Muri, Mura y Muda
La falta de fundamento en lo que se hace, todo aquello que no va respaldado por los Principios o Conceptos correctos, la falta de conocimiento que respalde una acción, la ausencia de Ciencia, razón y conocimiento de lo que se hace, se denomina en japonés 無理 MURI, de Mu, sin, ausencia de, y RI, razón o Principio. Muri es uno de los Tres Principios del Kaizen, proviene de las Artes Marciales, y se ha aplicado a la industria por parte de Toyota, y después por todo el mundo. Muri, Mura y Muda son las tres cosas a evitar durante un proceso de fabricación, y también durante la ejecución técnica. Mura sería el desequilibrio o desigualdad, en Karate por ejemplo la sobrecarga del grupo del deltoides al realizar un tsuki, o algo que hacemos y no deberíamos hacer, como utilizar un grupo muscular que deberíamos relajar, o utilizar una excesiva contracción muscular que impida el movimiento. Y Muda es desperdiciar algo, por ejemplo realizar movimientos demasiado amplios cuando deberíamos estar utilizando la economía de movimientos, o acciones inútiles, como saltar arriba y abajo, lo cual nos impide utilizar el suelo como impulsor cuando estamos en el aire, en fin, todo aquello que es abigarrado y superfluo en una técnica. Foto:...
Cosas que se consideran de mal gusto en Japón
Cada cultura es un universo, y por lo tanto es muy fácil encontrar sus diferencias en la manera de pensar y hacer las cosas. Japón es justamente un país que tiene una cultura muy particular, donde abundan las normas sociales de respeto y consideración. Pensando en esto se me ocurrió compartirte algunas cosas que se salen de esa etiqueta y que se consideran de muy mal gusto por los japoneses. ¡Veamos algunas de ellas a continuación! Regalar plantas de raíz a los enfermos Quizás al ver este título te preguntes ¿que tiene de malo regalar una planta con ráiz a un enfermo en Japón? Y aunque no lo creas esto se considera bastante grosero, especialmente si el convaleciente es una persona supersticiosa. Lo que sucede es que se piensa que el hecho de tener una planta con raíces en el hospital simboliza que “la enfermedad echará raíces también, y será más larga la recuperación”. Pero, ¿Por qué se piensa esto? Por supuesto que existe un motivo, y como muchas otras supersticiones japonesas, esta tiene que ver con el parecido entre dos palabras. En japonés la expresión “echar raíces” se dice “Nezuku” (根付く), y su pronunciación suena muy similar a Netsuku (寝付く), que significa “quedarse dormido”. Es por eso que regalar plantas de raíz a un enfermo se lo considera de mal gusto, simplemente por esa asociación de expresiones que contienen significados un tanto negativos para la situación. ¿Curioso, no? Por lo tanto en vez de regalar plantas de raíz, en Japón se acostumbra regalar flores a los enfermos. Al parecer con los ramos de flores no hay problema, ya que estos no tienen raíces y por lo tanto no traen ningún “mal augurio” al enfermo. Igualmente no todas las flores son bienvenidas en estos casos. En Japón se regalan distintos tipos de flores según la ocasión. Pero eso mejor te lo cuento en otra oportunidad. 😉 Dejar propina Dejar propina puede ser algo muy frecuente y normal en nuestros países, pero en Japón no es para nada común, y de hecho puede generar malos entendidos. Según la cultura japonesa, el hecho de dar propina puede verse como un acto de superioridad para con el trabajador, por lo que no queda nada bien hacerlo. Hablar a los gritos Japón es el país de la cultura del silencio. Los japoneses suelen ser bastante silenciosos y muy conscientes de su tono de voz, ya que es una manera de no generar molestias a la gente. Es por eso que sí estamos en Japón, especialmente en lugares públicos, es buena idea tratar de no hablar a los gritos, como muchas veces acostumbramos a hacerlo en nuestros países. No devolver una reverencia Seguramente ya sepas que...
Precisando el contexto profesional de los maestros de artes marciales.
