Esta historia zen nos recuerda que más dice la crítica de quien critica, que de quien es criticado
Nov17

Esta historia zen nos recuerda que más dice la crítica de quien critica, que de quien es criticado

  Bankei Yōtaku fue uno de los grandes maestros zen japoneses, vivió durante años como un eremita y cuando finalmente alcanzó la iluminación, se negó a asumir una posición honorable dentro del monasterio y prefirió seguir ayudando en las labores de la cocina. Sin embargo, la fama de su sabiduría era tan grande, que llegaban alumnos de todas partes de Japón para que los guiara. Se cuenta que, durante una de esas semanas de meditación, uno de los discípulos fue atrapado robando. El joven fue denunciado ante Bankei, para que este lo expulsara. Sin embargo, Bankei ignoró el caso. Días más tarde, volvieron a atrapar al discípulo cometiendo un acto similar pero, una vez más, Bankei ignoró el asunto. Aquella situación enfureció a los otros discípulos, que redactaron una petición pidiendo que el ladrón abandonara el monasterio ya que no lo consideraban digno de estar allí. Si el maestro zen no lo hacía, serían ellos quienes abandonarían el monasterio. Cuando Bankei leyó la petición, reunió a todos sus discípulos y se dirigió a ellos:  – Sois personas sabias – les dijo. – Conocéis la diferencia entre lo correcto y lo que no está bien. Podéis iros a otro monasterio a proseguir vuestro aprendizaje, si así lo deseáis. Sin embargo, este pobre joven ni siquiera sabe distinguir el bien del mal. ¿Quién le enseñará si no lo hago yo? Lo mantendré a mi lado hasta que aprenda. Un torrente de lágrimas inundó el rostro del discípulo que había robado. En ese preciso momento, todo deseo de robar había desaparecido.   Todos pueden criticar, pocos pueden perdonar y ser compasivos Algunas veces, una simple historia puede enseñarnos mucho más que un libro de filosofía. El enorme poder de las historias se debe a que sortean las barreras de lo racional, llegando a tocar las fibras emocionales, que son las que generan el conocimiento más profundo.  De hecho, en el budismo se afirma que todo lo que merece la pena aprender, no puede ser enseñado. Se refiere a que los grandes aprendizajes, esos que nos cambian y transforman nuestra manera de ver el mundo, provienen del interior. Bankei nos brinda una gran lección a través de esta sencilla historia y nos recuerda algo que gran parte de nuestra sociedad parece haber olvidado: la crítica dice más de quien critica, que de quien es criticado. Si queremos dejar huellas y construir realmente un mundo mejor, deberíamos practicar mucho más el perdón y la compasión. Bankei nos invita a reflexionar sobre la facilidad con la que podemos darle la espalda a las personas que se equivocan, aquellas que no comparten nuestros puntos de vista...

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Entrevista a Lorenzo Marín Luna
Nov11

