La profundidad del Karatedo
Imagen de Edwin1710 Trabajo realizado para el examen de 6º Dan, por Juan Carlos Hernández Torrubias. Monje Zen «Ten Zen». INDICE: I. Educación sin palabras II. Tres caminos, una práctica III. Mis comienzos IV. El Do V. Karate deportivo competitivo VI. Hacia dónde VII. Sin el sentir se descubre VIII. La profundidad del Tsuki I. Educación sin palabras No entiendo la educación en el karatedo como algo reglado, que lo es, o académico, que lo es, y menos si es con el fin de tener éxito en nuestras vidas como practicantes, que lo puedes tener. Sí creo en la disciplina que el karatedo nos aporta como herramienta para equilibrar nuestras decisiones y acciones, siendo estas correctas ya sean pensamientos, palabras o gestos, en nuestra práctica-entrenamiento y además aplicarlo en nuestra cotidianidad. El karatedo es un método educativo con una pedagogía activa y lo hace a través del cuerpo, entendiendo el cuerpo como una unidad indivisible con respecto a la mente, y la mente, como una unidad indivisible con respecto al cuerpo. El cuerpo y la mente no son dos características diferentes en el ser humano, aunque lo sean. Si escuchamos al cuerpo total, nos transmite activamente modales desde nuestro nacimiento. Después llega el conocimiento. Cuando asistes por primera vez al dojo te enseñan el valor del respeto a través del cuerpo, antes de explicarte qué es el respeto. Así, la acción intuitiva y pura surge de forma natural de este CUERPO. El conocimiento viene después, interpretándolo, y esto nos puede causar confusión con respecto a la acción, al querer darle sentido intelectual a lo que es. Es por esto que el karatedo es vacío de intelectualización, de subjetividad y objetividad. El karatedo es pura intuición en sí mismo. Así es como mis maestros me lo han transmitido. En mis inicios, recuerdo cuando iba al dojo y me lavaba los pies antes de entrar en él o de pasar la mopa antes de comenzar la clase, nos saludábamos con bondad y gratitud, nos esforzábamos sin recompensa, en definitiva, nos respetábamos con humildad, sin darnos cuenta nos formábamos en valores como auténticos seres humanos, sin ser éstos, valores con valor. Lo hacíamos a través del esfuerzo y la constancia. Estos modales no eran parte intelectual de la práctica, sino que eran la práctica en sí, a través del entrenamiento sin palabras, es decir, solamente podían ser explicados a través del cuerpo y de la acción, no del intelecto. En mi modesta opinión, esto da un valor transcendental a nuestro arte y es revelador para la educación desde la infancia. Dentro de nuestro arte, creo que esto se va perdiendo. Hablo de...
El Tao del Guerrero
Los que nos consideramos “buscadores” pasamos nuestra existencia, ante todo, buscando algo que dé sentido a nuestras vidas y olvidamos frecuentemente que es la forma en que decidimos conducir nuestra cotidianidad lo que le da verdadero significado y propósito a la misma. Cuando nos decidimos conscientemente a seguir el camino del guerrero -hombres y mujeres-, nos resulta más fácil no dejarnos intimidar por los miedos ni por aquellos que critican nuestra forma de actuar y de mostrar la visión de nuestra verdad. Nuestra actitud como guerreros se basa en la dedicación, disciplina, compromiso y ante todo la búsqueda de la impecabilidad. Como decía John Roger: “he aprendido lo que significa ser un Guerrero por necesidad práctica” (1). He utilizado decenas de formas para transitar ese camino. Comencé leyendo incansablemente cuando sólo contaba con 11 años, transité por los caminos de la montaña donde cada cima conseguida era un reto superado, por fin conseguí comenzar la práctica del karate y ya son 46 años en esta vía. En el camino mucho aprendizaje, desilusiones, alegrías y como no, desengaños… En esta búsqueda personal, el desapego, el respeto hacia todo ser vivo, la empatía, a llegado a formarme interiormente, lo que considero en parte transitar el camino del guerrero. Una cosa está clara: los “movimientos” que pregonan conseguir todo sin esfuerzo son una quimera, ya que se requiere una gran cantidad de trabajo consciente y disciplina para alcanzar una pequeña zona de seguridad, aquella donde lo que al principio nos parecía complejo e insuperable se presenta de una forma fácil y sencilla. Las cosas no cambian, todo está donde estaba y como estaba. Somos nosotros los que poco a poco nos transformamos y eso supone esfuerzo, dedicación y disciplina. Decía John Long “El trabajo es un proceso, y ese proceso dura toda la vida (…) Las cualidades que saques a relucir el día definitivo serán exactamente las mismas que has estado cultivando durante el entrenamiento” (2). Tu forma de vivir y ver las cosas cotidianas y los momentos especiales serán los mismo que has trabajado en el dojo. Empecemos por las definiciones: ¿Qué es el “Tao”? El término “dao” en su origen significaba y significa “camino”. Ya en la época Chun Liu se utilizaba la expresión “tian dao” (camino celeste) para designar las órbitas de los astros. Otras veces, el ideograma “dao” representaba la ley que rige la vida del hombre, su felicidad y su desgracia, sus éxitos y sus fracasos, su nacimiento y su muerte. Luego pasó a significar, en una aplicación semántica, “método” o “procedimiento”. También encontramos, desde antiguo, el término “dao” en la acepción de “doctrina”, “enseñanza”, derivación de...