La propaganda constituye un factor determinante en casi todas las profesiones. Ese factor se potencia cuando la profesión se ejerce desde el sector privado, que debe enfrentar la competencia de mercado con otras instituciones similares; y se acentúa aún más, cuando la profesión que se promueve no es de primera necesidad para sus potenciales clientes, lo cual obliga a generarles la necesidad de recurrir a ella. Ese es el caso de las artes marciales, y por eso sus maestros, con la intención de atraer al público cautivo, utilizan su imagen exitosa para trasmitir las bondades del servicio que ofrecen. Eso por supuesto que no está nada mal, siempre que la información que se comparta sea veraz, lo que no está del todo bien es que, muy comúnmente, la información que los maestros de artes marciales trasmiten no guarda congruencia con la función que realizan, lo cual, eventualmente, se vuelve en su contra, al no ser percibida de la mejor manera por un público cada vez más inteligente. El planteamiento anterior se basa en el hecho que, mayormente, los maestros de artes marciales acostumbran a utilizar como recurso estratégico promocional su grado, su tiempo de enseñanza, imágenes mostrando sus logros como competidor y otras ejecutando espectaculares técnicas que, sin dejar de ser importantes, al no estar directamente relacionados con su función profesional específico, no son los que realmente convencen a un público. Para explicar ese aspecto, se toman como referencia las ciencias como la psicología y la investigación, por ser éstas las que permiten conocer la esencia de los fenómenos y situaciones relacionadas con el ser humano. Las artes marciales constituyen la actividad a realizar, entendida ésta como el conjunto de tareas o acciones realizadas por un ser vivo, que las desarrolla impulsado por el instinto, la razón, la emoción, o la voluntad, hacia un objetivo. Por su parte, para describir a los maestros de artes marciales, es necesario reconocer que son aquellas personas que, partiendo de su conocimiento de un arte marcial y otros temas afines, conjuntamente con su dominio pedagógico; pueden enseñar el arte marcial, de modo tal que sea útil en diversos contextos de la vida de sus alumnos. Una vez descritos tanto el arte marcial como sus maestros, corresponde el momento de describir el contexto y función que éstos realizan en ella. Para eso se parte de la ciencia, entendida como aquella rama del saber humano constituida por el conjunto de conocimientos objetivos y verificables sobre una materia determinada, que son obtenidos mediante la observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la formulación y verificación de hipótesis y se caracteriza, además,...
Dimensiones de la autodefensa
La autodefensa en si misma esta compuesta, como hemos descrito en otras ocasiones, por un conjunto de habilidades que han de permitirnos defendernos de distintos tipos de agresiones, en aras de la consecución de una seguridad personal a la vez que propician un desarrollo personal integral. Sin duda esta declaración de intenciones, no deja de ser un ambicioso proyecto, que nos invita a una profundización tanto en el plano técnico, como personal; en el que no hay un horizonte de llegada mas allá que la superación de uno mismo. Podemos distinguir, con el propósito de tener un mapa genérico en nuestra mente, tres dimensiones bien diferenciadas sobre las que habrá de girar todo el amplio repertorio de conceptos, habilidades y capacidades que tienen cabida en el ámbito de la autodefensa. Estas son tres, la horizontal, vertical y transversal: 1. Dimensión Hortizontal Es el eje en el tiempo a través del cual discurre de manera secuencial todo el proceso de agresión-respuesta y que podemos subdividirlo a su vez en: Prevención Lo que sucede o puede suceder antes de la agresión: Precaución Protocolos de actuación Detección De lugares, personas y situaciones Evitación Del riesgo, si fuera posible Actuación Lo que sucede en el momento de la agresión: Observación Del adversario – con sus características físicas y psicológicas, y del entorno tanto físico como personal. Orientación Plan A y Plan B, evitando factor sorpresa Decisión Estímulo-Gatillo ante el cual debemos reaccionar Acción Respuesta Rápida, fácil y eficaz Repercusión Lo que sucede tras el desenlace de la pelea Inmediata Lesiones físicas que nos pueden originar y estrés postraumático que suele sobrevenir. También las lesiones y daños que podemos originar en el agresor. Retardada Juicios, rencores, venganzas, culpa, inseguridad, desconfianza, etc. Prolongada Secuelas, invalidez, etc. 2. Dimensión Vertical Referido a todos cuantos aspectos confluyen de manera simultanea en el momento de la agresión. Es el eje vertical propio de la acción y esta compuesto por los siguientes elementos: El agresor Características morfológicas técnicas y psicológicas, así como la intención. Fortalezas y debilidades. La agresión Rango de peligrosidad, tipo, variedad y foco de los mismos. La víctima Características morfológicas técnicas y psicológicas, así como la determinación. Fortalezas y debilidades. Posibilidades de actuación La respuesta Procurará ser proporcional, congruente y oportuna. Eficiente, consiguiendo el máximo de resultado con el mínimo de esfuerzo. Dependiendo de la situación deberá elegirse entre las siguientes posibilidades: La evasión Cuando el riesgo es mayor que los recursos disponibles. La acomodación El riesgo excede de las posibilidades, pero la evasión o huida no es posible. La negociación Entendida como dialogo asertivo capaz de reducir, minimizar o anular la...
