¿Por qué las artes marciales son beneficiosas para los niños con problemas de concentración?
Razones para que tus hijos practiquen artes marciales Las artes marciales son una práctica asiática muy antigua que originalmente tenía un fin defensivo, aunque otras desarrollaron una actitud más combativa. De ahí que algunas modalidades, como el jiu-jitsu o el judo, se centren en la lucha y en someter al adversario mientras que otras como el kárate y el taekwondo se enfoquen en los golpes y en bloquear al contrario. De hecho, también existen artes marciales con armas, en las que se trabaja con el desarrollo de habilidades en el uso de las espadas, bastones, arco y lanzas. Sin embargo, aunque en la actualidad se siguen practicando como estrategia de autodefensa, también son una herramienta útil para desarrollar la fuerza física, estimular la coordinación y conectar cuerpo y mente. Asimismo, contribuyen a estimular las capacidades mentales, forjar el carácter y potenciar valores positivos como la disciplina y la responsabilidad, a la vez que fomentan el pensamiento reflexivo, fortalecen la autoestima y la autoconfianza y contribuyen al tratamiento de distintas alteraciones tanto físicas como psicológicas. De hecho, se ha demostrado que son una alternativa muy efectiva para tratar algunos problemas en la infancia como el TDAH y las alteraciones de la atención. 5 razones por las que un niño con problemas de atención debe practicar artes marciales 1. Mejoran el autocontrol Un estudio realizado por la Academia de Deportes de Estados Unidos afirma que la práctica de las artes marciales puede ayudar a los niños a mejorar su autocontrol. El secreto radica en que las artes marciales ejercitan el cuerpo y la mente, propiciando un equilibrio perfecto que les enseña a los niños a controlar sus impulsos y a regular su comportamiento y atención. De hecho, para aprender las técnicas de las artes marciales los niños tienen que estar muy concentrados en cada movimiento, lo cual les ayuda a focalizarse en el aquí y ahora. 2. Enseñan a lidiar con las tareas más complicadas Los niños con dificultades para concentrarse se enfrentan a menudo con un problema: no son capaces de lidiar con las tareas demasiado complicadas que requieren varios pasos ya que les cuesta mantenerse centrados durante mucho tiempo. Una buena estrategia para ayudarles a enfrentar ese tipo de tareas son las artes marciales, las cuales les enseñan a ir avanzando de forma gradual hasta alcanzar sus objetivos. 3. Contribuyen a focalizar la atención en un objetivo Las artes marciales priorizan el desarrollo individual de los niños, instándolos a que aprendan a superarse a su propio ritmo. Sin embargo, el hecho de que cada vez tengan que proponerse nuevos objetivos para aumentar de nivel les ayuda a mantenerse...
¿Sabias que?
Funakoshi, Gichin: Un día el maestro FUNANKOSHI paseaba por el internado de los estudiantes de la universidad cuando un alumno de Karate hizo aguas menores desde la ventana del primer piso, cayendo los orines en la cabeza del maestro. EGAMI y sus otros alumnos que acompañaban al maestro, indignados y encolerizados golpearon violentamente la cabeza del que había hecho semejante agravio. A lo que respondió el maestro, » no es necesario encolerizarse por este acto simplemente seria suficiente con lavarse la cabeza» el maestro EGAMI que se disponía a tomar cartas en el asunto se quedo impasible ante la respuesta del maestro. Creo que esta anécdota ilustra muy bien la personalidad del maestro FUNANKOSHI y su categoría como maestro.(*) Miko, las sacerdotisas japonesas: En los santuarios shintoístas de Japón trabajan unas sacerdotisas conocidas como Miko (巫女), quienes se encargan básicamente deasistir a los sacerdotes en los rituales, vender amuletos, o bien de colaborar en el mantenimiento del mismo. Estas jóvenes ayudantes proceden en la mayoría de los casos de familias de sacerdotes, y su tradición comenzó a principios del lejano periodo Sengoku. Desde la antigüedad hasta ahora las Miko siempre fueron un apoyo importante para los santuarios, y continuamente se dedicaron a ayudar en deberes religiosos. En la época feudal de Japón servían también como chamanes, y eran convocadas particularmente para realizar adivinaciones o plegarías. Hoy en día su labor se centra principalmente dentro de los santuarios, pero sus conocimientos siguen siendo un misterio para muchos.(*) (*). bergarakoshotokankaratedo.es (**) Dario...