Sobre Hyakusenrenma 百戦錬磨
Podríamos traducirlo por Veterano, aunque en realidad es bastante más que eso. 百戦錬磨 es realmente ser educado por la adversidad en muchas batallas; ser rico en la experiencia de la vida.錬磨 RENMA podríamos traducirlo como Formación y百戦 HYAKUSEN como Cien Batallas. Quiere esta palabra decir que aquel que es un Veterano ha recibido la formación, el Conocimiento, y la experiencia, de quien ha sido educado en las penurias, adversidades, y calamidades que da el haber participado en cien batallas. La adversidad y la superación de ésta es una gran Maestra de la vida, solo aquel que se ve sometido a pruebas muy duras tiene las vivencias y la experiencia que le permitirán afrontar cuantas pruebas le depare la vida. Por eso hay tipos de entrenamiento en Karate que son muy duros, y se llaman Tanren 鍛錬 o Forja, porque no son sólo cultura física, endurecimiento físico, sino también mental. El Tanren, la Forja, no sólo es para el cuerpo, también lo es para el carácter, y hay un cúmulo de cualidades mentales y morales que se aprenden sufriendo físicamente. No es masoquismo, es superar el umbral del dolor físico, con una mente fuerte que se impone a nuestro cuerpo. Por eso se dice que es una lucha con uno mismo, que es la forja de uno mismo. Suavizar el entrenamiento, quitarle la parte dura y áspera, no es la idea del Arte Marcial. Sólo cuando se ha llevado a alguien al extremo de su capacidad de aguante y su fuerza de voluntad le ha permitido superarlo, podremos hablar de Forja, de Tanren. Evidentemente, como todo entrenamiento, ha de ser gradual, aumentando los niveles de tolerancia a la vez que el cuerpo se fortalece y la técnica se mejora, también la mentalidad se va adaptando y fortaleciendo, pero el listón ha de ponerse cada vez un poco más alto. En el entrenamiento de Karate hay dos Métodos diferentes, uno es el Cualitativo, mediante el cual se perfecciona la técnica, se corrigen los errores, se busca la comprensión de cada movimiento y su perfeccionamiento. Otro es el Cuantitativo, y en el se busca, mediante un alto número de repeticiones de pocos movimientos, la llegada a un umbral de agotamiento, de fallo muscular, de querer dejarlo porque nuestro cuerpo nos lo pide, y sin embargo, a base de fuerza de voluntad, seguir adelante con las repeticiones superando el cansancio y el dolor. Así es que el entrenamiento Cuantitativo es ciertamente un entrenamiento físico, y también técnico, pero, esencialmente, es un entrenamiento mental. El Tanren puede llevarse a cabo por parejas, como kote kitae, keri kitae, y Tai kitae utilizando el cuerpo de...
Estrategia 3ª ola en los Dojo’s
Como siempre digo no dependemos de las 4 paredes para realizar actividad. La autoresponsabilidad es vital para sobreponerse al virus. Todos sabemos que para no ir por detrás del virus se necesita una toma de decisiones acertada. Pienso que hay que estar preparados para navegar en las 3 formas por igual incluso simultáneamente. Indoor: Tengo un Dojo pero no puedo abrir de cara al público. Podemos ofrecer las clases en online o en offline, se trata de producir contenido de calidad que después podemos comercializar. Los hay que han cambiado el epígrafe para ofrecer servicios de salud como la fisioterapia. Outdoor: Dependiendo de la región y del país varía, en el caso de Catalunya son máximo la práctica de 5 deportistas más el entrenador. Podemos montar varios grupos reducir las sesiones y hacerlas más intensas para combatir el frío. Online: Una opción cada vez más aceptada por culpa de la resignación de no poder moverte ni de tu domicilio por culpa del teletrabajo. En definitiva ejercer el derecho de la práctica deportiva se puede, con muchos impedimentos pero se puede. Se trata de amoldar nuestra mente e ir variando entre todas estas posibilidades. También es un momento idóneo para fomentar entrenamientos súper especializados e individualizados. Gestión: Minimizar al máximo los gastos y comunicarse constantemente con los asociados para levantarles el ánimo, pensar que nuestra función ahora es más indispensable que nunca. Las administraciones están saturadas no tienen suficiente capacidad de improvisación por lo tanto no van a ser buenas aliadas. Las federaciones como ya dije se han desconectado del profesional están centradas en lo deportivo. La vertiente deportiva estaba antes del virus en caída libre ahora irá a más y el gran público valorará más la resiliencia de los Dojos. Seguimos a...
Neurociencias en la educación. Más simple y disponible de lo que imaginamos.