Entrevista a Lorenzo Marín Luna

«ENTREVISTA PARA RINCONDELDO» Seleccionador de katas en las categorías inferiores de la Real Federación Española de Karate y Disciplinas Asociadas Quien le conoce sabe que es un tipo amable, tranquilo y un apasionado del Karate. Nacido en Málaga en 1955, Lorenzo Marín Luna lleva el arte marcial en sus venas desde principios de los setenta y ostenta el 5ºDan en el estilo Goju Ryu. Se inició por un amigo, y ha terminado convirtiéndose en su forma de vida. Seleccionador nacional de katas de la cantera del equipo nacional, ha conseguido llevar a lo más alto a algunos de los mejores competidores del mundo de las categorías inferiores. Sin duda, su trabajo y su “saber hacer” mantendrán viva la gloria del Karate español durante mucho tiempo. Si alguna vez vas por Torremolinos, busca su dojo y trata de entrenar con él.   ¿Quién es Lorenzo Marín? Una persona simple y fiel a mis amig@s, a la que le gusta compartir esos momentos que la vida nos va dando. Muy perseverante y algo obsesivo con los objetivos que me marco. Algo introvertido y bastante tímido, aunque a veces no lo aparente…   ¿Cómo te iniciaste en el Karate? En 1970 un amigo de colegio me habló de un estilo de lucha que utilizaba las manos y las piernas, se llamaba karate y era japonés. Me llamó la atención y comencé a indagar sobre ello, comencé comprando un libro por correo y empecé a practicar desde esa época. En 1973-74 llegó el karate a Málaga a manos del maestro Jesús Espiga y ahí empecé a entrenar con él de forma oficial en este mundo tan bonito y apasionante.   ¿Tuviste una etapa de competidor? Si, una etapa muy enriquecedora, tanto en kumite como en kata, sobresaliendo algo más en kumite en los campeonatos nacionales, aunque no llegué a obtener ningún resultado nacional…   Entonces, ¿cuándo decides a caminar en solitario y abrir tu propio gimnasio? En Febrero de 1979, se abrió el primer gimnasio de Karate en Torremolinos y yo era el encargado de impartir las clases. En 1981 me quedé en solitario y empecé un nuevo camino como único profesor del Club Goju Ryu Torremolinos. El nombre del dojo lo puso mi maestro Yosuke Yamashita.   Y después de tantos años de práctica, ¿en qué momento das el salto a seleccionador? ¿Podrías resumirnos brevemente ésta etapa al frente de la selección nacional? En el año 2013, el presidente de la  Real Federación Española de Karate, Don Antonio Moreno Marqueño, me llamó para ofrecerme entrar en el equipo técnico de seleccionadores con vistas a preparar el Campeonato del Mundo de Guadalajara. Acepté y...

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DAMASHI 騙し: El Engaño.
Oct31

DAMASHI 騙し: El Engaño.

El pasado martes, durante el entrenamiento, como suelo hacer con el Maestro Fujita, sobre la marcha, cuando una técnica entrenada a dos me inspira, o a él, brevemente, le pedí confirmación sobre un concepto, sobre la aplicación o no de una palabra japonesa que había descubierto : Damashi, el engaño. Así es que me gustaría, analizando mis experiencias personales, más una pequeña investigación al respecto, comentar brevemente sobre ello. Damashi 騙し, proviene del verbo Damasu 騙す,engañar y no debe ser confundido con 魂 Damashii, que significa alma. Damasu tiene, en nuestro caso, una traducción más cercana en el inglés en el sentido de to trick o deceive, es decir : para engañar. Es más de aplicación en el Arte del Karate en el sentido de ocultar nuestras verdaderas intenciones al adversario, haciéndole creer otra cosa distinta a lo que realmente tenemos o queremos. Hay varias aplicaciones distintas de Damashi. Por un lado esta la lógica del enfrentamiento, durante el cual ocultamos nuestras verdaderas intenciones tratando de que el adversario crea que queremos realizar una cosa y luego hacemos otra diferente. Un ejemplo claro de ello son las fintas, por ejemplo la combinación clásica mediante la cual el brazo izquierdo realiza Jodan Mae zuki y el brazo derecho realiza Chudan Gyaku zuki. Esta combinación crea un engaño en el adversario que va a defender la primera técnica a nivel Jodan, a nivel alto, mientras la técnica definitiva se realiza a nivel Chudan, a nivel medio. Por lo tanto, una de las utilizaciones clásicas de este Principio Damashi es la de cambio de nivel del ataque, comenzando a un nivel diferente al que se quiere aplicar la técnica definitiva o ganadora. Hay múltiples posibilidades de utilización de Damashi en este ámbito, el de la finta. Un Karateka puede utilizar Damashi de muchas otras formas, algunas relacionadas con su forma de presentarse ante su adversario, según la guardia o la posición que mantenga. Puede simular una Kyo o debilidad, a veces invitando al adversario a que ataque cuando cree que se encuentra en una posición de ventaja o Tsukuri, esa forma de invitación al ataque se llama Sasoi no Kamae さそい の かまえ o apertura en la guardia. La ventaja Táctica 戦術的な利点Senjutsu-tekina riten, es la utilización de todos los recursos tácticos Heiho 兵法 (en sus muchas variantes de estrategia) o Senryaku 戦略, entre los cuales está Damashi, la finta, la simulación, el engaño. Aunque el espíritu de Damashi tiene más que ver con la Estratagema que con la Estrategia, hablando con propiedad. En los Katas hay numerosas técnicas que poseen esa condición de Damashi, de engaño o disimulo, sobre sus verdaderas intenciones...

