate postmoderno, tras la pérdida del TEGUMI
UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE. Séptima parte y ULTIMA. El karate postmoderno, tras la pérdida del TEGUMI. El precio que pagó el KARATE por su falsificación masiva de la realidad, fue la nube de sinsentido y sin horizontes de superación, que vivió durante la primera mitad del S.XX. Sin embargo, el karate fue aflorando poco a poco de la aridez, con la rienda suelta hacia puntos de vista más modernos. Es irónicamente en esa MODERNIDAD, donde el término “TRADICIONAL” se comienza a utilizar para referirse a la herencia ahora regresiva y sin remanentes de su predecesor. Así es como, siendo fieles al “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”, es lícito arguir que, con tan manida denominación (tradicional) se pretende dar visos de reliquia antigua, a lo que es de muy reciente creación. Pues bien, si damos por sentado que los lindes de la ORTODOXIA TRADICIONAL, y los del KATA-DEPORTIVO incipiente defendido en el mismo Japón y después en Occidente, son difusos; seremos conscientes de tan estúpido como clamoroso deseo de diferenciación (entre kata de competición y kata tradicional). En un terreno paralelo, el propio “mulá” del karate TRADICIONAL M. Nakayama, inspirado por maestros de la talla de K. Mabuni y H.Otsuka, pronto se dispone a explorar en nuevos entornos de combate libre con fuertes tendencias deportivas. Al final del la década de los 30, varios maestros coetáneos en condiciones de estrechez, son impulsores del combate libre. Pero parece ser M. Nakayama, bajo medios mas propicios, es quien oficializa por fin el JIYU-KUMITE (combate libre) tomando como raíz el minimalista JIYU-IPPON-KUMITE, unido al fuerte aroma de la “danza de los señores” de Okinawa (que he mencionado en la cuarta parte), mezclado con ideas del kendo, y a través del cristal de los métodos pugilísticos Occidentales. Esta mezcla sabia y hermosa, es la guinda del pastel que pasa a ser, en verdad, lo mejor de todo el pastel actual. En gran medida porque ilustra de modo muy gráfico nuestro pragmatismo Occidental, y por extensión cierta similitud de ambas culturas: desde que también se ponen los pantalones como nosotros, una pierna cada vez; hasta que, el objetivo final y último de la mayoría ¡también es ganar una competición! Este camino, propiciará la emergencia a los superlativos SHIAI-KUMITE (combate deportivo) y KYOGI-KUMITE (combate de competición) que pronto conduce al afinamiento y optimización del karate Occidental de combate, hacia una sofisticación técnica y estratégica sin parangón. Y, para completar el panorama es obligado poner de relieve que, lo que por fin cristaliza en los círculos oficiales del karate, son dos elementos totalmente divergentes que...
BUNKAI: El olvidado 95% del Karate
Prácticamente todos los karatekas incluyen la práctica de kata como parte de su entrenamiento. La pregunta formulada por la inmensa mayoría es “¿por qué?“. Ciertamente muchos practicantes de Karate desprecian su práctica ya que creen que es un ejercicio inútil que no aporta nada para mejorar la habilidad de lucha; “Odio el kata. ¡Prefiero el combate!” es el alarde de “macho” realizado por muchos insensatos grados inferiores (y lamentablemente unos pocos grados superiores). Sin una comprensión de la información y técnicas incluidas en el kata, el Karate es un arte muy limitado. ¿Cuántos clubes de Karate incluyen golpes en distancia corta, forcejeo, proyecciones, inmovilizaciones, estrangulaciones y lucha de suelo en su práctica? ¡La respuesta es todos! Pero muy pocos se dan cuenta de ello ya que dejan tales métodos escondidos en los katas. El Karate fue desarrollado para ser un método completo y efectivo de auto-defensa civil. El Karate, tal y como es practicado hoy por la mayoría de la gente, va en el mejor de los casos de medio a largo alcance. Sin embargo, la mayoría de las peleas empiezan cerca y casi siempre incluyen alguna forma de lucha o forcejeo. ¿Vamos a asumir que los maestros pasados estaba equivocados?. Los fundadores de nuestro arte eran hábiles luchadores que entendían cómo ocurrían las peleas reales. Si ignoramos los métodos incluidos en los katas estamos practicando un porcentaje muy pequeño del programa del Karate. La mayor parte del entrenamiento en Karate de hoy gira alrededor de técnicas desarrolladas para su uso en el entorno deportivo. Las técnicas de Karate originales, tal y como están almacenadas en los katas, son las que están destinadas a ser utilizadas en situaciones reales contra agresores violentos y no entrenados. Para poder valorar el kata es necesario entender por qué los fundadores de nuestro arte los desarrollaron en un primer momento. Los katas son el vehículo a través del cual las técnicas y principios combativos de un maestro o estilo en particular son transmitidos de generación en generación. El Karate es una habilidad física y por lo tanto se necesitaba desarrollar un método físico de almacenar estas técnicas y principios combativos. Frecuentemente, no eran los fundadores de unos métodos de lucha en particular los que formulaban los katas, sino sus alumnos. Un buen ejemplo de esto es el kata “Chinto” (o “Gankaku“, como lo llaman los practicantes de Shotokan). Chinto era un marinero y artista marcial chino que naufragó en Okinawa. Encontrándose atrapado, Chinto empezó a robar para poder alimentarse. Cuando el Rey se enteró de la situación envió a Sokon Matsumura (un legendario maestro de Karate empleado por el rey como guardaespaldas) para deshacerse de Chinto. Se...
