Los juegos en las clases de karate
Autor: Manuel Capetillo Blanco Lengua: CASTELLANO Encuadernación: Fresado Nº Edición:1ª Año de edición: 12/3/2012 Colección: Karate/Katas Editorial: Alas Páginas: 138 ISBN: 9788420305332 Formato: 17 x 23,5 cm. Precio con IVA: 26 euros Reseña: «Un texto que aporta cien juegos para poder utilizar en las clases de Karate, en diferentes edades, para ayudar a programar las sesiones, con unidades didácticas que sorprendan a los alumnos continuamente en su proceso de aprendizaje y que sea continuamente innovador” Después de publicar su primer libro, “Kumite. Entrenamiento”, el autor nos acerca de nuevo a la pedagogía en la enseñanza del Karate. Ahora la perspectiva es mucho más general, mientras en el anterior libro estaba especializado en el entrenamiento del Kumite deportivo, en esta ocasión nos ofrece un trabajo que ayudará en el planteamiento de las clases en todas sus vertientes, desde el calentamiento general, pasando por el calentamiento específico, kihon, kata, kumite y el final de las clases, la vuelta a la calma. Autor: Manuel Capetillo Blanco es 5° dan de karate Shito Ryu y 2° dan de kobudo. Es Instructor nacional de defensa personal y miembro honorario de la ju jutsu onkochisin ryu. Es maestro especialista en educación física y lleva impartiendo clases tanto de karate como de educación fisica durante 15 años. Es un investigador constante, trabajando en la búsqueda de nuevas alternativas en la enseñanza del karate habiendo impartido cursos sobre metodología y didáctica de las aa. mm. en general y el karate en particular. Esta búsqueda de alternativas en los entrenamientos le llevó a escribir su primer libro sobre ejercicios dirigido al Kumite deportivo y ahora este sobre los Juegos en las clases de Karate. Es profesor de varios competidores campeones nacionales y regionales de kata y kumite y miembro del Centro de Tecnificación de kumite en su federación. Indice: Sobre el autor Los juegos en las clases de Karate Los juegos Calentamiento general Calentamiento específico Kihon Kata Kumite Circuito Vuelta a la calma Unidad didáctica ...
Karate y Autodefensa
José Luis Prieto Méndez CN-7º Dan “No todo el Karate es autodefensa y no toda la autodefensa es Karate” Que el Karate sirve para defenderse es una obviedad. La pregunta que surge es ¿defenderse de qué, de quién y cómo lo hacemos? Si tras unos años de entrenamiento, hubiéramos conseguido adquirir la habilidad de poder derribar a un adversario de un solo golpe (kime-waza), o mas aún; la capacidad de martarlo (ikken hissatsu) ¿habríamos cumplido nuestro objetivo? ¿Es ese el objetivo marcial último? De ser así, deberíamos conceder altos grados a delincuentes habituales, a sicarios sin escrúpulos o a asesinos en serie, pues habrían demostrado su capacidad de hacer daño sin ningún género de duda. Si ya eres cinturón negro de karate, o posees varios danes, enhorabuena, lo has conseguido. ¿Y ahora qué? Si aspiras a algo más, enhorabuena también; pues ello te permitirá seguir aprendiendo y mejorando. Creo que es importante establecer cuales son los objetivos marciales (propios o de nuestro sistema) para saber dónde nos encontramos, a dónde queremos ir y qué tenemos que hacer para conseguirlo. Con frecuencia nos conformamos con divulgar las virtudes de nuestro estilo (que siempre ha de ser mejor que todos los demás) en la creencia de que si nosotros practicamos ese estilo, que es el mejor, estaremos en disposición de ser los mejores (si es que ya no lo somos) Aunque eso fuera cierto, una cosa son las posibilidades y otra bien distinta las habilidades. Una cosa es que tengamos el teléfono móvil de última generación, con todos los adelantos técnicos habidos y por haber (el karate); y otra cosa bien distinta es que sepamos sacarle partido a toda esa tecnología (nuestra capacidad). Es fácil comprobar que la mayoría solo realizan llamadas y envían mensajes de texto, independientemente de las posibilidades del aparato. El Karate es sin duda un arte marcial extraordinariamente versátil. Los Kata están llenos (sobre todo los de Naha-Te) no solo de atemi, sino también de derribos, luxaciones y un sinfín de técnicas mas allá de las utilizadas en Ju-Kumite o Shiai-Kumite. No debemos preguntarnos cuántas cosas es capaz de hacer el Karate, sino, cuántas cosas somos capaces de hacer nosotros. ¿De veras sabemos golpear? O sabemos hacer Gyaku-Zuki y Mawashi-Geri. ¿Que pasa con los Ate-Waza (codazos, rodillazos, cabezazos)? Sabemos que existen, pero ¿los dominamos? ¿Y las luxaciones y derribos y estrangulaciones? ¿Forman parte del karate o los consideramos como un añadido externo al karate que debemos rechazar? Quizás solo debamos contemplar como “propias” las escasas y esteriotipadas aplicaciones que con poca frecuencia y escaso acierto realizamos en algunos Bunkai. Si entendemos que ya sabemos derribar a un...
