Que es lo que hacemos?
Esta foto del gran Chomo Hanashiro debería hacernos reflexionar sobre lo que hacemos, y lo talibanes de una determinada ortodoxia inamovible en la que convertimos el Karate, que hemos sido. Si observamos otras de Mabuni o Funakoshi son similares. ¿Vejez, pérdida de condiciones por la edad? Nada de eso. Con los criterios del Tribunal Nacional de Grados de hace años, a los que pertenecí durante mucho tiempo, el Maestro Chomo Hanashiro, una de las figuras históricas del Karate, no hubiera aprobado su cinturón negro. Primero por la colocación de su Seiken, en la que los dos nudillos de los dedos índice y corazón (daikentos) deben estar alineados con el eje mecánico del brazo, que coincide con el eje mecánico del húmero, y la bisectriz del ángulo formado por los huesos cubito y radio. Por otro lado, su pelvis está colocada en retro – pulsión y el hueso sacro no está en línea con el Seichusen, que estaría formado por el eje imaginario que alinearía los puntos Baihui VG 20 y Huiyin VC1. Es decir, que según el estándar Shotokan, su pelvis no está empujando hacia adelante y su cadera no está rotada en la dirección del ataque, es decir en Jyun kaiten. Además del Seichusen. Suspendido por lo tanto. ¿Lo tenemos ahora claro?. Hay en esa foto dos factores esenciales. En primer lugar Hanashiro Sensei no golpea con sus daikentos, sino que, a la manera china, golpea con su nudillos medios, es decir en Hiraken. En segundo lugar no existe rotación de las caderas del tipo Jyun kaiten porque la fuerza no se genera de esa forma, sino por parte del Gamaku, y por la retro pulsión de la cadera en shime goshi. Es decir, que hay muchas más formas de llegar a Hakkei o Fajing que girar la cadera hacia adelante y hacia atrás. Es una vibración de todo el cuerpo que se produce gracias a la caída del centro de gravedad, el enraizamiento, y la retro pulsión, o antepulsión, de la cadera. Al respecto voy a pegar a continuación el comentario que hace el Maestro Sakamoto de Chito Ryu y el video en el que lo demuestra. Espero que así quede claro para todos. Ellos lo llaman hakama goshi por ser utilizada esta técnica también en otros Budos. «The technique is combined with shime-goshi and involves the tail bone and pelvic region dropping back and up (their natural position in shiko-dachi, for example). The hip action can add a lot of power to techniques but must be accompanied by a complete relaxation of body and sinking weight. To demonstrate the effectiveness of hakama-goshi, Sakamoto-Sensei showed us a...
Mis cuatro pilares básicos
Creo que es importante hacerse una reflexión, ¿soy lo mejor que puedo ser?. Casi seguro que todos pensamos que podríamos ser un poco mejor, unos como goshindokas, otros como persona y otros en cualquier otra faceta de nuestra vida. Yo personalmente creo que puedo hacer muchas cosas mejor, que me puedo equivocar en ciertas cosas y acertar en otras, pero cada día intento ser mejor persona y profesor. Hay cuatro pilares que para mí son fundamentales para conseguir esto; el respeto, la humildad, el trabajo e intentar ser un ejemplo dentro y fuera del tatami. Quiero analizar estos cuatro puntos, uno por uno, para que podáis entender el significado que tienen cada uno de ellos en mi forma de entender la vida en general y las artes marciales en particular. Humildad Todos tenemos una serie de expectativas cuando empezamos algo, pensamos en la mayoría de los casos, sobre cuando llegaremos a conseguir ese preciado objetivo que me he marcado al empezar, pero la realidad y las expectativas muchas veces no van a la misma velocidad. Llevo 35 años practicando artes marciales y 27 años como profesor, durante este tiempo he tenido que compartir tatami, ya sea como alumno o como profesor, con “Egos” muy distintos. Personas a las que les cuesta enormemente no tener que demostrar a los demás continuamente el nivel que tienen, y que además, tienen la necesidad de que todos se enteren de ello. He dado clase a cientos de cinturones negros que venían de otras disciplinas y que se iban a iniciar en una nueva, y es asombroso ver las caras de una gran mayoría de ellos cuando les digo que se tienen que poner el cinturón blanco otra vez. Este hecho les provoca a algunos una cierta dificultad para asimilar que empiezan una nueva disciplina, pareciendo como si les desposeyera de ese cinturón negro que tanto esfuerzo les ha costado conseguir. Esto precisamente es una de las principales razones por las cuales muchos sienten la necesidad de demostrar a los demás que “realmente” no tienen ese nuevo grado que les ha sido impuesto, sino que son Cinturones negros y que no están a la misma altura que los demás. Todos compartimos tatami, unos saben más, otros tienen más aptitudes, unos lo viven de una manera y otros de distinta forma, unos están más implicados y otros menos, unos con un grado más alto y otros empezando, pero todos, ante todo somos compañeros. Nadie es más que nadie, y nadie puede hacer sentir a ningún compañero que es menos que otro. Todos somos indispensables para que el otro avance y debemos aceptar con humildad la...