“Eje central » del Karate
El KARATE y sus katas son la excusa externa para hacer un viaje interno de liberación y desbloqueos. Y su grandeza se ha de medir por la virtud interna, no por la forma externa. Resulta irónico que, el hombre nació desbloqueado, pero por todas partes hay bloqueos. La alineación rígida que sufrimos, es producto del rancio abolengo tradicional que sabe a parvulario: posición anclada, músculos que se apretan, ESPALDA ATIRANTADA HACIA ARRIBA que obliga a espetar la posición, etc… Estas espurias costumbres han llevado al suicidio del arte, han dado al traste a muchas espinas dorsales y han imposibilitado: La transmisión del esplendoroso “FLUJO DE KI”. La consumación sublime de armonizar con el oponente a través del principio de no resistencia. Pero el motivo de tanta impostura es, a causa de que, es más fácil engañarse que desengañarse. No hace falta esfuerzo para dar todo lo que es fácil de entender por verdadero. No hace falta esfuerzo para creer que hay que enderezar la postura y atirantarla con los músculos antigravitatorios, atiesando la espalda como si la cabeza hiciese fuerza hacia el techo, presentando el pecho con presunción y curvando los lumbares. Pues bien, así como hagas la cama tendrás que acostarte en ella. Hacer la cama, creyendo lo que dicen “los que saben”, reforzados por el “efecto halo”, es más fácil que pensar. Pero creer, sin más, adolece de buena visión. De hecho, es muy corto de miras obstinarse en no reconocer que, la colocación de la espalda enderezada en las técnicas es un simple disfraz de naufrago. A poco que se experimente, se averiguará que el precio que ha de pagarse por estos vicios disfrazados es transformarnos en una pieza fácil de desenraizar y desequilibrar, que coloca los segmentos corporales en planos, líneas funcionales con la fuerza muscular en efecto de ariete que provoca un vector de resistencia con el adversario, y que estanca la transmisión de las fuerzas ondulatorias de KI, que deberían conectarse y propagarse por la espalda. En la vida, no hacen tanto beneficio la verdad como daño hacen sus apariencias, y eso nunca fue tan verdad como en errores que se desprenden de la falta de “eje central”, y que los entendidos en la materia tememos tanto como el diablo al agua bendita. Me refiero a la estructura trabada, “ITSUKU”. De lo dicho, no hace falta ser un lince para deducir que, de existir algún secreto para estructurarse, este debe ser sin trucar groseramente el aspecto erguido. Pues si. Y por cierto, este es el rasgo distintivo, así como el “principio axial” que supera toda estimación. De hecho, todos los demás OKUDEN...
¿Es el Karate único e indivisible?
Muy a menudo hay una gran confusión sobre la japoneidad o no del Karate. No paro de estudiar la Historia del Karate desde hace muchos años, lo cual me llevó a ser, junto con Juan Bish que fue quien despertó en mi tal interés, Profesor de Historia y Filosofía del Karate en la Escuela Nacional de Preparadores de la Federación Española, el otro gran especialista era Hermenegildo Camps, qepd. Aunque compañeros como Salvador Herráiz, y otros, hayan realizado una labor encomiable de divulgación y explicación a lo largo de los años. Y, en los últimos años, se han dado avances muy significativos gracias a personas que, hablando y escribiendo japonés, han buceado en archivos y periódicos antiguos buscando documentos sobre ello. Como Patrick McCarthy, Andreas Quast, Mario McKenna, Joe Swift, Clarke, Bishop, y otros más cuya cita llevaría mucho tiempo y que, seguramente, olvidaría nombrar a alguno. También, obviamente, la apertura y acceso a documentos y archivos originales de los diferentes Estilos de Quanfa chino, principalmente en la Provincia de Fujian. Eso ha permitido, gracias a la tradición que ordenaba tener registrado a cada discípulo formal, saber quien y que aprendió en China. Permitaseme decir y contradecir a una afirmación usual al respecto : El Karate de Okinawa no es un Arte Marcial Japonés, no lo fue nunca. Durante los años previos a la Segunda Guerra Mundial, yo diría que desde principios del SigloXX, hubo partidarios pro-japoneses en Okinawa que intentaban que el Karate tuviera su protagonismo como ayuda al esfuerzo bélico de Japón. Como también hubo partidarios de la conexión China. Nadie en la Historia del Karate de Okinawa fue nunca al Japón para aprender Karate, sin embargo si que fueron muy numerosos los ejemplos de los que fueron a China para ello. Habría que distinguir esencialmente entre personas de la Nobleza y la Clase Guerrera que si que viajaron a Japón en numerosas ocasiones para aprender Kenjutsu de la Escuela Jigen Ryu en Satsuma, como Sokon Matsumura y Anko Azato que aprendieron Jigen Ryu con el Maestro Ijuin. Pero, ambos eran oficiales del Gobierno que estaba sometido al Clan Shimazu de Satsuma. Y también viajaron a las correspondientes Academias Militares del Norte de China, en Pékin, como es el caso conocido de Matsumura, Sakugawa, Aragaki, o Nakaima. La tradición dice que, como consecuencia de las numerosas guerras y enfrentamientos feudales que tenían lugar en Japón, algunos distinguidos Samurais emigraron hacia el Sur, hacia el Reino de Ryukyu, en busca de refugio y mejores tiempos en los que volver a Japón. La leyenda dice que el famoso guerrero Miyamoto no Yoritomo realizó ese periplo, que caso con la...

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