Tameshigiri, probando la espada samurai
El “Tameshigiri” era una prueba de calidad que se realizaba en el Japón feudal para probar el filo de las espadas (Katana), antes de entregarlas a sus respectivos dueños. Era una práctica muy común en el mundo de los samurais, y actualmente se realiza en las artes marciales japonesas. Samurais probando espadas en un criminal convicto – Por: 平凡社 (Dominio público) vía Wikimedia commons Esta práctica tiene su origen en el periodo Edo, y consistía en probar el filo de las espadas recién fabricadas por los herreros, para asegurar que las mismas estaban aptas para usarse en combates. Lo que se hacía era crear manojos de gran tamaño hechos de materiales semirrígidos como rollos de tatami (Goza), paja de arroz (Wara) o cañas de bambú, entre otros, y para realizar la prueba se pedía a espadachines habilidosos que utilizaran las katanas en esos materiales simulando “cortar” a un adversario. De esta manera se podía confirmar si la espada era de buena calidad. Si la misma hacía un buen corte y su hoja se mantenía bien, entonces era una espada lista para utilizarse en la vida real. Sin embargo, en el Japón antiguo no solo usaban este tipo de materiales para llevar a cabo las pruebas, sino que aunque suene un poco impresionante, también se sabe que por mucho tiempo han hecho estas pruebas en cuerpos de criminales convictos. Estas pruebas eran avaladas por el gobierno, y en ellas participaban samurais con grandes habilidades para asegurar que las pericias eran confiables. Obviamente, con el pasar de los tiempos esta práctica de utilizar cuerpos de delincuentes para realizar el Tameshigiri fue abolida, y las pruebas se siguieron realizando pero solo en materiales como los que mencione al principio. Actualmente esta práctica se lleva a cabo en los distintos estilos de la esgrima japonesa, y se basa en probar las habilidades de los espadachines. También se suele hacer para practicar los cortes o bien para dar exhibiciones. ¿Que te ha parecido esta antigua práctica? Fuente: www.mirandohaciajapon.com Foto portada: Bobo...
¿Sabias que?
Gogen Yamaguchi: El Maestro de los largos cabellos y la mirada felina vivió a menudo en su vida momentos de gran tensión, en los que se vio involucrado en peleas y luchas, sobre todo durante la guerra. Así, en la década de los treinta, en Manchuria, por poner algunos ejemplos, fue capturado por unos individuos, tres, a los que golpeó rápida y repetidamente e hizo prisioneros. Pero Yamaguchi recordaba especialmente una ocasión en la que tuvo que hacer frente a numerosos bandidos comunistas que asaltaban una ciudad en la que Gogen estaba al frente de la seguridad. Gogen recordaba cómo disparó sus pistolas por las ventanas contra los bandidos. Veinte de ellos, armados con pistolas, entraron en la casa donde se encontraba. Gogen dejó a oscuras la habitación para evitar ser herido e hizo frente a los bandidos. Mawashi Geri, Hiji Ate, etc. son las técnicas que empleó. Los combates duraron 40 minutos y Gogen salió vivo.(*) El cerezo: Símbolo de artes marciales (Sakura): Ahora convertido en un símbolo de todas las artes marciales, fue adoptado por los samurai como un símbolo de pertenencia a su clase. En la iconografía de las obras clásicas del guerrero, el cerezo representa la belleza y la fugacidad de la vida: que, en la floración, muestra un encantador espectáculo en el que el samurai vio reflejada la grandeza de su figura envuelto en su armadura, pero basta tan sólo una repentina tormenta para que todas las flores caigan a tierra, al igual que al samurai le basta la herida creada por la espada del enemigo. El guerrero, acostumbrado a pensar en la muerte en la batalla no como algo negativo, sino como la única forma honorable de ir hacia el mas allá, encuentra en la flor del cerezo el reflejo de su filosofía. Un antiguo dicho que todavía se recuerda dice: “Hana wa Sakuragi, hito wa bushi”, que traducido significa “entre las flores el cerezo, entre los hombres el guerrero” – (Al igual que la flor del cerezo es la mejor entre las flores, el guerrero es el mejor entre los hombres) (*) “Karate -Mucho más que un deporte” de Salvador...
Que es lo que hacemos?