Karate Kan
Historia y Filosofía El Club Karate-kan de Logroño inició su andadura en septiembre de 1976 de la mano de Julio Hernáez Hernáez, por aquel entonces Cinturón Negro 1er Dan. Éste club debe su nombre al concepto de hogar del Karate (Kan podría traducirse como casa, escuela y hogar), por lo que tiene un significado familiar: El hogar del karate o escuela de karate. En aquella época sólo existía el karate Kyokushinkai en el norte de España, y debido a esto el club abrió sus puertas, instruyendo a sus alumnos en esta escuela de karate. LOS PRINCIPIOS El Joven Julio HernáezPrimer Karate-Kan Los primeros alumnos fueron un grupo de karatekas discípulos de Julio Hernáez Hernáez, procedentes del polideportivo San Mateo. Pero en pocos meses la necesidad de practicar este arte marcial, hizo que subiera el número de alumnos exponencialmente. El club Karate-kan puede contar los orígenes de la historia del karate riojano; a finales de los años 60 se comenzó a practicar karate en Logroño en el polideportivo San Mateo en sesiones guiadas por Luis del Busto, alumno directo de Antonio Piñero. Julio Hernáez comenzó su camino en el karate en el año 70 practicando kyokushinkai, a las órdenes de Del Busto. LA COMPETICIÓN PENTAX Image Con este texto se daba a conocer el Club Karate Kan los primeros años de su existencia: “Solo quiero presentaros y daros a conocer la más bonita y completa de las Artes Marciales: El Karate-do. El Karate va a enseñaros, si lo practicáis con cariño, una inmensa y variada cantidad de posibilidades frente a determinados momentos de nuestra vida. No me refiero precisamente a lo que estáis pensando (lucha, defensa personal, etc. ) No. Me estoy refiriendo a la práctica integral de vuestras potencialidades humanas, tanto físicas como mentales, la personalidad, la forma de ser, la forma física, la capacidad de reacción en un momento determinado, todas estas cosas desarrolladas armoniosamente, harán de vosotros unos hombres fuertes, tanto de cuerpo como de espíritu.” MOMENTOS DEL DOJO En la actualidad, 45 años después, seguimos manteniendo la misma filosofía, y seguimos convencidos de todas estas virtudes que se ofrecen a los practicantes. En 1979 este club funda la Federación Riojana de Karate, desvinculándose por aquel entonces de la Federación de Judo y disciplinas asociadas. En 1985 inicia su andadura dentro del estilo shitō-ryū, de la mano de Yasunari Ishimi (Madrid), máximo representante de dicha escuela a nivel Europeo. En 2015 sale a la venta el primer libro editado por este club: Técnicas básicas de Karate. Técnicas Básicas de Karate por Julio Hernáez Por el club Karate-Kan han pasado hombres y maestros de la talla de Antonio Piñero,...
Katsu / Kappo – Métodos de reanimación
Katsu (a veces llamado Kuatsu) o kappo es una metodología de primeros auxilios y reanimación de las antiguas artes marciales japonesas, principalmente de ciertas escuelas de bujutsu / jujutsu, y ya más modernamente introducida en el Judo. La palabra kappo es una contracción de katsu (reanimación) y ho (método). Los documentos más antiguos que hacen referencia a las técnicas de reanimación aplicadas sobre los practicantes de Artes marciales, víctimas de un desvanecimiento o un síncope causado por un atemi, una estrangulación o una caída, proceden de la escuela de Muso Ryu del periodo Sengaku (siglo XVI, Shogunato Tokugawa) y describen los resultados de las pruebas y experiencias de “resucitación”realizadas directamente en los campos de batalla o en los antiguos Dojos de Bujutsu. En aquellos tiempos, el uso de los Katsu estaba reservado a los samurais, que transmitían dicho conocimiento de palabra y en secreto a los de su misma casta a fin de aprender a remediar los accidentes (heridas, golpes, fracturas, etc.) ocurridos en plena batalla o durante su entrenamiento. En la época Meiji (1868-1911) existían ya más de un centenar de Escuelas de Jujutsu y cada una practicaba sus propias técnicas de Kappo. El katsu contiene básicamente técnicas para reanimar a un artista marcial que ha sido estrangulado hasta la inconsciencia, para reducir el dolor de los golpes, para destensar un músculo contraído, para detener una hemorragia nasal, y otras lesiones comunes del entrenamiento. Este sistema utiliza tanto masajes cardiopulmonares y manipulación manual de las arterias y los músculos como presión en puntos acupunturales. Es perfectamente compatible con los primeros auxilios modernos, y algunos de sus principios y métodos son virtualmente idénticos, lo que facilita la ayuda médica en caso de necesidad. Actualmente existen por lo menos una docena de métodos de katsu (sasoi-katsu, eri-katsu, tanden-katsu, so-katsu, jirizo-katsu, kogan-katsu, inno-katsu, dekishi-katsu, suishi-katsu y ishi-katsu). Aunque la enseñanza del kappo no está tan extendida como otros aspectos, es tradición en muchos dojos de judo por ejemplo que todos los judokas que reciban el cinturón negro o shodan, aprendan estas técnicas. A veces, a esto le sigue una sesión donde cada judoka debe estrangular de manera controlada a un compañero y ser estrangulado a su vez por otro, a fin de que todos los judokas de la promoción practiquen el sistema de reanimación. En otras escuelas esto se enseña no a los nuevos cinturones negros, sino a los nuevos instructores certificados. Una de las primeras referencias históricas modernas de la práctica del kappo como parte del jujutsu es recogida por Armand Cherpillod en su autobiografía en 1938. Durante de un encuentro entre el jujutsuka Sadazaku Uyenishi y un luchador ruso llamado Klemsky, el segundo de ellos cayó noqueado por una estrangulación de su oponente, y Uyenishi procedió a realizar kappo para reanimarle. El público...
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