Ma-ai: La distancia
José Luis Prieto Méndez CN-7º Dan Es bastante recurrente el referirse al Ma-ai como la distancia que separa a dos contendientes, y que esta distancia puede ser corta media y larga, según estemos más o menos alejados del adversario.Aunque esto sea acertado, entiendo que es un acercamiento al concepto de la distancia muy superficial y que no aporta ninguna información sustancial más allá de lo evidente.La primera enseñanza que nos aporta el principio de Ma-ai (y que se desprende de su transcripción literal) es que no es una distancia Ma que separa, sino que es una distancia Ai que une, y que nos lleva a un concepto de relación con el adversario y con el entorno, de trascendental importancia en el desarrollo de un encuentro hostil.Ma-ai no es un término meramente espacial, sino que está intrínsecamente ligado al tiempo de ejecución de una acción ofensiva y de reacción defensiva y como consecuencia también al movimiento (gesto técnico concreto). Debemos considerar que a menor espacio, más rápido puede llegar la agresión y por tanto menos tiempo de reacción y más dificultad para evitarlo.Aunque los conceptos de tiempo y espacio parecen ser muy objetivos y perfectamente medibles y cuantificables, lo cierto es que en caso de confrontación, éstos están sujetos a unas condiciones de subjetividad claramente observables. Al igual que ocurre con el tiempo, que puede parecernos más largo o corto según lo mal o bien que lo estemos pasando; la distancia será percibida y utilizada de distinta manera dependiendo de varios factores: Factores físicos La envergadura juega un papel importante a la hora de determinar el alcance de los propios golpes y los del adversario. Factores técnico-tácticosDependiendo de las habilidades que poseamos respecto de las del otro, el desarrollo de la acción podremos focalizarla en una distancia u otra según nos interese, pues la sensación de seguridad se verá condicionada por esa circunstancia. Factores materiales Las armas como ejemplo de peligrosidad nos conducen instintivamente a guardar unos márgenes de seguridad mayores según del arma que se trate. A veces incluso estos márgenes pueden ser variables, pues un palo puede ser anulado alejándose o acercándose para evitar su peligrosidad. Factores psicológicos La sensación de seguridad y vulnerabilidad depende en gran medida del carácter y de las competencias de la persona. A mayor determinación y conocimientos, mayor seguridad. Por el contrario la percepción de peligro en caso de alguna carencia será mayor necesitándose más distancia para sentirse más seguro. Más allá de las distancia larga media y corta, podemos distinguir otros tipos de distancia con unas características bien diferenciadas. No todas ellas están relacionadas directamente con las situaciones de agresión física, pero si tiene mucho...
¡Peligro!: ¡Elogios Resbaladizos!
Yolanda Calvo Gómez -Psicóloga (Continuación de la entrada sobre la Autoestima: Autoestima Alta y Crecimiento Positivo Continuo). Estamos acostumbrados a elogiar a nuestros niños. Lo hacen los maestros, los padres, los abuelos, los tíos, los padrinos, los vecinos: ¡Eres un campeón! o¡Qué niña más lista!, son frases que decimos y se oyen repetir por todas partes. En educación hemos pasado de una época en la que no se elogiaba nada porque tu deber “era portarte bien y sacar buenas notas”, a una época en la que se elogia constantemente para que al niño o niña le suba la autoestima. La Psicología y la Ciencia no se libran tampoco de las modas, y ahora se está revalorizando de nuevo el esfuerzo, es sí, desde una perspectiva más científica. Carol S. Dweck lleva treinta años investigando cómo afectan los diferentes tipos de elogio a los niños y a los jóvenes. Y resulta que el elogio que los defensores de la autoestima proclamaban que debíamos prodigar con generosidad puede resultar un arma de doble filo. Esta investigadora ha realizado varios estudios con niños y jóvenes de distintas edades para observar los efectos de diferentes tipos de elogio. En un estudio estudiantes de nueve y diez años comienzan realizando un puzzle muy sencillo. A un grupo de niños se les