Esta foto del gran Chomo Hanashiro debería hacernos reflexionar sobre lo que hacemos, y lo talibanes de una determinada ortodoxia inamovible en la que convertimos el Karate, que hemos sido. Si observamos otras de Mabuni o Funakoshi son similares. ¿Vejez, pérdida de condiciones por la edad? Nada de eso. Con los criterios del Tribunal Nacional de Grados de hace años, a los que pertenecí durante mucho tiempo, el Maestro Chomo Hanashiro, una de las figuras históricas del Karate, no hubiera aprobado su cinturón negro. Primero por la colocación de su Seiken, en la que los dos nudillos de los dedos índice y corazón (daikentos) deben estar alineados con el eje mecánico del brazo, que coincide con el eje mecánico del húmero, y la bisectriz del ángulo formado por los huesos cubito y radio. Por otro lado, su pelvis está colocada en retro – pulsión y el hueso sacro no está en línea con el Seichusen, que estaría formado por el eje imaginario que alinearía los puntos Baihui VG 20 y Huiyin VC1. Es decir, que según el estándar Shotokan, su pelvis no está empujando hacia adelante y su cadera no está rotada en la dirección del ataque, es decir en Jyun kaiten. Además del Seichusen. Suspendido por lo tanto. ¿Lo tenemos ahora claro?. Hay en esa foto dos factores esenciales. En primer lugar Hanashiro Sensei no golpea con sus daikentos, sino que, a la manera china, golpea con su nudillos medios, es decir en Hiraken. En segundo lugar no existe rotación de las caderas del tipo Jyun kaiten porque la fuerza no se genera de esa forma, sino por parte del Gamaku, y por la retro pulsión de la cadera en shime goshi. Es decir, que hay muchas más formas de llegar a Hakkei o Fajing que girar la cadera hacia adelante y hacia atrás. Es una vibración de todo el cuerpo que se produce gracias a la caída del centro de gravedad, el enraizamiento, y la retro pulsión, o antepulsión, de la cadera. Al respecto voy a pegar a continuación el comentario que hace el Maestro Sakamoto de Chito Ryu y el video en el que lo demuestra. Espero que así quede claro para todos. Ellos lo llaman hakama goshi por ser utilizada esta técnica también en otros Budos. «The technique is combined with shime-goshi and involves the tail bone and pelvic region dropping back and up (their natural position in shiko-dachi, for example). The hip action can add a lot of power to techniques but must be accompanied by a complete relaxation of body and sinking weight. To demonstrate the effectiveness of hakama-goshi, Sakamoto-Sensei showed us a...
Mis cuatro pilares básicos
Creo que es importante hacerse una reflexión, ¿soy lo mejor que puedo ser?. Casi seguro que todos pensamos que podríamos ser un poco mejor, unos como goshindokas, otros como persona y otros en cualquier otra faceta de nuestra vida. Yo personalmente creo que puedo hacer muchas cosas mejor, que me puedo equivocar en ciertas cosas y acertar en otras, pero cada día intento ser mejor persona y profesor. Hay cuatro pilares que para mí son fundamentales para conseguir esto; el respeto, la humildad, el trabajo e intentar ser un ejemplo dentro y fuera del tatami. Quiero analizar estos cuatro puntos, uno por uno, para que podáis entender el significado que tienen cada uno de ellos en mi forma de entender la vida en general y las artes marciales en particular. Humildad Todos tenemos una serie de expectativas cuando empezamos algo, pensamos en la mayoría de los casos, sobre cuando llegaremos a conseguir ese preciado objetivo que me he marcado al empezar, pero la realidad y las expectativas muchas veces no van a la misma velocidad. Llevo 35 años practicando artes marciales y 27 años como profesor, durante este tiempo he tenido que compartir tatami, ya sea como alumno o como profesor, con “Egos” muy distintos. Personas a las que les cuesta enormemente no tener que demostrar a los demás continuamente el nivel que tienen, y que además, tienen la necesidad de que todos se enteren de ello. He dado clase a cientos de cinturones negros que venían de otras disciplinas y que se iban a iniciar en una nueva, y es asombroso ver las caras de una gran mayoría de ellos cuando les digo que se tienen que poner el cinturón blanco otra vez. Este hecho les provoca a algunos una cierta dificultad para asimilar que empiezan una nueva disciplina, pareciendo como si les desposeyera de ese cinturón negro que tanto esfuerzo les ha costado conseguir. Esto precisamente es una de las principales razones por las cuales muchos sienten la necesidad de demostrar a los demás que “realmente” no tienen ese nuevo grado que les ha sido impuesto, sino que son Cinturones negros y que no están a la misma altura que los demás. Todos compartimos tatami, unos saben más, otros tienen más aptitudes, unos lo viven de una manera y otros de distinta forma, unos están más implicados y otros menos, unos con un grado más alto y otros empezando, pero todos, ante todo somos compañeros. Nadie es más que nadie, y nadie puede hacer sentir a ningún compañero que es menos que otro. Todos somos indispensables para que el otro avance y debemos aceptar con humildad la...
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