Joaquín Muñiz González
May28

Joaquín Muñiz González

Fecha de Nacimiento: 7 de Marzo de 1963 Lugar de nacimiento: Latores (Oviedo) Residencia: Oviedo Estilo: Tai-Jitsu Profesión: Profesor de Tai-Jitsu Grado: 7º Dan Contacto: joaquin@tai-jitsu.com Inicios: Sentando las bases desde Asturias El Tai-Jitsu lleva en Asturias y en España aproximadamente desde el año 1978 inmerso en el seno de la Federación Española de Karate, hoy en día Real Federación. Un asturiano, ovetense, de Latores para más señas, Joaquín Muñiz, Cinturón Negro sexto DAN es el actual Director Nacional de Tai-Jitsu. Se hizo cargo de la Dirección Técnica de Tai-Jitsu en la Federación Asturiana de Karate, a petición de D. Francisco Combarro en el año 1988, cargo que sigue desempeñando con el actual presidente D. Benjamín Rodríguez Cabañas. Dado su buen hacer, la inquietud que manifestaba y la pasión y cariño que ponía en todo lo relacionado con el Tai-Jitsu, fue nombrado Director Técnico Nacional en 1992 por D. Antonio Espinos Ortueta, presidente de la Española en aquella época, y ratificado en el cargo en los siguientes mandatos del actual Presidente D. Faustino Soria Morales . En ese momento lo primero que realiza fue la Normativa de Examen de Cinturón Negro y grados superiores, dándole un sentido lógico a su estructura y con una exigencia cualitativa y cuantitativa de los contenidos que contribuyeron, de forma manifiesta, a elevar el nivel técnico y global de la disciplina. Casi al mismo tiempo confecciona el Reglamento de Competición, con dos modalidades diferentes de participación: una de combate y otra de expresión técnica. El amplio repertorio de habilidades con que el Tai-Jitsu contaba y cuenta en sus contenidos, hacía necesario que se ofreciese a sus practicantes la posibilidad de medirse con otros deportistas de la misma disciplina y contribuir así a mejorar el nivel técnico, físico y humano de todos sus practicantes. Por otro lado, qué duda cabe de que esto contribuyó a dar a conocer la disciplina, al llevarla a los Polideportivos, que llenan de público en todas las competiciones, y a publicitarla en todos los medios de comunicación. Como Humanista, dedica sus esfuerzos a crear un gran ambiente deportivo, de juego limpio, que sirviera para establecer lazos de unión entre todos los Tai-Jitsukas. Por si esto era poco, hace algo más de un año, publicó, arriesgando sus propios recursos económicos, un gran libro de Tai-Jitsu que contiene el programa de grados desde el C. Blanco al C. Negro, desglosado por cinturones, a lo largo de casi 500 páginas e ilustrado con más de 2.300 fotografías, en el que también ocupan capítulo muy importante los aspectos educativos y pedagógicos que son la finalidad más importante y valiosa que Muñiz defiende. Formación y...

Read More

Cuida tus pensamientos

Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras. Cuida tus palabras porque se transformarán en actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino. y tu destino, será tu vida. Fuente: Mahatma Gandhi

Read More
Las técnicas o los katas del Karatedo  Ser o no ser. Esa es la cuestión
May23