elogia por su inteligencia, “¡Vaya! Has puesto bien estas piezas, debes ser listo con esto”; mientras que al otro grupo se le elogiaba su esfuerzo: “Debes haberte esforzado mucho”. Luego se les da un puzzle más difícil con el que, lógicamente, van a obtener peores resultados. Lo que ocurre es que aquellos estudiantes que habían sido alabados por su inteligencia no disfrutaron de la segunda tarea, más difícil, y no se la quisieron llevar a casa para practicar, es más, se sentían torpes y poco inteligentes. Parece lógico. Sin embargo, aquellos a los que se había elogiado su esfuerzo mantuvieron su autoestima a pesar de las dificultades y los fallos, disfrutaron del desafío y querían practicar más en casa. Finalmente les dieron un tercer puzzle igual de fácil que el primero. Los estudiantes a los que se había elogiado su inteligencia lo hicieron peor que en el primer intento. Al contrario, los estudiantes que habían sido elogiados por su esfuerzo lo hicieron mucho mejor esta segunda vez, y obtuvieron las mejores puntuaciones. Aún realizaron una prueba más en la que contestaron por escrito unas preguntas sobre lo que habían hecho, les dijeron que ese resumen lo leerían niños de otra escuela. En una de las preguntas se les pedía que puntuaran su ejecución en la segunda tarea, la más difícil. De cada diez niños a los...
Cómo un profesor puede cambiar la vida de sus alumnos
Rebeca Recio Berlanas -Licenciada en Psicología Todos recordamos a muchos de los profesores con los que hemos compartido aula. A algunos, de forma positiva y con afecto y a otros con reproches o malestar. La relación entre profesor y alumno es un vinculo potencialmente inspirador que puede orientar, reforzar y sacar lo mejor de cada niño. Son muchos los profesores que conocen del papel tan importante que ocupan en la vida de sus alumnos y actúan desde el privilegio y la responsabilidad que supone. Algunos aspectos que podemos tener en cuenta en el ejercicio profesional son: Educadores como modelo Las actuaciones de los profesores son un referente para los escolares. Los alumnos perciben lo que hacen y dicen los profesores y tienden a imitarlos. La influencia es muy amplia, va desde el modo de relacionarse, las actitudes, los valores, la interpretación emocional de situaciones, etc. Los maestros son conscientes de esto y utilizan el modelado (proceso de aprendizaje a través de la observación, en el que la conducta de un sujeto, actúa como estímulo para generar conductas, pensamientos o actitudes semejantes, en otras personas que observan su actuación) como método para enseñar nuevos contenidos, pero¿qué sucede con aquellas cosas que estamos transmitiendo de manera no intencional?Por ejemplo, si me cuesta admitir mis errores, trasmitiré sin quererlo, que equivocarse es algo negativo. Aunque de manera consciente considere que es normal equivocarse, puede que con mi comportamiento esté transmitiendo otro mensaje. «Es recomendable que los profesores puedan pedir ayuda a un profesional si se encuentran con algún aspecto más difícil de manejar» Pero los profesores son personas, y como todos tienen derecho y necesidad de equivocarse. Por ello, es importante que puedan desarrollar una adecuada capacidad de introspección y reflexión, que les permita darse cuenta de ello y trabajarlo. Como en el ejemplo anterior, para integrar el error como parte del proceso de aprendizaje. Pero no sólo de forma teórica, sino adaptándolo a su realidad cotidiana, para después transmitirlo de forma espontánea a sus alumnos. Es recomendable que los profesores puedan pedir ayuda a un profesional si se encuentran con algún aspecto más difícil de manejar. Ya que el progreso en el manejo de sus emociones y pensamientos va a repercutir de forma positiva tanto en su labor docente como en su vida personal. El ambiente del aula Existen dos realidades educativas desde las que crear esta convivencia, una más explicita, que englobaría el discurso del profesor y las actividades programadas. Y otra implícita, que es el entorno que envuelve las relaciones que se establecen en el aula, en la medida en que en éste impera la comprensión, el respeto,...