Sensei
La traducción más aproximada para sensei es instructor, literalmente “nacido antes”. Para ser sensei era ineludible tener mayor edad que el alumno, pues se daba por sentado que no es posible alcanzar mayor conocimiento que una persona que ha vivido más. En las artes marciales tradicionales cobraba una especial relevancia en tiempos de guerra, pues la vida del samurái estaba marcadamente acentuada por la disciplina militar. Sin embargo, fuera de ese ámbito, el valor del sensei no era tan encumbrado como la sociedad occidental entendió a finales del siglo pasado, cuando las artes marciales japonesas se extendieron por Europa y América. Fue entonces cuando se le rodeó de un halo de misticismo casi sobrenatural. En realidad, existe la denominación de sensei para cualquier oficio y por ejemplo en Okinawa, donde aún se mantiene el sistema antiguo de enseñanza del Karatedo, el sensei solo desempeña su rol durante el entrenamiento, convirtiéndose en un miembro más de la comunidad cuando abandona el...
Una Perspectiva gentil del Karate
Nunca lo que menos importa debe supeditarse a lo que más importa. Nunca debería ser la configuración externa o continente el motivo de la práctica, sino los elementos quintaesenciales. A tal alusión, hay una perla de sabiduría Oriental que reza así: Si usas las “técnicas” saldrás derrotado. Esto quiere decir que no son las “técnicas” y su glamour lo que verdaderamente importa, y que por extensión, no es mejor la burbuja del judo porque tenga predilección por las proyecciones, o el deslumbrón visual del aikido porque presuma de más luxaciones. Eso nos colocaría de espaldas a lo que importa. Porque lo dicho; las técnicas, sólo son la guinda del pastel, el acabado final del “vaporoso misterio” que verdaderamente importa: El aire sutil de la manera de proceder. El filtro fino de la TECNICA por antonomasia (no las técnicas). Los fascinantes principios que nos enseñan a hacer más con menos. No el retorcido mundo de las “mañas” que tanto ruido hace. Y lo digo porque nos consta que, vivimos la rosada nebulosa era de las artes mixtas, y por extensión, el cameo de un karate mixto, en donde por doquier nos ufanamos en blanquear el karate falsamente, engañando sin mentir al incorporar anárquicamente técnicas de otros sistemas sin tener en cuenta la compatibilidad de los fundamentos integradores. Gustando de lo ajeno más por ajeno que por bueno. Y quien felizmente adolece de la patología de incorporar al KARATE técnicas de otros artes, como un circo de notoriedad apariencial en aras de la coherencia del sistema, es que tiene un conocimiento de los artes marciales, que brilla por su ausencia hasta extremos desoladores. El KARATE ya tiene en sus katas variedad de técnicas de todas las coloraciones, no sólo las de golpeo. Aunque hay que aprender a verlas todas. Dicho esto, conviene señalar que, lo que diferencia al genuino KARATE «CLASICO» (de antes de 1.898) de otros sistemas, y del prosaico KARATE “TRADICIONAL” que camina por las calles de hoy (impuesto con la restauración Meiji como telón de fondo) son sus valores angulares, no las técnicas. Fundamentos que nada tienen que ver con los impostores de tres al cuarto que abriga el “establishment”, tan acriticamente, en el manufacturado KARATE «TRADICIONAL”, y que actúan con la hecatombe de un igualitarismo inaudito, bajando el listón para que lo entiendan los tontos…como por ejemplo: Asociar “kime” con la grotesca rigidez muscular instantánea en el impacto, en vez del espléndido flujo de “ki”. Disfrazar las posiciones de equilibrio estático y postureo brutal que deja bastante que desear, en vez del equilibrio dinámico que corresponde. Pensar que el concepto “hikite”, es llevar el brazo contrario a...
Karate Olimpico…o cuando el consumismo le gano a la historia.