El kata en el karate
A pesar de que se tienen grandes conocimientos sobre la existencia de los katas en las diversas disciplinas marciales hoy en día siguen siendo insuficientes a la hora de comprender sus estructuras tan extensas creándonos carencias y una gran dificultad a la hora de encontrar una coherencia entre ellas. El kata literalmente lo podemos traducir por “Forma”. Significado que aunque abarca muy poca comprensión aparentemente es con lo que tendremos que quedarnos. Entretanto no encontremos un referente en el pensamiento y la cultura occidental. En las artes Marciales y particularmente en el karate aunque sus katas están estrictamente estructurados con movimientos muy precisos a pesar de ello hay un elemento fundamental que completa la transmisión del arte, esta transmisión no es ni más ni menos que la “Oral”. Tomando la definición anterior del Kata “Forma”, bajo mi punto de vista e intentando encontrar un significado más amplio podemos verlo como la “Manera” de llegar a un estado espiritual evidentemente desde la concepción Orientalista a través del camino hacia nuestra realización. Ese camino es el Do, utilizando para ese fin estos gestos formalizados y codificados llamados Katas. La cultura japonesa contempla esta manera de ritualizar el Kata como la forma de realizar la vía que no es otro camino que el de la técnica cuyo origen se encuentra en el hombre. La realización de cualquier Kata independientemente de cualquier arte es breve, aparentemente simple y precisa. En el karate tradicional los katas comportan entre dieciocho y setenta movimientos siendo la ejecución de cada uno de ellos un combate imaginario y real entre varios adversarios. Cada kata es una respuesta diferente ofensiva o defensiva a través de las técnicas ante supuestos ataques de diversos adversarios. Todas las técnicas de karate se encuentran formalizadas en las katas teniendo una presencia fundamental en las formas de combate. Para alcanzar la comprensión de la importancia de la técnica no es solo necesario a la hora de realizar el kata concentrarnos en los encadenamientos que conforman cada una de ellas sino que hay que ir buscando otros objetivos sin descuidad la técnica (la perfección técnica es una utopía). Comprender un Kata es un proceso que lleva varios años, quizás toda una vida. Este trabajo cognoscitivo pasa por un proceso donde obtenemos de cada uno de los departamentos estancos el mayor conocimiento del kata. En primer lugar hay que hacer hincapié en el primer proceso de trabajo con el kata que es la automatización de toda sucesión de sus técnicas que más tarde avalaran la realización perfecta del kata a través del movimiento dinámico y potente factores de suma eficacia del Kata. En la forja de...
Defensas 2 – Karate-do
Fernando Martín Millana CN-8ºDan Las defensas son la base y esencia del karate-do. Fernando Martín, 8º Dan de Karate-do, nos describe paso a paso las defensas hasta nivel de cinto naranja. (hiji sasae uke , shuto uke , chudan shotei osae uke ). Más videos en www.sapeando.com, el mayor portal de videoaprendizaje de alta calidad. Volver a la sección...
Felipe Hita Fidalgo
Fecha de nacimiento: 6 de Junio de 1958 Lugar de nacimiento: Madrid Residencia: Madrid Estilo: Shito-Ryu Profesión: Profesor de Karate Grado: 5º Dan Me llamo Felipe Hita Fidalgo, nací en Madrid un 6 de Junio de 1958, hace ya la friolera de 53 años, mi familia es de origen humilde donde todos los hermanos hemos trabajado desde muy jóvenes. Mis primeros pasos en el deporte fueron en el fútbol como casi todos los niños de la época, primero jugando entre los chicos del barrio y a medida que fui creciendo empecé a subir y jugué en el FEMSA, un equipo de una fábrica gigante que había frente a mi casa. También hice una prueba para entrar en un equipo ya más fuerte, el Moscardó, y a pesar de ser más joven que mis contrincantes me cogieron, aunque por edad todavía no podía pasar a esa categoría. Aún así me admitieron para tenerme listo en un año ya que veían muchas posibilidades en mí como guardameta. Estuve tonteando con el Boxeo, en el gimnasio de Renzo Casadey, donde entrenaron gente como Urtain y Carrasco, porque la madre de un amigo limpiaba allí. A los catorce años tuve que empezar a trabajar, ya que no se podía seguir estudiando por falta de medios. Comencé en una fábrica de ascensores, ASCENSORES MEDIAVILLA donde estuve un año y pico. Pasé provisionalmente a una empresa de fotocopiado de planos industriales, en la que estaría un par de meses aproximadamente hasta que tuve un trabajo en los laboratorios fotográficos HEINZE de España, en los que trabajaba como encargado del almacén de material de oficina, no porque me correspondiese sino porque tenía un poco de enchufe; mi madre trabajaba en la casa de la hija del dueño cuidando a sus hijos. Hacía las funciones propias de un almacén y solamente salía a la calle los sábados que no había reparto y yo iba en taxi desde la calle Julián Camarillo, cerca de Simancas hasta El Barrio de la Concepción y Ventas a entregar sobres de fotografías a unas tiendas. En este tiempo es cuando mi hermano me dice que ha visto una película de chinos llamada DE PROFESIÓN INVENCIBLE, y que se había quedado alucinado de cómo peleaban aquellos chinos. En aquellos tiempos apenas se sabía lo que era el karate y aún menos otras artes marciales que no fueran el Judo. Fui a ver la película y fue para mí tal el impacto que repetí varias veces la misma semana y los fines de semana repetía la sesión y volvía a verla. Hablamos varios amigos del barrio después de verla y unos cuantos pensamos apuntarnos...
Comentarios recientes