Cada vez se recurre a más a las neurociencias dentro del proceso de educación y enseñanza de los alumnos, sin importar la materia que corresponda. Esa es una decisión muy acertada, por cuanto, al ser el cerebro (con sus funciones corticales) el órgano encargado de controlar todo el funcionamiento del cuerpo, debe ser el primero en ser estimulado, para que propicie la reacción en cadena que tendrá como producto final un aprendizaje significativo. Pero muchas veces no se logra (o no se aplica) la estimulación neuronal, al asumir que para ello se precisa exclusivamente de complicados procesos de intervención a los cuales no todos tienen acceso o dominio. No obstante, por el contrario, dentro de los procesos incluidos en la sesión de clase, ya están previstas acciones para facilitar la adquisición de conocimientos, y que parten de las neurociencias. El cerebro, de manera inconsciente e involuntaria, tiende a preconcebir representaciones de la información que recibe, como parte inicial del proceso de comprensión. Por ejemplo, si se le dice a una persona que se le invitará a comer una torta de chocolate, inevitablemente en su mente se imaginará algo redondo de color marrón (carmelita). Esa inducción psíquica es la que debe (tiene) que utilizarse dentro del proceso de enseñanza, para predisponer positivamente (estimular) las funciones neuronales en favor del aprendizaje del alumno. Ese efecto se logra en dos momentos de la clase, que se concretan en la explicación de los objetivos a cumplir a corto y mediano plazo (y las tareas a realizar para ello). En un contexto ideal, una sesión de clase debe (tiene que) comenzar por la recuperación de los saberes previos, no solo para “refrescar” la memoria, sino para articular el conocimiento ya dominado con el que está por dominar, porque solo de ese modo se completa el proceso que permite su óptima utilización. Ese proceso previo da paso a la primera acción directamente relacionada con la sesión de clase del día, que consiste en hacer conocer al alumno acerca de qué se espera de él durante la actividad, y qué debe hacer para lograrlo. Este importantísimo momento (con efecto similar al ejemplo de la torta de chocolate) es el que induce (inconsciente e involuntariamente) al alumno a pensar en lo que le espera durante los próximos minutos, y (también inconsciente e involuntariamente) preparará su cerebro y su cuerpo para hacerlo. De no hacerlo se limita grandemente el efecto del proceso de aprendizaje, ya que comenzar a realizar una actividad sin conocerla previamente, obliga a que se presenten de manera paralela los procesos psíquicos de familiarización y aplicación (que naturalmente se sucede uno después del otro), lo...
Vacuidad y práctica marcial
En nuestra práctica marcial habitual, existen pocas ocasiones de abordar un tema tan eminentemente sensible como es el Mu Shin, el vacío mental, y que sin embargo representa nuestra finalidad. En la estrategia del Aikido, este concepto ha sido mal interpretado porque en la época del Maestro Ueshiba, la búsqueda de la vacuidad fue para muchos un pretexto para no hacer nada en bien de la sociedad y de la familia. El Zen se convirtió en un método de quietud mental, muy alejado de una actitud dinámica en busca del despertar interior (satori). Fue por ello que el Maestro Ueshiba dio mayor relevancia al Shintoismo, que mantiene ideales éticos y religiosos que se reflejan en una actitud activa y de corazón en la vida de la sociedad. Quiso que sus alumnos desarrollasen las cualidades del alma (paciencia, respeto, caridad, coraje, equidad, etc.) antes de lanzarse a una búsqueda demasiado abrupta y con frecuencia nihilista. No obstante el Maestro Ueshiba manifestó también a lo largo de su vida esta vacuidad, tanto en la práctica del Budo como en poemas como éste: «Uníos al Cielo y a la Tierra. Manteneros en el Centro. Vuestro Corazón a la escucha del Eco de la Montaña.» Imagino que este tema no preocupa demasiado a la mayoría de los practicantes de artes marciales, que están más interesados en admirar a sus héroes chinos o japoneses del cine, dotados de omnisciencia y de omnipotencia. No obstante, deben saber que esta vacuidad no es un don y que ellos mismos pueden, si lo desean realmente, acceder a esta dimensión del Espíritu. ¡Aunque el esfuerzo será muchísimo más costoso que una entrada de cine! Lo cierto es que el combate contra nuestra pequeñez (nuestro ego temporal) es más espinoso que el aprendizaje para llegar a ser un simple experto en cualquier arte marcial. El tema es realmente complejo, aunque intentare simplificarlo. Existen tres grandes principios en el Universo: * Un principio abstracto y absoluto, que podemos identificar a un Designio desconocido, invisible pero presente, y oculto en toda manifestación. * Un mundo de energías, de sonidos y luces, impulsadas a materializar este Designio. * Diversos mundos físicos y toscos, expresiones de este Designio en el plano más bajo. El Budoshin se ocupa del primer principio, el Budo del segundo y el Bujutsu del último. En este artículo sólo nos interesaremos por el primero, la esencia de la vacuidad. Debemos tener en cuenta que el dominio de la consciencia no pertenece tan sólo a los religiosos, filósofos o psicólogos, sino que forma parte de la esencia misma de nuestro Ser, y es la vía para cada uno de nosotros,...
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