Ser Agradecidos
Gustavo A. Reque CN-6ºDan La tendencia natural del ser humano desde la edad más temprana no camina dentro de la senda del agradecimiento como cualidad positiva natural. El agradecimiento no es ni una virtud moral, ni tampoco una actitud natural que adorna al ser humano, todo lo contrario; es un fenómeno que exige la voluntad de reconocer que uno ha sido beneficiado por la generosidad de otra persona, que el benefactor ha dispensado un beneficio que acarrea algún tipo de coste personal y que el beneficio tiene valor a los ojos del beneficiado. Todo ello no lo regalan la naturaleza, ni los genes, sino que es algo que tiene que «entrenarse» por medio de la voluntad, la constancia, un poco de esfuerzo, y un alto grado de concienciación. Albert Einstein refirió en varias ocasiones que debía recordar diariamente -más de cien veces- que toda su vida y su obra dependían del esfuerzo de otras muchas personas, vivas y ya muertas. La gratitud supone devolver un bien. Es la sensación que se experimenta cuando somos conscientes de que el favor que recibimos es valioso para nosotros, costoso para el que lo dispensa, dado con buenas intenciones y sin pretensiones de reciprocidad ni obligaciones. La grandeza del que da esta en el «dar», y la del que recibe está en «dar las gracias». Por desgracia, (para ellas), las personas desagradecidas no reconocen el gesto de su benefactor e incluso llegan a creer que este actúa movido por algún tipo de interés. La gratitud precisa que la persona que recibe el bien reconozca que ha recibido algo bueno para si mismo, y sienta de alguna manera, que debe devolver el favor (con un «gracias» es suficiente). Sin embargo, la persona que no siente la gratitud no solo no reconoce el bien recibido, sino que tampoco percibe el beneficio, y consecuentemente, tampoco siente la necesidad de devolver el favor, ni tan siquiera con un simple «gracias». Peor aún es el caso del ingrato, que incluso encuentra defectos en lo que ha recibido, desconfía de los motivos que han impulsado al benefactor, y puede llegar a devolver un mal por un bien. Es importante, y bueno para la salud tanto física como mental, que demos las gracias frecuentemente. Al principio, como un ejercicio de reconocimiento, después como algo imprescindible que nos hace sentir muy bien, y más tarde como una «droga» que nos hace sentir los más altos grados de buenas emociones, felicidad y optimismo. Los beneficios del que da las gracias frecuentemente se manifiestan desde afrontar mejor el estrés diario, hasta recuperarse antes de las enfermedades. Sucede todo lo contrario con el ingrato,...
Kata Pinan o Heian Shodan
José Manuel Mayo Magadán Historia del kata Pinan o Heian Shodan Los Katas Pinan o Heian se trabajaban en la línea Shuri-Te del To-De okinawense y posteriormente en el karate. Se cuenta que estos katas tienen su origen en unos antiguos katas que el maestro Sokon Matsumura aprendió de un diplomático chino llamado Chiag Nan, residente en la ciudad de Shuri. Estos katas se conocían con la denominación de Chanan Sho y Chanan Dai. Los cuales serian transmitidos a su alumno Anko Itosu que les modificaría el nombre por el de Pinan Shodan y Pinan Nidan, añadiendo además otros tres Pinan Sandan, Pinan Yondan y Pinan Godan (sobre la base de los katas Bassai, Kosanku, Jion y Chinto).Otro alumno del maestro Sokon Matsumura, fue su nieto el maestro Nabe Matsumura, él cual sería heredero de su estilo y del diploma de su escuela “Menkyo Kaide”. El maestro Nabe Matsumura pasaría sus enseñanzas del estilo y el diploma de su escuela “Menkyo Kaide”, a su sobrino Hohan Soken (hijo de la hermana del maestro Nabe, por lo tanto bisnieto de Sokon Matsumura. Y único alumno del maestro Nabe). El maestro Hohan Soken denominaría a su estilo Matsumura Seito Shorin Ryu (en honor a su bisabuelo). Esta linea directa Shorin del maestro Soken Matsumura solo entrenaban los dos primeros katas Pinan (Shodan y Nidan). A principios del siglo XX tras la caída de la monarquía okinawense en 1879 y anexión del