En agosto próximo en la asamblea del COI en Rio de Janeiro quedara definitivamente plasmada la firma para la incursión del karate en los 5 aros olímpicos… Algo que era imposible de evitar cuando grandes marcas del mercado empezaron a tallar e impusieron lenta pero inexorablemente sus garras en un nuevo y potencial mercados de 140 millones de almas. El deporte posee una innumerable cantidad de valores, eso está más que claro. El deportista en si es una persona sacrificada y que entrena en pos de una única meta…GANAR. Y obvio que no estoy descubriendo nada nuevo… Lo viví en carne propia cuando experimenté la práctica deportiva del karate por un espacio que se prolongó unos 15 años (hoy ya llevo más de 4 décadas de practica ininterrumpida), primero como competidor y luego como entrenador… En dicho lapso de tiempo me dividí entre los días de mi karate tradicional y mi karate deportivo (digamos que fueron los 7 días de la semana) …Igualmente hice lo mismo con mis alumnos… Es decir que lo que expondré no está versado en la historia de otros sino en la mía personal. Todo ese tiempo embarcado en el área deportiva me aporto una visión diferente de los preceptos en los cuales había sido formado y por lo tanto se basaba mi practica tradicional. Esta con valores bien definidos, con elementos culturales de profundo arraigo en mi vida diaria. Mientras que de la otra forma solo me enfocaba en ser mejor que los demás… en ganar a toda costa. Si bien obtuve beneficios personales importantes como conocer mucha gente y viajar representando a mi país (Uruguay) en varias ocasiones, también trajo muchos quiebres dentro de mi escuela. Incluso perdí personas a las cuales consideraba amigos. Cosas que pasan. Cuando mi tiempo en el deporte y sus actividades inherentes y aleatorias llegaron a su fin, y sin luces de gloria que me encandilaran (nunca paso) … por suerte tenía mi fiel karate de DOJO intacto para continuar con la senda. Luego de toda esta parafraseada que solo sirve para cimentar mis dichos quiero expresar que esta historia que me sucedió a mi… para las nuevas generaciones no va a existir…Porque? Simple, nunca conocerán un Dojo y sus ricas tradiciones, solo un gimnasio…Todo su mundo girara sobre el tatami, el karategi de extra dimensiones, los guantines y zapatones azules y rojos… y los métodos que imponga el Coach de turno para mejorar la capacidad físico-atlética… basándose en las 4 o 5 técnicas “similares a algunas que se practican en karate” de mayor puntaje y vistosidad… eso para los competidores de Kumite. Para los de kata, la...
Amplia tu corazón y estrecha tu conciencia.
Nago Uēkata Chūbun (1663-1734) fue un noble y famoso hombre de Estado del Antiguo Reino de las Ryukyu, también un famoso guerrero. Leyendo un trabajo de Andreas Quast sobre los orígenes del Karate y la semántica de la palabra Ti, cuyo significado normal es el de mano, pero que, como explica Andreas, va mucho más allá, y que antiguamente se utilizaba como ahora lo hacemos con la palabra Karate, por lo que podemos decir que Ti y Karate son sinónimos, o que el Ti es el origen, o uno de los orígenes, del Karate. He meditado sobre el contenido expuesto de un poema escrito por Nago Uēkata Chūbun. Dicho poema expresa un pensamiento que reproduzco a continuación : “Por mucho que puedas distinguirte en las artes del Tī y la erudición, nada es más importante que tu corazón como asiento de la mente, como se demuestra en el comportamiento cotidiano.” Antiguamente un guerrero debía practicar lo que se denominaba Bun Bu Ryodo, es decir, el conocimiento de las Artes Marciales unido al estudio y conocimiento de los Clásicos chinos. Por decirlo coloquialmente : Se pretendía que un guerrero no sólo fuera un gran experto en la herramienta esencial de su trabajo, las Artes de la Guerra, también llamadas Bugei en japonés. Sino que también fuera un hombre cultivado intelectualmente. Sokon Matsumura, uno de los más grandes guerreros de Okinawa, y también uno de nuestros Ancestros en el Karate, ya se lo dejo escrito a su sucesor Kuwae Ryosei, hablándole del Bun Bu Ryodo. Es esa la razón por la cual Nago Uēkata Chūbun habla de las Artes del Ti y la erudición. Pero el mensaje va más allá y dice que, con ser importantes ambas facetas, es mucho más importante que corazón e intelecto estén unidos en nuestra cotidianidad, en nuestra rutina diaria de vida. Cargo con una larga experiencia de vida, y al haberme visto involucrado con el Karate desde muy joven, he sido testigo de como se desdeñaba, y hacia de menos, a aquel que acumulaba conocimientos y experiencias, que además de practicar y entrenar estudiaba y se cultivaba en la línea del Bun Bu Ryodo, simplemente porque o no tenía interés, o no era bueno, en la Competición. No voy a nombrarle, Luis Beamud sabe bien de que y de quien hablo, pero era así. Algunos nos dimos cuenta de que esa persona estaba más cerca de la razón que los demás, y nos acercamos más a El, quien generosamente, tal y como dice el poema del Uēkata de Nago, utilizó su corazón y su mente de forma generosa con nosotros. Pero, con ser ilustrativa la...
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