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El Cinturón de Caramelo
Oct20

El Cinturón de Caramelo

Danes por Años (obtener grados por cumplir años). Hace cuarenta años, Godan era un grado excepcionalmente alto, pero ahora tenemos el 6º, 7º, 8º y 9º danes que si se gradúan en Cabo de Gata, se caería otro por Finisterre. Tantos que de hecho podrías vivir a 100 metros de un noveno dan y ni siquiera conocerlo. Les he puesto «Los Cinturones de Caramelo», (aludiendo al color de los bastones de caramelo navideños), lo cual es muy triste, para lo que una vez fue una insignia de honor muy respetada. Una cosa que parece haberse perdido con el tiempo es el concepto de «grado terminal o finito». Simplemente por envejecer se debe calificar a un individuo para un grado?, y sin embargo, demasiadas personas, con karate muy débil se gradúan, han llegado a asumir que serán noveno o incluso el décimo dan solo con la edad. Y pienso que estos grados deberían estar reservados a aquellos individuos humildes y excepcionales que han tenido carreras sobresalientes en karate (u otro arte marcial) y han contribuido enormemente a ellas. Como sabemos que todos los 6º dan ha pasado las mismas pruebas rigurosas bajo los mismos criterios? (las pruebas son a puerta cerrada) Debe haber al menos un estándar mínimo claramente definido, para la progresión a un grado superior. Si un individuo no puede pasar la prueba de Rokudan, por la razón que sea, entonces el grado terminal se convierte en un Godan perfectamente respetable. Desde los 35 años hasta los 55 o los 60 años, un karateka se prueba principalmente en habilidades técnicas y kata, pero también debería ser competente en randori. Además deberían ser activos en la enseñanza, el entrenamiento o el arbitraje. Entonces, si, por ejemplo, un individuo físicamente no puede hacer karate, entonces es lógico que no pueda progresar en habilidad técnica (waza) o en kata. El servicio al karate es algo maravilloso y esencial, pero debe ser recompensado con certificados y premios, no con grados. Excepciones a la regla, quizás serían individuos como aquellos cuyo servicio al karate sea significativo, inquebrantable e indiscutible. Aparte de los individuos verdaderamente excepcionales. Es mejor ser un Godan respetado que un conocido «cazador de grados» o político con un grado demasiado «inflado». En la mayoría de los países, el examen hasta, e incluyendo el grado de Hachidan (octavo dan) requiere la demostración competente de técnica y el (los) kata (s) requerido (s). Si vas a Japón (yo no he ido), en la mayoría de las noches verás karatekas de 70 y 80 años haciendo karate y kata, y habiendo sido instruidos por los igualmente venerables octavo, noveno y décimo dan. Esto...

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Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi
Oct18

Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi

UN PASEO POR LA HISTORIA ALTERNATIVA DEL KARATE.     Sexta parte. Herencias intempestivas tras la pérdida del Tegumi. Intempestivo quiere decir fuera del tiempo, pero no con eso se quiere decir “pasado de moda”, sino fuera de lugar. Sirva de ejemplo que preguntarse por si los centauros se comportan como caballos o como personas, está fuera de lugar para una persona actual, del S.XXI. Lo que no está fuera de lugar es lo que puede interesar. Y uno de los intereses actuales radica en, por ejemplo, en tener éxito. Voy a hablar de una tradición intempestiva. Pero antes y al hilo de lo exitoso… ¿de que consta el éxito de un maestro de karate en los tiempos que corren? Obviando la política, que nace y muere de los conflictos de intereses dentro y fuera del karate mismo, el secreto del éxito para un maestro actual está en el CONOCIMIENTO y la SABIDURIA. Quienes son capaces de SIMULAR eso, lo tienen todo. Ahora, la pregunta del millón es ¿Por qué extraña patología ha resultado imprescindible simular lo que se habría que tener? Por una pérdida irreversible. Tras la obliteración del sistema de combate original (TEGUMI) que posee en su interior las fórmulas de aplicación de los kata “KAISAI NO GENRI” (no exactamente el modernizado de goju-ryu), y haber dado la espalda a todos los fundamentos ocultos “OKUDEN” derivados de una práctica interna que proponía el karate inicial; lo que nos queda es el karate con el que nos han cebado y del que se ha hecho pasto…un karate con el pesebre vacío de contenido…en principio. Después ya se llenó. Siempre hay alguien dispuesto a llenar las cosas, aunque sea de estupideces. El almibarado karate que nos han legado en plena acción de llenado, fue el mal-denominado “TRADICIONAL”. Y como resulta difícil engañar sin mentir; el orientalismo despegó hacia Occidente estando en boga el recién fenómeno “new age”, lo que ha propiciado que nos hayan sabido dar exitosamente gato por liebre, vendiéndonos algo con las patas muy cortas, porque es MODERNO, pero…¡¡¡denominado “TRADICIONAL”!!! Como si fuese el “CLÁSICO” de toda la vida. De modo que, el karate “POST-MODERNO” que tenemos hoy en día (que reza a veces de ortodoxias irracionales y ridículas, mezcladas con un oscurantismo de términos orientales que se desconocen en la práctica, con el relativismo del “todo vale” con tal de dar sentido a lo que no lo tiene. A lo que hay que añadir el tan coherente como ingenioso kumite Occidental), es tributario del karate “TRADICIONAL” (moderno) que heredamos. Y la imagen de este karate «MODERNO» que se vende alegremente como “TRADICIONAL”, se apoya sobre tres pilares:...

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Si el rival se mueve, yo le sigo y llego antes…
Oct13

Si el rival se mueve, yo le sigo y llego antes…

Antonio Leyva “Si el rival se mueve, yo le sigo y llego antes”. Si esta frase no te hace arrugar el entrecejo, es que no la has leído bien. Ya se sabe que estos “chinos” tenían la costumbre de escribir cosas que solo tienen un significado lógico para ellos. Y sin embargo, es todo un clásico dentro de la teoría del TCC y no debería de ser algo “sin sentido”. En TCC no solemos, aparentemente, llevar la iniciativa, sobre todo en lo que se refiere al movimiento, es decir, esperamos que sea el rival el que lo inicie. La pregunta es, ¿como si “empiezo después” puedo llegar antes?. Y aquí está la “trampa”. Voy a tomar prestado del Judo tres términos que serán de mucha utilidad,  ”Kuzushi”, “Tsukuri” y “Kake”. El primero podemos traducirlo como “desequilibrio”. Se considera que para poder efectuar una proyección, antes hemos de conseguir que el rival esté en desequilibrio. Sin esa condición previa, la fuerza necesaria para provocar una caída resulta enorme y posiblemente, sea más de la que podemos movilizar con nuestro cuerpo. La segunda, “Tsukuri”, es algo así como “postura” o “posición”. Es decir, una vez que el rival está desequilibrado (en realidad no va una antes que la otra, digamos que ambas han de darse de modo simultaneo y previo) y para poder culminar con una proyección, necesitamos estar en el lugar y la postura adecuada. En caso contrario, o el momento de “Kuzushi” se agota y el rival vuelve a estar en pleno dominio de su equilibrio, o simplemente, no hay forma de lograr colocar manos, pies, cadera, etc, en el lugar preciso para proyectar. Por último “Kake” o “técnica” es la proyección en si misma, es decir a técnica o llave que se aplica. Aunque estos términos se aplican en Judo casi de forma exclusiva a trabajo de proyecciones, podemos extrapolarlos a cualquier otro tipo de técnicas. “Cuando mi rival se mueve”, es algo que no todo practicante identifica del mismo modo. Para alguien con conocimientos muy elementales, ese movimiento del rival no resultará evidente hasta que se inicie la técnica en si misma. Es decir, hasta que el rival no inicia su golpe, proyección, o luxación, no se considera que se haya “movido”. Respecto a los términos de Judo, sería reaccionar a su “Kake”. Sin embargo, tal y como se ha comentado una técnica precisa de “preparación” o dicho de otro modo, de condiciones previas para poder ser ejecutada con éxito y sin depender de una abrumadora ventaja de velocidad y fuerza. La colocación es una de ellas. Cada posición relativa entre dos rivales, tiene una cierta cantidad...

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