archipiélago de las Ryu Kyu por Japón. Los funcionarios y la guardia del rey Sho se quedaron sin trabajo, lo que les obligó a buscar un nuevo sustento para poder vivir, entre ellos se encontraba el maestro Anko Itosu que pertenecía a la guardia del rey. Ante estos acontecimientos el maestro Anko Itosu decidió como modo de subsistencia introducir en la enseñaza de los colegios el To-De, para que los jóvenes alumnos tuvieran una buena formación física. A la izquierda de pie Sokon Matsumura – Sentado el rey Sho Tai – A la derecha de pie Anko Itosu Como el To-De que se enseñaba hasta esta época no era público, sino que se transmitía de padres a hijos o a un número reducido de alumnos. El maestro Anko Itosu se dio cuenta de la dificultad de enseñar los katas y los métodos de entrenamiento tradicionales a grupos numerosos y jóvenes, decidió crear estos katas Pinan, entre el año 1905 y 1907, para facilitar el entrenamiento y aprendizaje a estos grupos más numerosos. En esta tarea contó con la ayuda de dos de sus alumnos, los maestros Chomo Hanashiro y Kentsu Yabu. La palabra Pinan se puede traducir en el dialecto okinawense...
El Lenguaje de la Violencia
José Luis Prieto Méndez CN-7ºDan “Cualquiera puede enfadarse, eso es algo sencillo; pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado adecuado, en el momento oportuno, con el propósito justo y en el modo correcto, ciertamente, no resulta tan sencillo” – Aristóteles en Ética a Nicómaco Seguramente nos encontramos muy familiarizados con aquellos elementos técnicos que forman parte de nuestro arte marcial o el estilo de karate que practiquemos. Sin embargo, algo que puede parecer obvio en el ámbito marcial, como es la agresión y todos los elementos que le rodean, parecen sernos ajenos o desconocidos. Reducir el aprendizaje marcial y el desarrollo de habilidades de autodefensa al ámbito técnico, es una simplificación que acaba por reducir nuestro potencial a lo externo, lo trivial o lo superficial. Sólo cuando profundizamos mas allá de lo evidente, es cuando podemos llegar a entender las causas que nos permitirán desarrollar un sentido de prevención realmente efectivo. La agresión es el último eslabón de una cadena de circunstancias, generalmente desconocidas, automáticas e inconscientes, que nos hacen reaccionar de acuerdo a unos patrones interiorizados y que no siempre son los mas acertados, ni los que más nos favorecen a medio y largo plazo. Conocer el lenguaje de la violencia nos dota de un catálogo de habilidades que nos permite tener una actitud proactiva y de control ante una situación conflictiva. Evitando así ser reactivos y estar condicionados por el flujo del conflicto. El axioma “Karate-Ni-Sente-Nashi” (no existe primer ataque en karate), debería ir más allá de la interpretación en la que todos los kata empiezan con una defensa, para justificar así una resolución no violenta ante el conflicto A falta de recursos o conocimiento, es habitual la simplificación de la respuesta ante el conflicto como una elección dicotómica entre luchar o huir. Para ser más precisos y elegir la respuesta más adecuada, hemos de comprender un conjunto de términos que nos permita diferenciar las distintas conductas conflictivas que existen, y que se resumen de manera visual en el siguiente cuadro sinóptico: Figura1. El lenguaje de la violencia Agresividad Es una pulsión natural que dirige nuestros actos y nos motiva a la consecución de objetivos; Al ser bien utilizada, nos da energía y puede ser fuente de una sana competitividad. Sin embargo, mal gestionada, puede dar origen a la irritabilidad, frustración, enfado etc… Violencia Es la resultante de una mala gestión de la agresividad, y denota una falta de autocontrol emocional que puede venir motivado por una escasa tolerancia a la frustración y que suele dirigirse hacia las personas mas débiles Hostilidad Suele venir determinada por experiencias acumuladas, creencias y prejuicios; de forma que condicionan la predisposición hacia...
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