Las técnicas o los katas del Karatedo Ser o no ser. Esa es la cuestión

Roberto Gonzalez Haramboure PhD Hanshi Necesarias palabras iniciales En lo personal encontramos las artes marciales, y específicamente el Karatedo, como lo mejor del mundo, y no nos imaginamos vivir sin él. Incluso aunque desde el punto profesional desde hace unos años nos hemos dedicado mayormente a otras tareas como docente, metodólogo, investigador, preparador físico, fisioterapeuta y otros; nos enorgullece reconocernos como nuestro primero y más importante trabajo: maestro de artes marciales. En ese sentido, aún cuando amamos el arte marcial, y precisamente por eso, es por ello que hemos dedicado incontables esfuerzos en su perfeccionamiento, para lo cual nos hemos visto precisados a detenernos en aquellos aspectos no muy bien planteados o tratados. Declaramos esto porque estamos conscientes que toda acción siempre trae consigo personas que, con razón o sin ella, asumen el rol de seguidores o detractores. En nuestro caso, debido a que en nuestros trabajos criticamos el Karate y las artes marciales desde diversos puntos de vista, también recibimos muchos criterios a favor y en contra. Aquellos a favor nos honran y aquellos en contra, siempre que sean bien comprendidos y bien intencionados, son los que encontramos más útiles para mejorar nuestra obra. Los otros con planteamiento sin base o con dudosa intención… todos tienen derecho a expresar su criterio, e igualmente se les escucha y respeta. Introducción En el lenguaje popular de muchos países, para indagar sobre alguna controvertida relación jerárquica o lógica entre varios elementos de una misma situación, objeto o fenómeno; se alude a dos ejemplos como: el huevo y la gallina, o la semilla y el árbol. Ambos ejemplos mantienen una indisoluble relación cíclica de dependencia, pero realmente resulta difícil delimitar cuál va primero o es más importante que el otro. Esa misma polémica aplica para algunos aspectos de las artes marciales, fundamentalmente el Karatedo, específicamente con respecto a las técnicas aisladas y su integración en el kata. Como es bien conocido que las artes marciales son una forma de educación, para solventar esa situación nos basaremos en las dos principales ciencias que garantizan el adecuado proceso docente-educativo: La Pedagogía y la Didáctica. Fundamentación La Educación, según Danilov y Skatkin (1980) se reconoce como el: “conjunto dinámico y complejo de actividades sistemáticas, mediante el cual se interrelaciona la acción de los educadores y educandos y está encaminado a la formación y desarrollo del colectivo, así como de cada uno de sus miembros individualmente.” 1 En ese caso, además, es necesario recurrir a la Pedagogía, definida como el conjunto de saberes que se ocupan de la educación como fenómeno típicamente social y específicamente humano, que tiene por objeto el estudio de la educación con...

Read More

Esto también pasará

Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte: – Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo. Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada. El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: – No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. – Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje (el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey). – Pero no lo leas -le dijo- mantenlo escondido en el anillo. – Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación. Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino. De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso. Simplemente decía: – esto también pasará. Mientras leía estas palabras sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de...

Read More
Marketing y Karate III – El producto (Primera parte)
May19

Marketing y Karate III – El producto (Primera parte)

Angelica Velasco Torres El primer artículo trataba de la oferta, el segundo, de la demanda, el tercero, cómo no, del producto. Siempre he defendido que los que amamos el Karate tenemos un producto fabuloso en las manos, dispuesto para ser vendido. Sin embargo, éste es el artículo que más problemas me ha dado para ser escrito. ¿Por qué? Porque el Karate es algo diferente para cada uno. El que nunca se ha acercado al Karate, verá un mundo violento, de confrontación contínua. El neófito que ha visto el Karate de Hollywood y Youtube, verá en nuestro arte un mundo esotérico y misterioso, lleno de movimientos ágiles, de coreografías imposibles y de buenos y malos. El que lo dejó en la niñez o la adolescencia sentirá nostalgia de un mundo idealizado de relaciones entre compañeros, de amiguetes, de un profesor duro pero amable al mismo tiempo. El deportista asíduo verá largo recorrido que le habrá ayudado a mantener en forma el cuerpo, y por qué no, la mente. El competidor verá, además, victorias y derrotas, trofeos en las estanterías… Como es muy difícil definir el Karate de forma universal, sólo puedo hablar por mí, desde mi punto de vista y mi experiencia. Empecé a hacer Karate porque no me gustaba el ballet. Cuando era muy pequeña, mi colegio estaba en las afueras de Madrid, eso quiere decir que mis amiguitos del «cole» estaban repartidos por los cuatro costados de la región. Al ser hija única, mis padres decidieron que podría practicar alguna actividad extraescolar,para conocer gente del barrio. Como soy una chica, me apuntaron a clases de ballet. Ya desde el principio, algo no cuajaba. Y aunque con el tiempo descubrí similitudes entre las dos disciplinas, en aquél momento todo lo que sabía era que no quería ir al estudio de ballet ni atada. Por aquellas fechas, los hijos de un compañero de trabajo de mi padre habían empezado a hacer Karate, y estaban encantados. Fue mi padre el que convenció a mi madre que las escenas de lloros y protestas por el ballet podrían solucionarse si cambiara de actividad. Terminé vestida de blanco, con un cinturón del mismo color, en un gimnasio de Madrid. Ese gimnasio cerró sus puertas y me llevaron a otro, y luego a otro, hasta que terminé en uno que no cerró, y en el que entrené varios años. Con el tiempo, las circunstancias personales cambiaron, y dejé de entrenar, pero nunca me quité el gusanillo de volver algún día y terminar lo que había empezado, pues en mi ignorancia, como tantos otros, identificaba la obtención del cinturón negro como el final del camino, y...

Read More