Reflejo de la Vida
Había una vez un sabio anciano que pasaba los días sentado junto a un pozo a la entrada de un pueblo. Un día pasó un joven, se acercó y le preguntó lo siguiente: Nunca he venido por estos lugares, ¿cómo son la gente de esta ciudad? El anciano le respondió con otra pregunta: ¿Cómo eran los habitantes de la ciudad de donde vienes? Egoístas y malvados, por eso estoy contento de haber salido de allá. Así son los habitantes de esta ciudad, le respondió el anciano. Un poco después, pasó otro joven, se acercó al anciano y le hizo la misma pregunta: Voy llegando a este lugar, ¿cómo son los habitantes de esta ciudad? El anciano le respondió de nuevo con la misma pregunta: ¿Cómo son los habitantes de la ciudad de donde vienes? Eran buenos y generosos, hospitalarios, honestos y trabajadores. Tenía tantos amigos que me ha costado mucho separarme de ellos. También los habitantes de esta ciudad son así, respondió el anciano. Un hombre que había llevado sus animales a beber agua al pozo y que había escuchado la conversación, en cuanto el joven se alejó le dijo al anciano: ¿Cómo puedes dar dos respuestas completamente diferentes a la misma pregunta realizadas por dos personas? Mira, respondió el anciano, cada persona lleva el universo en su corazón. Quien no ha encontrado nada bueno en su pasado, tampoco lo encontrará aquí. En cambio, aquel que tenía amigos en su ciudad, también encontrará amigos fieles y leales en cualquier parte. Porque las personas son lo que encuentran en sí misma, y encuentran siempre lo que esperan encontrar. Foto:...
Así es la vida
– Que tal viene el algodón? – “Aquí no se da”. Respondió quejoso. – ¿Y que tal las frutillas? – “Aquí no se dan”. ¡Es una lastima! – Agrego. – ¿Y los tomates? – “No, aquí no se dan”. Contesto en el mismo tono. – ¿Qué extraño! Respondio sorprendido el interlocutor, porque del otro lado de la costa, enfrente mismo de sus tierras, he visto abundantes plantaciones de algodón, frutillas y tomates. – Ah, si… conozco el hecho. Explicó el hombre del campo, pero allá, es que los cultivan. (anónimo)...
¿Hay vida antes de la muerte?
Todas las preguntas que se suscitaron aquel día en la reunión pública estaban referidas a la vida más allá de la muerte. El Maestro se limitaba a sonreír sin dar una sola respuesta. Cuando, más tarde. Los discípulos le preguntaron por qué se había mostrado tan evasivo, él replico: – ¿No habéis observado que los que no saben qué hacer con esta vida son precisamente los que más desean otra vida que dure eternamente? – Pero ¿hay vida después de la muerte o no la hay?, insistió un discípulo. – ¿Hay vida antes de la muerte? ¡Esta es la cuestión! – replico enigmáticamente el Maestro. Fuente: El libro “¿Quién puede hacer que amanezca?” de Anthony de Mello...
¿Es la Vida Injusta? (Reflexiones ante los momentos difíciles)
Yolanda Calvo Gómez: Psicóloga Sonreír, ser Amable, estar de buen humor, apreciar la Belleza de la Vida es siempre más fácil cuando las cosas nos van bien. Sin embargo, no siempre van bien. A veces van mal. A veces van terriblemente mal. A veces las cosas van tan mal que creemos que ya no pueden ir peor (lo que no suele ser verdad, las cosas siempre pueden ir aún peor). Entonces, cuando las cosas están difíciles, cuando enfermamos, cuando alguien querido muere, cuando no llegamos a fin de mes, cuando no conseguimos nuestros objetivos, cuando los que creíamos amigos resulta que no lo son, cuando nuestra pareja nos deja después de años de relación, entonces nos quejamos con amargura y resentimiento diciendo: la Vida es Injusta. Y, lógicamente, a la Vida le da igual, porque la Vida no es ninguna persona, por más que nos empeñemos en personificarla. No tiene personalidad, ni carácter, ni caprichos. La Vida no puede ser injusta. La Vida Es. ¿Qué forma tiene la Vida? No tiene ninguna, como la Conciencia o el Ser, pertenece al mundo de la No-Forma. Intentamos atrapar con una palabra, con un concepto, algo que no es atrapable. La Vida no tiene forma y está, al mismo tiempo, en todas las formas. La Vida es y está Siempre. Se manifiesta en millones y millones de formas distintas, siempre cambiantes, siempre evolucionando, que nacen y mueren constantemente. Mientras la Vida permanece siempre. Continua siempre. Al fin y al cabo cuando utilizamos el argumento de que la vida es injustaestamos, simplemente, engordando nuestro ego, diciendo “yo sé hacerlo mejor que la Vida, yo sabría cómo tendrían que ser las cosas, cómo tienen que funcionar”. Párate un momento y mira a tu alrededor. Observa todo lo que la Vida ha creado, desde las minúsculas formas de vida unicelulares, hasta la complejidad de un cuerpo animal, o del nuestro propio. Observa el equilibrio y perfección de la Tierra (antes de que nosotros la llenáramos de basura, pero ése es otro tema). Observa la maravilla del Sistema Solar, de otros Sistemas Solares, de las Galaxias, del Universo. ¿Eres capaz de hacer eso? ¿De crear algo remotamente semejante? (Cuidado: No estoy hablando de Dios, ni de ninguna Religión, sino de la Vida, creas en lo que creas). Bien, pues cuando seas capaz de crear algo, aunque sea parecido a lo que la Vida ha creado, entonces le discutes a la Vida que tú sabes hacerlo mejor que ella. Con nuestra compulsión obsesiva de juzgar y etiquetar todo, etiquetamos las cosas de buenas y malas. Incluso el tiempo: si hace sol, decimos que hace unbuen día, si está nublado o llueve, decimos que hace...
El eco
Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. de pronto el hijo se cae, se lastima y grita: – “¡Ahhhh!”. Para su sorpresa oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña: – “¡Ahhhh!”. Con curiosidad el niño grita: – “¿Quién está ahí?” Y escucha: – “¿Quién está ahí?” Enojado con la respuesta, el niño grita: – “¡Cobarde!” Y recibe de respuesta: – “¡Cobarde!” El niño mira a su padre y le pregunta: – “¿Qué sucede?” El padre le contesta: – “Presta atención hijo” – y grita – “¡Te admiro!” Y la voz responde: – “¡Te admiro!” – “¡Eres un campeón!” – “¡Eres un campeón!” Y el padre le explica: – “La gente lo llama ECO, pero en realidad, es la VIDA… que te devuelve todo lo que haces…” Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor. Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean. Si quieres una sonrisa en el alma, dirige una sonrisa al alma de los que conoces. Esto se da en todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso… exactamente aquello que tú le has dado. Tu vida no es una coincidencia, es un reflejo de ti. Alguien dijo: “¡¡Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando!!”. Miremos a nuestro alrededor y tratemos juntos de hacer un mundo lleno de amor, paz y justicia. Depende de nosotros. Foto...
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